One Shots H. S. (+18)

48.

Dedicado a jenny09876543 y a yop_merengues. Ellas/ellos fueron las/los creadoras/creadores del nombre que recibirá este ship: Hanniall. Agradezco de corazón su inmenso apoyo y su acompañamiento. Este one shot va dedicado completamente a ustedes. Disfrutenlo. 😉

Habían pasado dos días desde que nuestros protagonistas se encontraban en aquel lugar paradisíaco, y a las comodidades que ya tenían Alessandro había sumado un chef internacional que les prepararía verdaderos manjares para comer. Sin embargo, cuando este hombre comenzó a mirar a Anna con otros ojos, las cosas se tornaron un poco tensas.

Harry

- ¡Lo detesto, lo detesto, lo detesto!-. Escuché decir repetidamente a Niall, mientras desayunábamos. Le era muy difícil ocultar sus celos para ese momento ya.
- Si sigues así, terminarás con la presión sanguínea muy alta-. Acercándome a él, intenté darle un masaje a sus hombros tensos y viendo que el chef contratado, Cristhian, estaba muy ocupado sirviendo una rebanada de torta a mi esposa, acerqué mi boca a su cuello y repartí un par de besos, absteniéndome de tocar sus apetecibles labios.- ¿Te dije que sigues viéndote adorable pese a tener el ceño fruncido?-. Viendo que sus mejillas se volvían rojas, complacido, tomé asiento en tanto venía cómo nuestra mujer se acercaba y sin percatarse de la tensión que emanaba Niall, se acomodaba a su regazo y comía felizmente su rebanada de pastel de chocolate y fresas, el cual se le había antojado durante la madrugada.
- ¿Quieres un poco, Harry?-. Me dijo, acercando su cuchara a mi boca. Negando con la cabeza, terminé de beber mi último trago de café, e hice mi jugada maestra.- Seguramente Niall estará encantado de comerla contigo-. Guiñándoles un ojo, me alejé pero quedé viéndolos durante un rato, sintiéndome muy satisfecho al ver cómo se demostraban amor.
- Señor Styles, ¿desea un trozo de torta también?-. Pensando rápidamente en mi siguiente paso, sonreí. Podía ser más que astuto cuando quería.
- No hace falta, Cristhian. Pero quizás los señores Horan necesiten otra rebanada dentro de un rato-. Viendo su reacción, tomé mi chaqueta que había dejado sobre uno de los taburetes de allí y caminé finalmente hacia mi despacho. Debía ultimar los últimos detalles para festejar el cumpleaños sorpresa de Anna, que Niall y yo habíamos decidido hacer.

Niall

- ¿Qué crees que sea?-. Me preguntó Anna, entrelazando sus dedos con los míos y posándolos sobre su vientre, que poco a poco tomaba una forma más redondeada.
- Creo que no es importante el sexo pero si tuviera que elegir me gustaría una niña-. Dejando que apoyara su plato vacío sobre la mesa, la envolví entre mis brazos y besé su frente, antes de contarle lo que se me cruzaba en ese momento por mi mente.- Una niña con cabello oscuro y ojos marrones, tan bonitos como los tuyos-. Escuchando que reía melodiosamente, levanté su rostro, y viendo en detalle todas sus pecas, la besé. Escuchando un carraspeo, me separé a regañadientes y viendo que era Cristhian, intenté poner mi mejor cara, sabiendo que Anna veía nuestro intercambio en primera fila.
- Siento interrumpir pero el señor Styles dijo que les trajera otro pedazo de torta-. Agradeciéndole, lo dejó sobre la mesa, y Anna no tardó en devorarla, en tanto yo pensaba en si con lo que había presenciado sería suficiente para que dejara de propasarse con sus atenciones hacia Anna.
- Es agradable, ¿no crees?-. Entendiendo rápidamente que se refería a Cristhian, asentí.
- Pero eso no quiere decir que me caiga bien, amor-. Siendo sincero con ella, besé su mejilla y esperé su respuesta.
- No es necesario que te caiga bien pero lo único que te pido es que siempre exista de por medio el respeto, ¿sí?-. Me dijo, viéndome directamente a los ojos.- Y como ya te dije, si pasara algo lo solucionaré o les pediré ayuda-. Dándome tranquilidad con sus palabras, besé sus nudillos, y viendo su anillo de casada y con cuánto amor me miraba, sonreí. Había escogido para mi vida una maravillosa mujer.
- Te amo, Anna-. Acercando mi rostro, la volví a besar y con esa sensación de calidez en el pecho, pasé el resto de la mañana con ella, hasta que llegó la hora de almorzar y Harry se nos unió junto a Ed.