CAPÍTULO 16 ENTRE MATONES

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_ Leonel estaba furioso con Lidia, si ella no se hubiese aferrado a quedarse, el ya estaría más cerca de su destino junto con su familia, sin embargo, estaba de nuevo en la casa de Laura tratando de convencerla. No sabía cómo le haría, pero tenía que llevarla con él, Alfonso no se lo perdonaría si no lo hacía, estaba fastidiado de seguir las órdenes de él, pero no le quedaba de otra, ellos dependían de lo que él hiciera para volver a tener lo que tenían antes, y todo indicaba que pronto sería el nuevo jefe del crimen organizado en lugar de Santiago, así que no le convenía enemistarse con él y menos por tan poco.

_ No quiero irme. - insistió ella. _quiero estar para mi hermana.

_ Alfonso me envió por ti. - dijo casi al borde de la desesperación ante la testarudez de ella. _dice que tiene noticias de tu hermana. - mintió. _ esta cerca de rescatarla y quiere que estés para recibirla.

Ella dudo por un momento, pero ¿y si decía la verdad? ¿Si ella en verdad estaba a punto de ser liberada? De ser así tenía que estar junto a ella.

_Está bien. - aceptó por fin. - solo recojo mis cosas.

_ De acuerdo. Aquí te espero. - dijo él buscando un lugar cómodo para sentarse.

Ella se dirigió hacia su recamara. Llevaría únicamente lo más indispensable, se sentía esperanzada ante la noticia de que pronto Laura estaría libre entre ellos.

Estaba guardando algunas cosas, cuando escucho ruidos, se asomó a la ventana de su recamara y con sorpresa observo a varios hombres rodeando la casa, recordó a Roberth y su gente esa misma mañana, seguramente habían regresado, no le dio importancia, después de todo ahí estaba Leonel para que los recibiera, mientras ella terminaba de empacar sus pertenencias.

Iba a seguir cuando escucho disparos, y hombres gritar, no tuvo tiempo de nada más que de correr y poner el seguro de la puerta, luego se metió al cuarto de baño en donde también hecho el seguro, afuera se seguían escuchando voces alteradas, los insultos y las malas palabras no se hacían esperar.

Con manos temblorosas buscó su celular, pero ¿a quién le pediría ayuda? Nadie estaba cerca de ella, no tenía a nadie. De pronto recordó el papel que Roberth le había dado, lo había guardado en la bolsa de su pantalón, busco con rapidez y lo encontró. Intentó marcar el número, pero al escuchar como la puerta de su recamara cedía ante los golpes que se le daban, el papel cayó de sus manos, lo tomó de nuevo angustiada e intentó marcar de nuevo. Esta vez tuvo éxito, pero los hombres ya estaban frente a la puerta del baño golpeando para derribarla, del otro lado de la línea se escuchaba el timbre, pero nadie contestaba.

_ ¡Lidia! ¿Qué sucede? se escuchó por fin la voz alerta de Roberth.

Él había tenido la precaución de grabar el número de ella tomándolo del celular de Damián, así que supo de inmediato que se trataba de ella y por desgracia estaba seguro de que algo sucedía, porque ella no lo llamaría si no fuera por una verdadera emergencia.

_ ¡No sé qué pasa! - gritó angustiada. Alguien entró a la casa, dispararon, estoy en el baño, pero van a tirar la puerta.

Roberth escuchaba el ruido a través de la línea.

_ Voy para allá. - dijo no había nada más que decir, no podía decirle que no se preocupara, sabía que era cuestión de minutos, quizás segundos para que entraran. _mantén tu celular contigo alcanzó a decirle antes de escuchar un estruendo y los gritos de angustia de ella. El corazón se le encogió, más cuando la comunicación se cortó.

Mientras salía iba dando órdenes, no podía perder tiempo.

_ James ¿sigue ahí? - preguntó mientras salía a la calle. Iba a mantener la comunicación abierta con el mientras manejaba.

_ Si. - confirmó James. _aunque apagado, pero lleva su celular, con eso es suficiente.

_Bien, guíame. - pidió.

Era en vano dirigirse hacia la casa de Laura, ya que sabía que ella ya no se encontraba ahí, sin embargo, envió de todas formas a algunos de sus hombres para ver que encontraban, mientras tanto iba organizando por el camino a varios grupos más, tenían que rescatar a Lidia, de una o de otra forma les cerrarían el paso, solo que tenía que ser paciente, tenía que saber en dónde y en qué momento hacerlo.

Sintió alivio cuando James le indicó que estaban saliendo fuera de la ciudad, eso facilitaría sus maniobras.

*****
Lidia estaba muy asustada, esos hombres eran perversos, tan solo verlos y oírlos le causaban terror, habían avanzado por varios minutos, quizás media hora, no sabía exactamente, cuando divisó una casa que a simple vista parecía abandonada. Escucho cuando el líder del grupo les indicó a los demás a través del celular que iban a hacer una parada. Luego se desviaron de la carretera principal tomando un atajo que los condujo hacia la casa, una vez ahí, la bajaron a empujones de la camioneta, ya le dolía todo el cuerpo, había recibido varios golpes mientras la sometían en su casa.

Con rapidez la introdujeron a la casa que estaba semivacía, en la primera habitación que entraron se apreciaba solo una mesa y varias sillas, pensó que la iban a obligar a sentarse, pero no fue así la dejaron de pie, solo había entrado con ella el jefe de ellos y dos hombres más que la tenían sujeta.

Luego Lidia miró abrirse de nuevo la puerta y entraron otros dos hombres llevando casi a rastras a Leonel, sangraba de un hombro y se quejaba de dolor, pero eso a ellos no les importaba, lo aventaron sin cuidado haciendo que se sentara en una de las sillas, había perdido sangre y seguro estaba debilitado, casi no podía mantener la cabeza en alto, por lo que él jefe de Ellos se acercó y tomándolo del cabello hizo que levantará la cabeza y mirara a Lidia.

_ Muy bien. - dijo con burla. _ya que estamos aquí, vamos a empezar con las confesiones. - rió con fuerza. _ dile a la dama que fue lo que hizo su respetable esposo.

Leonel no contestó, ¿qué querían que le dijera? Sabía tantas cosas de él que ella no sabía, incluso que estaba vuelto loco por su hermana y que, dentro de poco, también sería su mujer, que se había aliado con Rigoberto Salas y que pronto daría muerte a sus dos hermanos y a Laura.

_ Contesta. - fue sacado de sus cavilaciones con un fuerte golpe en el estómago, que lo dejó sin aire.

_ ¿Qué quieres que le diga? - interrogó con voz ahogada.

_ Dile quien secuestro a su hermana y en donde la tiene.

CORAZÓN ATORMENTADO. No.8️⃣/SERIE HOMBRES DE LA SIERRA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora