CAPÍTULO 21 PENSANDO EN REHACER SU VIDA

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Lidia salió al exterior cuando escuchó que había llegado una de las camionetas de los hombres de Roberth.

Cuando estuvo fuera, lo primero que vio, fue a él descendiendo para abrir la puerta de atrás y dar paso a su hermana.

La miró consternada, había cambiado tanto, se veía pálida y demacrada, además se apreciaban golpes en su rostro y brazos.

Corrió y la abrazo con desesperación.

_Lamento tanto esto. - dijo como si fuera su culpa. _perdóname. - la abrazó con más fuerza, las lágrimas fluían por sus mejillas. _yo no sabía... Si hubiera sabido...

_ Tú no tienes la culpa. - dijo entre lágrimas comprendiendo que ella estaba enterada de que había sido Alfonso el causante de su secuestro.

_De haberlo sabido te juro que no lo hubiese permitido. - aseguró.

_Lo sé. - la consoló.

Después de unos momentos en que ambas permanecieron abrazadas consolándose una a la otra, por fin entraron.

Roberth las observaba de lejos. Se preguntaba, si Alfonso hubiese sobrevivido, ¿su esposa lo perdonaría? ¿Sería tan grande su amor que le daría una nueva oportunidad?

Se reprendió a sí mismo por estar pensando esas tonterías, él estaba muerto y nada podía hacerse ya.

Sería él quien le diera la noticia en caso de que su hermana no lo hiciera y ella iba a necesitar de consuelo, deseaba ser él quien se lo diera.

*****
Lidia acompañó a su hermana hacia el interior, de inmediato se le asignó una recamara y Gloria la enfermera, que cuidaba de Lidia se encargó de hacerle una primera valoración de su estado, Justin venía en camino para revisarla, así que Gloria le recomendó darse un baño, mientras él llegaba.

Lidia salió al recibidor, esperaba ver a Roberth, sabía que él podría informarle de lo sucedido, él le había hecho una promesa y la había cumplido. Quería agradecerle, pero también él sabía que había sido de Alfonso, quería saberlo. Él no le mentiría, aunque en el fondo lo presentía.

_ Te lo prometí. - dijo él acercándose a ella. Ahora tienes que ser fuerte para apoyarla.

Un nudo se formó en su estómago y en lugar de preguntar nada solo lo miró con angustia.

_ El no sobrevivió. - dijo mirando su rostro contraerse de dolor.

_ ¿Sufrió mucho? - preguntó entre lágrimas.

_ No de la forma que tú crees. - se acercó y tomó sus manos. _ su muerte fue rápida, pero el hombre con el que se alió lo traicionó y le hizo creer que te había dado muerte, eso lo enloqueció de dolor, creo que cuando se fue ya no quería vivir y solo fue por ti, te amaba de verdad, aunque se haya equivocado en lo demás.

_ Y mi hermana... ¿También era una equivocación? - dijo sollozando, aguantando el dolor que sentía por dentro.

_ Ella solo era un capricho al que no tuvo acceso, ciertamente una equivocación, de haberlo visto no dudarías.

Ella le creyó y no pudo contenerse más, él llanto afloró y él estuvo ahí para, contenerla, la abrazó y le dio palabras de aliento. Hasta que su llanto fue aminorando, entonces la apartó con cuidado.

_ Lamento lo sucedido. - dijo, pero ahora tanto tú como tu hermana deben de ser fuertes, ahora sólo se tienen una a la otra. El hombre que asesinó a tu esposo y al esposo de tu cuñada. - dijo refiriéndose a Leonel. _también lo hizo con toda la familia.

Ella abrió sus ojos muy grandes, no podía asimilar lo que le estaba diciendo.

_ Lamento decírtelo en estos momentos, pero tarde o temprano tenías que saberlo.

_Pero... ¿A quiénes...? - lo miró desconcertada.

_ A todos, tus cuñadas, sus esposos, sus hijos.

_No puede ser. - se tapó el rostro, el llanto volvió a aflorar. _no puede ser...

El la volvió a abrazar y ella se desahogó entre sus brazos. La sentía tan vulnerable, que deseo no apartarse nunca de su lado.

*****
Los días se sucedieron con demasiada rapidez, hacia dos semanas de que Laura llegara a ese lugar, ella y Lidia agradecían la hospitalidad, pero ya era hora de ir pensando que hacer, a donde ir.

Tanto una como la otra estaban renuentes a regresar a la casa de Laura, les era doloroso estar ahí después de todo lo ocurrido, eran demasiados los malos recuerdos, sobre todo para Lidia, pero por lo pronto tendrían que regresar quisieran o no, no tenían a donde más ir, ambas estaban pensando en buscar un empleo, aunque Lidia no sabía de qué, nunca en su vida había trabajado y ahora sentía pánico de hacerlo, en cambio Laura, no tenía temor, no le asustaba tener que volver a empezar, lamentaba tanto haber tenido que dejar el excelente trabajo que Damián le había conseguido en una de sus empresas, pero después del distanciamiento que se había dado entre ambos durante su secuestro, ella pensaba que Damián no la quería en su vida, y seguramente tampoco la hubiera querido en su empresa.

Por momentos había estado a punto de sucumbir a la depresión, pero ella era una luchadora, no se dejaría vencer, sobre todo porque estaba su hermana, tenía que ser fuerte por ella, y por ella no se permitía derrumbarse, aunque estuviera destrozada por dentro.

*****
Lidia estaba sentada en una de las bancas del hermoso y amplio jardín que circundaba las instalaciones.

Se encontraba absorta en sus pensamientos, estaba preocupada por su hermana, aunque ella no lo decía, sabía que sufría por la indiferencia de Damián, en varias ocasiones había estado tentada de ir a buscarlo y traerlo a la fuerza si era necesario, quería volver a ver a su hermana sonreír.

Estaba tan triste, que dolía verla. No entendía a Damián, desde que lo empezó a tratar, le pareció una buena persona, recordó su primer reunión con él, cuando le pidió ayuda, entonces ella era una persona no grata para él, sin embargo le dio una segunda oportunidad, cuando ella falló a su cita, ese hubiera sido el pretexto perfecto para haberle negado otra oportunidad, sin embargo se la dio, acepto ayudarla e involucrarse con gente que él había estado rehuyendo por años y luego al marcharse, no la había dejado ahí a la deriva, había pedido un auto de alquiler, lo había pagado y se había cerciorado de que ella subiera a éste, antes de partir.

Eso no lo hacía un hombre sin escrúpulos, sin sentimientos y ella sabía por lo que su hermana le había contado que sin duda el sí que tenía sentimientos por ella.

Estaba segura de que algo había sucedido, pero ¿cómo saberlo?

Su mente estaba distraída pensando una solución.

Cuando levantó su mirada, observó una figura que le era muy familiar y se acercaba.

Esas visitas se estaban volviendo algo cotidiano para ella y se sorprendió al darse cuenta de que las esperaba con ansia

CORAZÓN ATORMENTADO. No.8️⃣/SERIE HOMBRES DE LA SIERRA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora