CORAZÓN ATORMENTADO. No.8️⃣/SERIE HOMBRES DE LA SIERRA.

CAPÍTULO "NO FUE NADA"

Hola. 2o. minimaratón de dos
1er capítulo de 2
Espero sea de su agrado.
             

                 CAPÍTULO 66
Roberth sostuvo la mirada de aquel hombre al que debería llamar papá, pero que aún no sabía si se lo merecía.

_ No es mi intención juzgarlos, ni reclamar. - dijo por fin. _ lo único que quiero saber es ¿por qué?

Un silencio abrumador se dejó sentir, ninguno de los dos lo miraba a la cara.

_ Al menos eso me deben. - insistió Roberth ante su silencio. ¿O quizás ni siquiera eso merezco? - los miró interrogante. ¿Tan fácil fue para ustedes sacarme de sus vidas? Porque para mí no, yo los recordé cada maldito día de mi existencia hasta el día de hoy. - Intentó controlarse, pero ellos no respondieron. _me preguntaba día a día qué había hecho tan malo como para que me castigaran de esa manera. - su voz se quebró.

Ellos permanecían en silencio.

_ ¿Por qué? - lo intentó de nuevo. Ninguno de los dos respondió. ¿POR QUÉ? Maldita sea. - gritó con furia dando un fuerte golpe a la pared.

Todos se sobresaltaron

_ ¡Lo hicimos por amor! - dijo por fin él.

_ ¿Por amor? - apretó los puños indignado. _ por amor no se abandona a un hijo.

_ ¡Nos amábamos demasiado! - volvió a decir él. _ contigo a cuestas no podíamos disfrutar de lo que queríamos, además, no pasó nada. - lo miró evaluándolo. _mira en lo que te has convertido.

_ ¡Me abandonaron! - gritó. _ me dejaron solo en un maldito país extraño, sin nada más que lo que traía puesto, confiando en que mis padres regresarían por mí, estuve días completos esperándolos. - los miró con dureza. _ hasta, que comprendí que quizás se habían perdido y no lograban localizarme. - dijo con desprecio. _ entonces tuve que moverme de ahí para que no me llevaran. Aún tenía la esperanza de encontrarlos, de abrazarlos, de decirles que no me había pasado nada, que no se preocuparan más por mí. - rió con amargura. ¿Pueden imaginar? - los miró con ojos cristalizados. _ ¡era un niño! ¡Solo un niño de ocho años!, no sabía el idioma, no podía pedir nada, ni siquiera estaba preparado para pasar la noche, ¿tienen idea del frío que hace durante las noches? ¡Claro que no! - dijo con amargura. _en los hoteles de lujo el clima esta siempre controlado. Mientras ustedes disfrutaban de su gran amor en la comodidad del hotel, su hijo apenas sobrevivía en las calles.

_ Eso no tenía que suceder. - dijo su padre. - espantado de lo que estaba escuchando.

_ ¿No? - lo miró con incredulidad. ¿Entonces qué era lo que tenía que suceder?

El guardó silencio, seguramente intentaba decir algo coherente, algo que justificara sus malas acciones.

_ Eras un niño extranjero. - dijo por fin. Su rostro estaba rojo y sudaba copiosamente, era claro que no esperaba volver a ver a su hijo en su vida y menos tener que explicar por qué lo había hecho. _después de mediodía. - continuó. _alguien tenía que notar que estabas perdido, te llevarían a las autoridades, ellos buscarían contactarnos, al no lograrlo serias puesto en un lugar para niños huérfanos, luego alguien te adoptaría, retomarías tu vida y todo estaría bien, con unos padres que verdaderamente te desearan y te amaran. ¡Así fue! - aseguró mirándolo. _de no ser así, no estarías en la posición en la que estás ahora. - lo miró esperando su respuesta y rogando por qué fuera afirmativa.

El silencio se hizo pesado. Sólo se escuchaban los sollozos de su madre.

_ No pasó nada fuera de eso. ¿Cierto? - dijo con voz grave.

Roberth se pasó las manos por entre su pelo revolviéndolo un poco. Luego levantó su mirada y los encaró.

_ No pasó nada... No pasó nada. - repitió con dolor. _cierto... No es nada cuando de la noche a la mañana te encuentras con que ya no tienes un hogar, no tienes que comer, no tienes en donde resguardarte de las inclemencias del clima, y lo peor, no tienes a unos padres que te protejan, o al menos, que te digan que todo estará bien, aunque no sea verdad. No es nada cuando la gente llama a la policía y tú te escondes porque sigues esperando a tus padres que seguro te buscarán, no es nada cuando te mueves del lugar después de días de espera y lo único que encuentras es nada, no es nada cuando la culpa te corroe pensando que por haberte movido ellos ya no pudieron encontrarte.

Sus padres lo miraban sorprendidos, jamás se habían detenido a pensar en que algo no podía salir como ellos lo pensaron, para ellos todo había sido sencillo, lo dejaban, las autoridades lo recogían, lo ponían en adopción y una familia lo criaba, eso era todo. Ahora veían lo equivocados que estaban.

_ ¡Maldita sea! - los sobresalto la voz alterada de Roberth. _ no es nada cuando después de pasar varias noches a la intemperie, en lugar de encontrarte con tus padres, te recoge el gobierno y te lleva a donde hay otros niños como tú, solo que la mayoría no tiene padres, yo sí los tenía. - dijo con tristeza. _se estaban dando la gran vida. No es nada cuando a la segunda noche, quien se supone que te cuidará, intenta abusar de ti. No es nada cuando un niño de ocho años que debería estar en su casa, pensando en cosas de niños, está asesinando a un hombre por primera vez. No es nada cuando tienes que golpear hasta dejar inconscientes a tus agresores, ni es nada cuando para poder sobrevivir tienes que robar lo que comes, lo que vistes, lo que te echaras en la noche para cubrirte del frío de la intemperie, no es nada cuando ves morir a la niña que te ayudó a manos de unos bastardos porque se defendió para no ser abusada. - su mirada estaba vidriosa. _ no es nada cuando después de semanas de estar tirado en las calles de un barrio de mala muerte después de la golpiza que te pusieron los hombres que asesinaron a tu mejor amiga, por defenderla, te puedes levantar e ir tras ellos, pero no puedes hacer nada porque son muchos y más fuertes que tú y tienes que esperar años antes de volver a buscarlos y les haces frente y te deshaces uno a uno de ellos y los que quedan con vida pagan por lo que hicieron, sin posibilidad de volver a tocar a una mujer en su vida, no es nada cuando después de ella te toca a ti ser atacado, no una sino un sin fin de veces durante el transcurso de tu asquerosa vida y tú te defiendes y esos que te atacan reciben su castigo, y los dejas muertos o inservibles, porque si intentan atacarte a ti, lo harán con otros. Fueron muchos "padre" - lo miró con rabia y me asegure de que yo fuera su último intento. Pero no fue nada, no te preocupes.