CAPÍTULO 17 CONOCIENDO LA VERDAD

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Lidia lo miró con sus ojos muy grandes, no podía ser lo que estaba pensando. Su rostro palideció al ver la duda en él.

_ ¡Vamos! - recibió otro golpe esta vez en el rostro.

_ Fue tu esposo. - gritó ante la desesperación.

Lidia lo miró con incredulidad. Luego miro la cara de satisfacción del hombre que los tenía ahí.

_ ¿Qué más? - lo urgió.

_ El la secuestro en las dos ocasiones. - siguió ante la amenaza de ser castigado de nuevo. _la tuvo prisionera con la esperanza de abusar de ella. - bajó la mirada sin ser capaz de ver las emociones que cruzaban por el rostro de ella.

_ Continúa. - de nuevo el hombre lo tomó del cabello para obligarlo a mirar a Lidia.

_ Ella escapó, pero Alfonso la buscó hasta encontrarla, luego te uso a ti para poder llevársela de nuevo, ahora la tiene escondida esperando hacer con ella lo que siempre ha querido y además quiere utilizarla como carnada para atraer a sus hermanos Damián y Santiago para deshacerse de ellos.

Lidia estaba llorando, no podía creer lo que escuchaba, ella estaba segura de que su esposo la quería y sabía qué hacía negocios sucios, pero no era capaz de hacer todo eso que decían de él. Seguro que era mentira.

_ Mientes. - dijo por fin. _tú mismo me dijiste que él la va a rescatar, que me mandó llamar para que no esté sola.

_ Mentí. - dijo él. _ Alfonso se acaba de aliar con Rigoberto Salas para llevar a cabo su venganza contra sus hermanos, se los va a entregar a él para que se deshaga de ellos y a Laura dijo que la mataría en cuanto consiga lo que quiere de ella.

_Me mintió. - sollozo angustiada, todo su mundo se venía abajo en unos segundos, todo por lo que había vivido, todo lo que amaba, se había reducido a nada, ¿cómo no se dio cuenta nunca? debió haber visto algunos indicios, pero ¿cuáles? Luego recordó como Laura rehuía estar en casa cuando él estaba, como evitaba estar en el mismo lugar en que él estaba.

_ ¡Dios mío! - se lamentó. Estaba segura de que si seguía pensando iba a encontrar cientos de indicios ¿cómo es que nunca los vio?

_ Él te quiere de verdad. - dijo Leonel al ver su angustia y su dolor, lo de Laura es solo un capricho, fue solo porque ella lo rechazó cuando era una jovencita, y se convirtió en un reto para él.

Está confesión fue como un segundo balde de agua helada sobre ella.

¿De modo que desde siempre él había acosado a su hermana? No... No podía con eso, las fuerzas le fallaron, pero los hombres que la sostenían no la dejaron caer, la obligaron a permanecer de pie.

_ ¿Qué es lo que quieren? - interrogó presa del llanto. _ ¿que ganan con esto?

_ En realidad nada, solo la satisfacción de ver cuál va a ser tu reacción cuando estés enfrente de él, mi jefe Rigoberto Salas quiere conocerte y creo que vas a estar más accesible a él sabiendo que no le debes nada a tu esposo ¿o me equivoco? -rió con burla. En cuanto a tu amigo. - dijo refiriéndose a Leonel. _con el ya hemos terminado, ya no nos sirve para nada.

Hizo una seña a sus hombres quienes lo tomaron de los brazos y lo sacaron ante las suplicas de él.

_por favor déjenlo. - pidió angustiada al ver la mirada suplicante que él le dirigía. Leonel sabía lo que le esperaba.

El hombre sólo la miró con burla.

_ Prepárate para marcharnos. -dijo saliendo detrás de Leonel y sus hombres.

Ella intentó soltarse del agarre de los dos que quedaban dentro, pero se paralizó al escuchar los gritos de Leonel pidiendo que no lo hicieran, seguidos de dos disparos, luego silencio.

_ Olvídate de tu amiguito. - dijeron entre risas los hombres que la sostenían. Ella se derrumbó.

_ Vámonos. - asomó la cabeza el jefe de ellos. _súbanla así. - dijo al ver a Lidia inconsciente.

_ ¿y éste? - escuchó a uno de los hombres de afuera preguntar refiriéndose al cuerpo inerte de Leonel.

_ Déjenlo ahí, alguien lo encontrará.

Emprendieron de nuevo la marcha con un prisionero menos.

*****

Robert miraba impaciente por la ventanilla de la camioneta, había dejado que alguien más manejara para él, poder coordinar las acciones a seguir.

Ya había dado instrucciones, cada quien sabía cuál era su trabajo, ahora sólo le iban informando de lo que sucedía minuto a minuto.

Sabía que las dos camionetas usadas para llevarse a Lidia ya habían sido rodeadas con discreción por sus hombres, James ya le había informado cual era el lugar más apropiado para realizar el rescate, el tráfico estaba siendo monitoreado por James para evitar que gente inocente saliera lastimada, por suerte a esas horas y en ese lugar era escaso. En caso de que por cualquier circunstancia las cosas no se dieran y no pudieran llevarlo a cabo, James seguía trabajando para asegurar otro lugar, varios grupos de gente de Roberth ya se había adelantado lo suficiente a quienes llevaban a Lidia para ir preparando los escenarios posibles, todo eso lo hacían con ayuda de drones que les mostraba lo que había más adelante y lo que iba sucediendo por el camino, si algo tenía Roberth era que usaba la tecnología a su favor, y se apoyaba con expertos en cada área. Ahora solo esperaba no llegar demasiado tarde y poder arrebatarles con éxito a Lidia a esos hombres. Por alguna razón esto lo sentía muy personal, aunque en realidad no tenía nada que ver con él, pero de solo pensar lo angustiada que ella estaba y lo que estaría pasando su pecho se oprimía, no quería que nada malo le pasara.

A lo lejos divisó una casa, sabía que de haber parado ahí ya no estarían, aun así, envío a un grupo a revisar.

Momentos después recibía el reporte. Efectivamente habían hecho una parada, había un hombre muerto. Tenía con él sus documentos, era Leonel, cuñado de Santiago y Damián, no lo conocía personalmente, pero si había escuchado hablar de él.

_ Déjenlo y regresen. - ordenó, ya alguien lo encontraría y darían aviso a las autoridades.

CORAZÓN ATORMENTADO. No.8️⃣/SERIE HOMBRES DE LA SIERRA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora