7.

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Sintiendo que mi clítoris latía de solo pensar en lo que Niall haría con Harry, bajé mis dedos hasta mi vagina para empezar a darme placer. Era imposible vivir un día sin masturbarme,y más cuando mi marido estaba de viaje.
Sintiendo que alguien se movía a mis espaldas, no paré con mi toqueteo hasta que él reemplazó mis dedos por los suyos para empezar una deliciosa penetración.
-Mi idea no era tentarme contigo, pero ya tengo ganas de follarte contra la mesa una y otra vez-. Jadeando frente a sus palabras, giré mi cabeza para besarlo, en tanto Harry nos miraba impacientemente desde la cama en la cual permanecía esposado a pedido de Niall.
-Viniste por mi marido, ¿recuerdas?-. Dejando que siguiera bombeando en mi interior, gemí en cuanto su pene entró de golpe en mi interior.
-Nunca está de más el precalentamiento, querida-. Apoyándome en la mesa, embistió con fuerza, provocando que gimiera fuertemente frente a Harry que se removía inquietamente y que no podía tocar su pene que ya se y erguía en todo su esplendor.
-Me encanta sentir tus paredes oprimirse a mi alrededor, ¿será que pasará lo mismo contigo, Harry?-. Levantándome de la mesa, me tomó de los muslos para luego volver a entrar en mi vagina. De esta manera, no solo se aseguraba de embestir con toda su fuerza, sino también de mostrarle a este cómo cogía a su mujer, antes de ir por el premio mayor.
Varios segundos pasaron, y en la habitación solo se escuchaba el ruido de nuestros sexos chocándose una y otra vez hasta llegar a la culminación, en la cual cerré los ojos para saborear al máximo aquel momento en el cual Niall me llenaba de semen hasta en el último rincón posible de mi vagina. Permaneciendo así por un corto tiempo, se alejó para besarme con ganas.
-Ahora viene lo bueno, Ana. Prepara tu dildo que dentro de un rato te necesitaré-. Asintiendo, dejé que este se acercara a mi marido para darle un beso hambriento. Si bien no eran de besarse en la boca, creía que era una forma de pedirse permiso.- No sabés cuánto esperé este momento, amor-. Acariciando su pene y apretando su punta con sus dedos, dejó que Harry se embragiara de placer, antes de vendar sus ojos y darle rápidamente vueltas y dejarlo en una posición en la cual su trasero quedara expuesto.- Tu piel es tan suave que me dan ganas de azotarte y dejarte la piel roja, antes de calmarte con mi polla-. Escuchando un gemido por parte de Harry, este sonrió antes de susurrarle algo sucio al oído y golpearlo sorpresivamente con una de sus manos en la nalga derecha. Así siguió un poco más hasta que mi esposo casi se corrió sin que Niall lo follara.
-Necesito tu polla, Niall-. Murmuró, al borde del colapso.
-No hace falta que ruegues tanto, cuando me muero con cogerte-. Tomando el lubricante de la mesa, lo esparció un poco por su ano antes de introducir poco a poco su pene. Poco después, cuando se había acostumbrado a su tamaño, fue imposible no tentarse frente a los gemidos de ambos.
-Oh, Niall. ¡Ah... Ah... Ah! Estoy muy cerca.
-Yo también, Harry. Deseo tanto descargar mi semen en tu interior. Lo hice con tu mujer y ahora contigo-. Bombeando un poco más, este se adentró profundamente para gritar junto a Harry su eyaculación.
-No puedo creer que hayamos hecho esto-. Murmuró Harry, en tanto Niall se mantenía sin moverse.
-Y eso no es todo...-. Girando su rostro hacia donde me encontraba, no se sorprendió al verme con un dildo metido en mi vagina y con la cara todavía llena de placer al obtener mi segundo orgasmo.- No has perdido el tiempo, querida-. Dándole la razón, me levanté con mis piernas temblorosas para buscar el arnés y ponérmerlo.- Ahora que estamos todos, que comience el segundo round-. Desatando a Harry, lo acomodó dándonos la espalda para luego acomodarse él, y posteriormente yo. El resto era predecible: Harry sería penetrado por Niall nuevamente y yo a su vez penetraría a Niall, mientras un dildo más pequeño permanecía en mi interior, y otro aguardaba salir para entrar a mi vagina.- No puedo imaginar algo más placentero que esto. Y no faltó mucho para darle la razón: tres penes alineados en busca de una próxima liberación que salpicaría nuestro cuerpo y dejaría goteando nuestras entradas. Creando un vaivén continuo, gemíamos y nos tocábamos con la intención de permanecer eternamente así.
-No aguanto más, dijo Niall-. Saliendo del interior de Harry, este dejó que lo follara un poco más, antes de que todos nos acomodáramos en el centro de la cama para masturbarnos y derramarnos finalmente sobre los otros.
-¡Harry, Niall!-Grité, antes de sentir que todo se volviera negro y una corriente de electricidad recorriera mi cuerpo. Dejando que ellos siguieran disparando chorros de semen, me desplomé en la cama para descansar un reto antes de sentir la boca de Harry en mi vientre y las manos de Niall en mis pechos. La diversión continuaba y ahora conmigo.

One Shots H. S. (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora