CAPÍTULO 14 SALIENDOSE CON LA SUYA

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Alfonso respiro hondo, estaba satisfecho, al fin después de tanto contratiempo todo empezaba a salir bien.

Después de pensar que todo estaba perdido cuando Laura fue rescatada y le fue arrebatada, descubrió que estaba con el maldito de su hermano, no solo la había rescatado, si no que eran pareja, vivían y trabajaban juntos, se habían burlado de él, pero ahora era su turno, ahora él la tenía de nuevo a ella y no sólo a ella, también a él.

Se había valido de la ayuda de Lidia para engañarla y secuestrarla de nuevo, por supuesto su esposa no sabía que era el quien la tenía, como la primera vez, había jugado muy bien sus cartas.

Por casualidad había visto como Laura se dirigía hacia una plaza comercial, entonces se le ocurrió la idea. Inmediatamente llamó a Lidia informándole que acababa de ver a su hermana paseando por la plaza, la instó a que tomara un auto de alquiler y se dirigiera rápido hacia allá, si es que quería encontrarla todavía, y había llegado.

Ellas no se habían visto desde que Laura fue secuestrada, así que aprovechó cuando ella acudió a aquel centro comercial. Había pasado momentos terribles desde su secuestro y sabía que deseaba con toda el alma verla de nuevo y constatar que se encontraba bien.

Sentado en un lugar discreto observaba toda la escena, lo demás fue fácil.

Su momento había llegado y sería más fácil de lo que esperaba, su esposa estaba siendo de gran utilidad.

Después de dejar que ellas hablaran y se desahogaran por varios minutos, tomó su teléfono y marcó el número de su esposa.

_ Lidia. - dijo a través de la línea. _no digas que soy yo, solo escucha. Hay una persona que está siguiendo a tu hermana, no se lo digas porque la vas a asustar. Está unas mesas más allá de ustedes, es el hombre que no les quita la mirada de encima, tenemos que sacar a tu hermana de aquí.

Ella asintió nerviosa miro hacia donde su esposo le había dicho y efectivamente un hombre no les quitaba la mirada de encima.

Alfonso la observo satisfecho, sabía que el hombre en cuestión, era el escolta de Laura, pero su esposa no lo sabía y haría lo que él le dijera.

_ Dile que vas, al baño y has que te acompañe, una vez ahí dile que se te olvidó algo en el auto y sácala.

_Pero... - iba a protestar.

_ Sé que no tienes auto, pero ella no lo sabe, llévala a la parte de atrás del estacionamiento y hazlo rápido antes de que sea demasiado tarde.

Desde su lugar observo como las dos mujeres discutían, al parecer Laura se resistía a moverse de su lugar, pero terminó cediendo y se levantó siguiendo a Lidia.

De inmediato el guardaespaldas se puso de pie y las siguió.

Lidia se dio cuenta y se puso más nerviosa, sin dudarlo siguió las órdenes de su esposo, tenía que evitar que Laura cayera de nuevo en manos de sus secuestradores.

Laura miró hacia atrás estaba nerviosa, no desconfiaba de su hermana, pero temía que Alfonso se enterara de que la había visto por eso le había pedido que no le comentara de su encuentro. Tenía pavor de que se la volviera a llevar. Lo peor era que no podía delatarlo con su hermana, porque como él mismo le había dicho se las cobraría con ella y no quería que su hermana sufriera ni fuera lastimada. Gracias a Dios Lidia había aceptado. Miro que su guardaespaldas las seguía a corta distancia y se sintió más tranquila. Solo acompañaría a Lidia hasta su auto el cual no sabía que tenía, pero se alegraba por ella de que ya tuviera uno, después de eso se marcharía.

Lidia la condujo hacia la parte trasera del estacionamiento, se veía muy solo y un escalofrió recorrió su cuerpo.

Miro a su hermana detenerse como si buscara algo, todo sucedió tan rápido que no tuvo tiempo de reaccionar.

Una camioneta cerrada se paró frente a ellas, dos hombres salieron empujando a Lidia y obligando a Laura a subir, un tercer hombre disparo desde la camioneta al escolta de Laura que cayó herido no sin antes disparar también su arma, luego las puertas, se cerraron y la camioneta arranco llevando su preciada carga.

_Alfonso esperaba pacientemente dentro del local, cuando escuchó los disparos fue su señal para salir sin ser sospechoso y corrió hacia su esposa que gritaba por ayuda, con desesperación. Él la abrazó con fuerza tratando de calmarla, pero sin dejar de escudriñar a su alrededor, todo había salido bien, lo único que lamentaba, era que el escolta no estuviera muerto, hubiera deseado rematarlo el mismo, pero no podía. Se centró en dar su mejor actuación ante su esposa.

*****
Damián recibió una llamada del escolta, de Laura. Le informaba que Laura seguía en la plaza comercial, pero que se había encontrado con una mujer con la cual estaba sentada compartiendo los alimentos.

Damián se alarmó, Laura no mantenía contacto con nadie desde su secuestro, pidió que le describiera a la mujer y una vez lo hizo se dio cuenta de que se trataba de Lidia, le pidió que no se separara de ella y que estuviera alerta, luego arranco su auto hacia la plaza comercial, probablemente se ganaría dos que tres multas por exceso de velocidad, pero no le importaba, tenía que llegar cuanto antes, quizás estaba siendo paranoico, pero lo prefería a que ella de verdad estuviera en apuros.

Su corazón se aceleró cuando su teléfono comenzó a sonar insistentemente, era de nuevo el escolta de Laura. Estaba cerca, no quiso contestar para no detenerse así que aceleró. Esta vez su corazón se detuvo cuando llegó al estacionamiento y miro el revuelo que había, varías patrullas estaban llegando al igual que él, otras ya se encontraban en el lugar, a lo lejos alcanzó a ver al escolta recostado en el piso su ropa manchada de sangre, pero él estaba consciente con el teléfono al oído, entonces se dio cuenta de que él suyo seguía sonando, era él. También miro más allá, lejos de la multitud. Lidia se veía inconsolable abrazada a su esposo, cuando lo vio llegar corrió hacia él.

*****
Lidia lloraba inconsolable entre los brazos de su esposo.

_Se la llevaron. - fue lo primero que dijo cuándo angustiada corrió a encontrar a Damián que iba llegando angustiado.

Alfonso también se acercó. Tenía que fingir ante su hermano.

_ ¿Cómo demonios sucedió? - grito Damián fuera de si. _ ¿Qué hacías con ella? - la miró desesperado. _ ¿y tú? - le lanzó una mirada asesina a su hermano.

_ ¡Oye! ¡Cálmate! - lo enfrentó Alfonso. _ nosotros no tuvimos nada que ver, ellas solo se encontraron, deberías descargar tu frustración con quien se la llevó, no contra nosotros.

Damián volvió en sí, en cuanto había visto la escena ya no había podido pensar, sólo de imaginar a Laura de nuevo en manos de esa gente lo ponía enfermo. Sin decir más se alejó de Lidia y Alfonso y se acercó como autómata al escolta, se aseguró de que iba a estar bien atendido y se marchó. Tenía que hacer algo antes de que esto pasara a mayores, sabía que de aquí a que la policía se pusiera en movimiento podría ser demasiado tarde.

Marcó primero a Santiago, luego a Roberth. Todos se pusieron en movimiento.

*****
Para Alfonso las cosas empezaban a mejorar, poco después de que se llevara a Laura, valiéndose de la angustia que Damián tenía por su desaparición, logró que bajara sus defensas y de nuevo utilizando a Lidia, aunque esta vez no la llevó al lugar, logró tener también a su hermano entre sus manos, ahora solo faltaba lo más importante, atraer a Santiago y entregarlo en manos de su peor enemigo, Rigoberto Salas, para que este a su vez se deshiciera de él y por fin el poder recuperar lo que desde un principio debió ser suyo, si su padre no se hubiese empeñado en darlo a su hermano.

CORAZÓN ATORMENTADO. No.8️⃣/SERIE HOMBRES DE LA SIERRA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora