Faltaban unas horas para el amanecer, Santiago y Gustavo no se habían movido del lugar en ningún momento, mantenían comunicación con James, quien les había dado una idea de por dónde empezar a cavar, él estaba muy seguro de que los encontrarían con vida, pero ellos ya empezaban a dudarlo, era mucho tiempo sin comida y quizás sin bebida, además si estaban heridos, era difícil que alguien sobreviviera.
Hacía media hora que se había dado el cambio de turno, para que los hombres, que habían trabajado la mayor parte de la noche se fueran a descansar y otros más despejados los relevaran, cuando escucharon por la radio la sorprendente noticia. Estaban dentro... Por fin lo habían logrado y no sólo eso, los habían encontrado, estaban con vida.
_ Estás seguro. - se había adelantado Gustavo a preguntar.
_ Sí, no los hemos visto, pero hablamos con Roberth, hay tres personas más con él, solo que una está muy grave.
_ Lidia ¿está con él? - interrogó Santiago con ansiedad. _ ¿está bien?
_ Si. - se escuchó la voz al otro lado. _está con él y está bien. El herido es uno de los hombres de Lucas Salas.
_ Quiero que le den prioridad a mi gente. - ordenó Santiago.
_ Lo haremos. - contestó el hombre, pero esto no será fácil, las condiciones son muy precarias, el lugar es demasiado estrecho, para llegar a ellos, solo se puede acceder de uno en uno, el lugar en donde se encuentran al parecer está compuesto de varios niveles y el suelo es inestable, la ventaja es que ellos casi no se han movido de su sitio, y nosotros no podemos sobrecargar el lugar, es preferible que ellos vengan hacia nosotros y no nosotros hacia ellos.
Santiago y Gustavo estuvieron de acuerdo, por fin podían respirar aliviados Roberth, Lidia y David estaban bien, el otro hombre también importaba porque era un ser humano, pero su prioridad eran los demás. Y los traerían con bien
Se les habían unido al exterior de la mina Aureliano Montero, su esposa Mariana se había marchado junto con algunos de los heridos para darles seguimiento, también estaban Lorenzo Maldonado y Miguel de la Fuente cuyos hombres eran los que se estaban haciendo cargo del trabajo de rescate. También habían llegado ya Justin y su hermosa e inseparable esposa Gloria, ambos estaban listos para entrar si era necesario, sabían que cuando menos había un herido, aunque no sabían aún que tan grave era su situación.
*****
Las labores de rescate se estaban complicando, todo dentro de la vieja mina se estaba volviendo demasiado inestable, las explosiones seguían y aunque había varias horas de diferencia entre una y otra, cada, vez que se daban la situación se volvía más peligrosa, tanto para los que estaban dentro como para los de fuera.Santiago había pedido a sus hombres que localizaran a la persona que podía parar eso, pero frustrado escuchó una vez más por parte de uno de sus hombres que Lucas Salas se negaba a cooperar.
_ ¡Tráiganlo! - gritó furioso. No quería alejarse del lugar, pero se daba cuenta de que, si no hacía algo, ese hombre iba a lograr que esa mina se viniera abajo sobre sus amigos antes de que pudiesen ser rescatados.
*****
Lucas Salas se sentía victorioso, veía la frustración de los hombres de Santiago cada vez que él se negaba a cooperar, no le importaba ser castigado, sabía que estaba a punto de ganar, nadie lograría hacer que el hombre que había programado los explosivos detuviera las explosiones. Por la desesperación de los hombres de Santiago sabía que él seguía dentro de la mina, como él lo había previsto, pronto todo terminaría y Santiago Moran estaría muerto y sus hombres sin su jefe no eran nada, entonces el sería libre y empezaría su cacería para apoderarse de todo lo que le pertenecía a él, incluyendo el poder y la autoridad que tenía sobre tanta gente y tantos grupos. Ahora él sería el máximo líder de toda esa región.*****
Santiago se alejó del grupo. Tenía, que buscar un lugar adecuado para recibir a Lucas y no llamar la atención de los demás.Por fin después, de varios minutos de espera sus hombres llegaron, si no fuera por su desesperación de sacar a sus amigos de la mina hubiese disfrutado de la cara de sorpresa que puso Lucas, cuando lo miró parado frente a él.
*****
Lucas había sido trasladado por los hombres de Santiago, el trayecto había durado varias horas, él había permanecido tranquilo. Creía que mentían cuando le decían que lo llevaban ante Santiago, todo este tiempo había creído que sólo lo estaban haciendo para asustarlo y obligarlo a dar el nombre y la ubicación del hombre encargado de los explosivos, sin embargo, cuando se detuvieron y lo bajaron de la camioneta supo que estaba perdido.Frente a él se hallaba Santiago y no estaba feliz. Un sudor frío recorrió su cuerpo, era la peor pesadilla de cualquier integrante del crimen organizado, estar en poder de Santiago Moran y haberlo hecho enojar primero.
No entendía, que había podido salir mal, se suponía que era él quien debería estar bajo la mina, y si no era él, ¿entonces quien estaba allá?, sabía que alguien tenía que haber ido por Lidia, de cualquier forma ya no importaba, el caso era que no era Santiago y eso echaba por tierra todos sus planes y por consiguiente cualquier oportunidad que pudiera haber tenido de conseguir su objetivo.
_ ¡Toma! - arrojó Santiago un celular a Lucas, quien lo atrapó instintivamente, aun cuando tenía las manos, atadas hacia el frente. _ Detén esas malditas explosiones.
Lucas miró el teléfono y luego a Santiago.
_ ¿De verdad crees que lo voy a hacer? - lo miró con burla. _ primero me matas.
_ ¿Esa es la condición? - sacó Santiago su arma. _ estoy seguro de que no te necesito. - apuntó a su cabeza decidido. _alguno de tus hombres sabrá llevarnos a él.
_ ¡Espera! - gritó asustado, cuando escucho que el seguro era quitado.
_ Habla de una maldita vez.
- exclamó Santiago exasperado._ Si disparas nunca darás con él. - dijo con voz entrecortada. _ yo soy el único que sabe de quién se trata y su paradero.
_ ¡Entonces habla! - gritó furioso.
Lo único que obtuvo como respuesta fue su risa burlona.
_ No me matarás. - sonrió. _y no lo harás porque soy la única persona que sabe quién es. Sin mí, tus amiguitos están perdidos ¿y sabes que es lo más gracioso? - sé burló. _que no voy a hablar y tú eres tan cobarde que sabes que no te atreverás a deshacerte de mí, porque mientras yo viva hay una esperanza para ellos y no te atreverás a quitársela.
Santiago apretó los puños, ese hombre tenía razón, pero aún no lo conocía, no sabía con quién se estaba metiendo.
_ ¡Tráiganlo! - ordenó y empezó a caminar rumbo a la mina. Sus hombres obedecieron llevándolo casi a rastras.
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CORAZÓN ATORMENTADO. No.8️⃣/SERIE HOMBRES DE LA SIERRA.
Любовные романыRoberth gritó desesperado. _ ¡Sálvala! - extendió el cuerpo inerte de la mujer que amaba. Los brazos del médico la tomaron y él con dolor de su corazón tuvo que entregarla. Se resistía, a hacerlo, como se había resistido toda su vida a hacer lo que...