Hola. Primer minimaratón de dos.
1er. Capítulo de 2.
Espero que lo disfruten.
Saludos.CAPÍTULO 63
Lidia estaba feliz, Roberth no la había defraudado, le habían informado que el matrimonio por fin había sido aceptado en El Centro De Investigación Y Tratamiento de Enfermedades Raras. No podía hacerse muchas ilusiones, ya que sólo los evaluarían, para cerciorarse de que de verdad ese era el lugar adecuado para su tratamiento, de ser así, el siguiente paso era conseguir un donador para llevar a cabo dicho tratamiento, lo cual ya tenía solucionado, Roberth sería ese donador. Amaba a ese hombre, parecía haberse propuesto cumplirle cualquier capricho que a ella se le antojara y ella no quería aprovecharse de eso, pero ver a alguien desvalido y no hacer nada, no era su naturaleza, y si él estaba dispuesto a apoyarla aceptaría gustosa, aunque intentaría no abusar de su generosidad.*****
Roberth miraba el reporte con incredulidad. Desde el momento en que James le envió las imágenes del video del exterior de su casa, en donde se veía a esa pareja entrando a ésta y luego las del interior en donde se les veía cuando Lidia los llevaba hasta la habitación en donde pasarían la noche, él los había mandado investigar, en esos videos se observaba como David en ningún momento se separaba de Lidia, solo por eso lo había perdonado... Y claro... Porque era su amigo y su mano derecha. Confiaba plenamente en él y no lo había defraudado. La pareja no se había quedado sola en ningún momento, David se había asegurado de que siempre hubiera cuando menos tres hombres vigilando, dos al exterior de la habitación y otro en los alrededores, además había puesto en alerta a todo el personal de seguridad de la casa.Ahora tres días después estaba recibiendo el reporte, pero ya era demasiado tarde, esa pareja había sido evaluada y diagnosticada, ambos requerían de un tratamiento largo y costoso, al parecer habían contraído una rara enfermedad, en algún país del mundo, ni siquiera sabían en cuál.
Por lo pronto en dos días se les admitiría en el Centro y se les enviaría a la clínica adjunta para empezar con el tratamiento, ya que éste sería tardado y costoso y requeriría que estuvieran entrando y saliendo de la clínica, así que también eso ya estaba solucionado, ya se les había admitido en el programa para proporcionarles un lugar adecuado para vivir cerca del Centro.
Para ellos la vida se les estaba solucionando. Pero... ¿para él? La vida no podía estarle haciendo esa mala jugada.
Con incredulidad volvió a leer el informe, era la tercer copa de vino que bebía y estaba tentado a tomarse toda la botella, pero luego se le vino a la mente la última vez que lo hizo, y lo avergonzado que se había sentido de que Lidia lo viera en esas condiciones.
Era tanta su necesidad de ahogar ese cúmulo de sentimientos, pero no lo haría, por ella no lo haría. Sin embargo, se preguntaba, ¿cómo le diría eso? Y sobre todo ¿qué haría al respecto?
*****
Lidia había entrado al despacho de Roberth, desde el día anterior se le veía distinto, quizás estuviera nervioso por la proximidad de la boda, era algo natural, sin embargo algo le decía, que no se trataba de eso, su mirada estaba apagada y su rostro no sonreía como días atrás, además parecía estar perdido en sus pensamientos.Esa tarde por fin se armó de valor y entró.
Como supuso, su escritorio se veía desordenado, una botella semi vacía estaba a un lado y junto a ella una copa con vino a medio tomar.
El la recibió con una sonrisa, pero ésta no llegaba a sus ojos, sus pensamientos parecían estar muy lejos de ahí, cuando ella tomó asiento, en lugar de atenderla con alegría como siempre lo hacía, su mirada se perdió y él junto con ella.
Tuvo que llamarlo varias veces para volverlo a la realidad.
_ Perdona. - se disculpó. _ no me encuentro en mi mejor momento.
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CORAZÓN ATORMENTADO. No.8️⃣/SERIE HOMBRES DE LA SIERRA.
Roman d'amourRoberth gritó desesperado. _ ¡Sálvala! - extendió el cuerpo inerte de la mujer que amaba. Los brazos del médico la tomaron y él con dolor de su corazón tuvo que entregarla. Se resistía, a hacerlo, como se había resistido toda su vida a hacer lo que...