CAPÍTULO 11 PIDIENDO AYUDA

3.2K 386 8
                                    

Lidia recordó su primer encuentro con Damián.

Estaba temerosa, se hallaba delante de él, temía que la descubriera, que se enterara de que era Alfonso quien la estaba enviando hacia él y que al final no le prestara la ayuda que necesitaba.

_Se trata de mi hermana. - dijo aguantando un sollozo. Cuando él le preguntó, que era eso tan importante que quería tratar.

El frunció el ceño.

_ ¿Qué sucede con ella? - preguntó.

_Ha sido secuestrada. - lo miró con angustia. _nos están pidiendo mucho dinero y tú sabes que nosotros no tenemos.

_ ¿Porque no vas a la policía? - dijo, seguramente dudaba de su palabra.

_Porque nos advirtieron que de hacerlo la matarían.

_Yo pienso. - dijo con calma. _que tiene más posibilidades si se intenta un rescate que si pagas lo que te piden.

_ ¡Por favor! - suplicó de nuevo. _dijeron que la matarían si no pagamos. Ella debe de estar asustada. - dijo entre sollozos. _ya pasó una semana de que se la llevaron.

_Te voy a ser sincero. - dijo serio _No creo que a estas alturas ella esté con vida, y yo no deseo meterme con esa gente, a duras penas he permanecido alejado de personas como ellos, como para arriesgarme ahora y hacerlo por alguien que se metió en ese mundo por propia voluntad.

Ella lo miró con los ojos muy abiertos, se dio cuenta de que él hablaba de su hermana Karina, si supiera que ella estaba muerta precisamente a consecuencia de la vida que había llevado.

_Se trata de Laura. - lo miró con los ojos llorosos. Ella no merece esto. _Es mi hermana menor. - se adelantó a decir ante el silencio de él. _probablemente no te acuerdes de ella, estaba muy chica cuando me casé.

_Si... La recuerdo. - su expresión cambió, seguramente si se tratara de Karina se hubiese negado a ayudarla. Karina le había hecho mucho daño a Santiago y a Elizabeth. _ ¿Por qué alguien querría secuestrarla a ella precisamente? - interrogó.

_No lo sé - dijo con voz aún llorosa.

_ ¿Por qué me pediste ayuda a mí y no a Santiago? Él tiene más posibilidades que yo de ayudarte. En todos los sentidos.

_Sabes que no podemos acudir a él, nos hecho de su vida y dejó muy claro que no quería volver a vernos.

_ ¿Porque no se acercó Alfonso a pedir ayuda, en lugar de enviarte a ti? Después de todo somos hermanos. - había seguido él con su interrogatorio, era evidente que desconfiaba de ellos.

_Porque no tenemos a nadie a quien acudir y el no quiso molestarte, por eso decidió mantenerse al margen, pero yo no puedo dejar que los días pasen y no hacer nada, ella nos recibió en su casa cuando más la necesitamos y no me importa humillarme ante ti sabiendo cuanto nos desprecias, lo único que quiero es que ella regrese sana y salva, luego buscaré la forma de pagarte hasta el último centavo, te lo prometo... ¡Por favor! - suplicó.

_Si soy sincero, no me gusta todo esto, no quiero asegurarte nada, lo único que puedo decir es que voy a investigar y dependiendo de que arrojen mis investigaciones decido si te ayudo o no.

_Pero... - iba a protestar abatida, quizás en lo que él hacía sus investigaciones esos hombres se cansaban de esperar y decidían asesinar a su hermana.

_No te preocupes. - la tranquilizó. _no pasará de hoy, te lo prometo, lo único que espero es que no me mientas, porque entonces me vas a conocer. - amenazó.

_Te juro que no estoy mintiendo. - trató de que le creyera. _si la ayudas te estaré agradecida por toda la vida.

_Yo me comunico contigo. - se puso de pie seguido de ella. _solo quiero aclararte que, si decido ayudarte, espero tu cooperación al cien por ciento y no pondrás reparos a las decisiones que se tengan que tomar. ¿De acuerdo?

Ella asintió. Por fin había una esperanza en medio de tanta oscuridad.

Agradecida lo miró alejarse en su auto de lujo, seguido por sus escoltas, no sin antes haber pedido un auto de alquiler para ella y pagado el importe.

Era tan diferente a su esposo que ni hermanos parecían, Alfonso siempre había vivido a la sombra de su madre ya fallecida, haciendo y viviendo la vida que ella quería, dependiendo siempre de lo que Santiago le daba, que era mucho, Santiago jamás había escatimado nada a su familia, les había dado todo lo que habían querido incluyendo a sus cuñados y a ella y a los hijos de cada uno de ellos, siempre se había mostrado muy generoso y se había encargado de que ningún miembro de su familia tuviera ningún problema, hasta que había sucedido lo de su esposa.

Tarde se había dado cuenta ella del error que había cometido y se arrepentía enormemente, no por encontrarse en esa situación tan precaria, después de haberlo tenido todo, si no por haberse dejado manipular por su suegra y su esposo y haber permitido que dañaran a gente inocente.

*****
Lidia caminaba desesperada de un lugar a otro, estaba con los nervios a flor de piel, por un lado estaba su hermana, de toda su familia era la que menos merecía pasar por algo así, temía que a estas alturas ya la hubieran asesinado.

Luego tenía a su esposo, él la apoyaba y de hecho había sido el de la idea de pedirle el dinero a Damián, pero insistía en mantener el secreto, aseguraba que sus hermanos no les prestarían ayuda si sabían que él lo pedía.

Por otro lado tenía a Damián, insistiendo en hacer las cosas a su manera, él quería intentar un rescate en lugar de entregar el dinero, y eso le creaba otro conflicto con su esposo, él le había insistido tanto que no aceptara ningún tipo de trato, nada más que entregar el rescate, él aseguraba que intentar cualquier otra cosa era motivo seguro para que asesinaran a Laura, así que ahora se hallaba mintiéndole a uno, haciéndole creer que obtendrían el dinero para pagar el rescate y engañando al otro convenciéndolo de que su esposo estaba al margen de todo eso, cuando ella lo único que quería era tener a su hermana viva y a su lado.

CORAZÓN ATORMENTADO. No.8️⃣/SERIE HOMBRES DE LA SIERRA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora