CAPÍTULO 46 TRAS LA PISTA

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Sara había escuchado toda la conversación, ahora se daba cuenta de la víbora con la que se había aliado, ¿cómo no se dio cuenta antes? Pero... ¿cómo hacerlo? si era igual que ella, ambas perseguían el mismo objetivo y ambas habían actuado en contra de Lidia sin ella haber hecho nada para ganarse su enemistad, más que ser la preferida de Roberth y ambas habían consentido en su muerte si eso les aseguraba que Roberth quedara libre. Ahora veía claro y se daba cuenta de que ninguna de las dos había tenido en realidad una oportunidad con él, ella ni siquiera sabía que ellos estaban comprometidos. Se había equivocado, si pudiera cambiaría las cosas, pero ya era demasiado tarde para ella, y también para Nora, escuchó cuando esos dos hombres se marcharon y como llegó otro que, sin mediar palabra, se acercó a Nora y disparo, fueron dos disparos y luego silencio. Sólo los pasos de ese hombre alejándose.

No supo si fueron horas o sólo minutos, pero la angustia y la desesperación de saber que había perdido y de que nadie le prestaría auxilio terminó por acabar con sus fuerzas y su intención de luchar, su cuerpo se debilitaba a cada segundo, hasta que dejó de sentir, su tiempo había terminado y todo por lo que luchó, había sido en vano. Cansada y arrepentida cerró los ojos y se dejó ir.

*****
_ ¿Qué crees que hará con nosotros? - interrogó Javier a Román volviendo al presente.

_ Te contestaría que nos matará, pero mientras más lo conozco sé que no lo hará. Fui un estúpido al no acudir directamente con él, ahora la verdad no sé qué fin tendremos, lo que si se es que me puedo olvidar de obtener cualquier tipo de apoyo suyo. No solo intenté chantajearlo, sino que ahora su cuñada verdaderamente está en peligro en manos de La gente de Lucas.

_ Cuando menos tenemos una esperanza. - sonrió levemente Javier.

_ ¿De qué hablas? - lo fulmino con la mirada Román.

_ Hablo de que hasta la fecha nadie ha sido capaz de derrotar a Santiago y Lucas no va a ser la excepción, así que cuando acabe con él nos habrá librado a nosotros de uno de nuestros más grandes problemas.

_ Desearía ser tan positivo como tú. - dijo con ironía. _ pero se te olvida que estamos en la misma posición en la que pronto estará Lucas y que Santiago está muy molesto con nosotros, tanto que pende sobre nuestras cabezas la pena de muerte.

_ Tú mismo acabas de decir que no se atreverá a matarnos.

_ Él no, pero basta con que nos entregue a cualquiera de nuestros enemigos y no desearas saber lo que nos espera.

Javier no dijo nada. Lo sabía, desde ese momento ya no se sintió tan seguro, a pesar de que habían quitado sus ataduras de los pies y los habían dejado solos encerrados en una cómoda habitación y les habían llevado comida. Eso era inusual entre gente como ellos, por lo general no les importaba que sucediera con sus prisioneros, menos les proporcionaban comodidades, después de todo, a menos de que lograsen escapar, eran hombres muertos, pero estaban hablando de Santiago Moran, con el todo era inusual.

*****
Lucas Salas intentaba mirar más allá de la oscuridad, sabía que tenían que moverse, los hombres de Santiago estaban más cerca de lo que él hubiese deseado.

Maldito Santiago Moran, ese hombre seguro tenía pacto con el diablo, ¿cómo era posible que nadie pudiera contra él. Pero su suerte se le acabaría pronto, solo era cuestión de que llegara a rescatar a su cuñada, él sabía que para Santiago siempre estaría primero la familia, aun cuando estuviera enemistado con ella, y esa tal Lidia seguía siendo de su familia, aunque el esposo estuviera muerto.

Su plan era perfecto y tenía que funcionar, aunque la gente de Santiago le pisara los talones, en cuanto el muriera al intentar rescatar a Lidia, ellos se dispersarían, lo sabía, sin su jefe ellos no eran nada.

Había sido una gran suerte poder quitársela a Román y poderla conservar, sabía que no eran los únicos tras de ella, ya en una ocasión se les había escapado cuando quisieron llevársela de un hotel de mala muerte, la verdad es que ni siquiera habían tenido tiempo de intentarlo porque alguien la había protegido, pero ahora no había contado con tanta suerte.

Él la tenía y ya todo estaba preparado para que Santiago cayera en su trampa. Si tan solo sus hombres no estuvieran detrás de él, todo sería perfecto y él podría estar disfrutando por adelantado de su triunfo.

*****
Roberth habló con voz ahogada, la angustia lo estaba matando.

_ Dime Santiago. - contestó con desesperación su llamada.

_ Está confirmado. - dijo él al otro lado de la línea. _ ninguna de las mujeres muertas es Lidia.

Roberth soltó el aire que había estado reteniendo, ya no escuchaba a Santiago, no lo había oído decir que una de las mujeres encontradas muertas era Sara la supervisora de Lidia y la otra su ex empleada Nora. Para él lo único importante en ese momento era que ninguna era ella y que aún tenía esperanzas de encontrarla con vida.

_ Por lo pronto seguiremos con el plan. - había alcanzado a escuchar de nuevo a Santiago. _es cuestión de tiempo para que le demos caza a ese maldito de Lucas Salas, debió de haber aprendido la lección después de lo que le sucedió a su hermano Rigoberto, pero seguro quiere venganza.

_ Más le valdría haberse quedado quieto. - estuvo de acuerdo Roberth. Ese hombre no se saldría con la suya, como no se salió Rigoberto Salas al enfrentarse a Santiago y a su amigo Aureliano Montero y en donde perdió la vida, a su gente y sus posesiones.

_ Estamos cerca de él. - confirmó Santiago. _ pronto lo tendremos, tú sigue adelante, los datos de tu gente son correctos. Me acaban de confirmar que tengo que presentarme en la vieja mina, es ahí donde la tienen. Bruno ya tiene toda la información, coordínense y tengan cuidado, recuerda que es una trampa para mí.

_ También cuídate. - dijo Roberth agradecido de que Santiago le tuviera la confianza suficiente como para confiarle la vida de Lidia, ahora solo dependía de él.

CORAZÓN ATORMENTADO. No.8️⃣/SERIE HOMBRES DE LA SIERRA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora