Roberth caminaba con dificultad, al principio había cargado a Lidia, pero una vez repuesta había insistido en salir por su propio pie, sin embargo, tenía dos prisioneros que llevar, uno iba adelante custodiado por sus hombres, el segundo se movía con dificultad, su herida no era grave, pero seguía perdiendo sangre a pesar de los esfuerzos que se habían hecho por detener la hemorragia. Roberth había intentado que su compañero cargara con él, pero éste se había negado rotundamente, había decidido dejarlo ahí para que muriera, pero Roberth no podía hacer eso, sobre todo porque Lidia había abogado por él.
_ Sé que quizás no se lo merezca. - había dicho ella cuando los demás lo estaban dejando atrás. _ pero él impidió que los otros hombres me hicieran daño, por eso estaban peleando. - dijo angustiada mirando como el hombre hacía una mueca de dolor y se acomodaba en el piso en donde su compañero lo había dejado aventado, momentos antes. _pensabas cargarme a mí. - dijo suplicante. _ llévalo a él.
Roberth no dijo nada, la abrazo y después de un momento la soltó y se dirigió hacia el hombre.
_ ¿Cómo te llamas? - preguntó.
_ Tomás. - dijo casi sin aliento.
_ Bien Tomás. - dijo Roberth. Aún no ha llegado tu hora. - dijo levantándolo con cuidado y pasando el brazo de él sobre su hombro para ayudarlo a caminar. _ al menos no aquí, ni sólo.
Los tres empezaron a caminar.
Roberth miró como uno de sus hombres se había regresado y lo ayudaba con Tomás.
*****
Santiago miraba con atención la actitud de Lucas y sus hombres, él y sus más allegados estaban en una habitación vacía, no estaban atados, pero no podían hacer nada para escapar, no contaban con nada que pudiese ayudarlos, sin embargo ni siquiera lo intentaban, Santiago que los vigilaba a través de un circuito cerrado de video se percató de que continuamente Lucas miraba su reloj, ¿que esperaba? Afuera todos estaban en alerta por si intentaban liberarlos, pero él intuía, que no era eso, entonces... ¿Que era?... De pronto se dio cuenta, miró la sonrisa triunfante de Lucas después de comprobar de nuevo la hora y lo supo, supo por qué Lidia estaba al interior de una mina, por qué había tan pocos hombres resguardando el lugar, era porque no intentaban atraparlo, necesitaban que entrará, querían tenerlo dentro y solo existía un motivo para ello.De prisa tomó su sistema de comunicación y gritó desesperado.
_ ¡Roberth! ¡Salgan de ahí! Es una trampa.
_ Vamos de salida. - alcanzó a escuchar la voz de Robert, luego un estruendo ensordecedor y silencio, el equipo de sonido estaba muerto.
_ ¡Maldito Lucas Salas! - gritó furioso. _ ¡Maldito hombre! - intentó establecer de nuevo la comunicación. Todo fue en vano. Entonces marcó a Bruno.
_ Fueron varias explosiones. - dijo Bruno alterado, había estado gritando órdenes, al parecer un grupo estaba cerca de la salida que había sido bloqueada por una de las explosiones, todos estaban ilesos y sus sistemas de comunicación funcionando, pero entre ellos no se encontraban ni Roberth, ni Lidia y no había comunicación con ellos.
Santiago gritó furioso, debió haberlo visto venir, pensó que le dispararían al llegar, o que intentarían apresarlo, siempre sus enemigos buscaban venganza y deseaban tenerlo entre sus manos para torturarlo, algunos lo habían logrado, pero jamás lo habían vencido, sabía que esto se seguiría dando mientras tuviera vida, y lo entendía, sin embargo, no soportaba que intentaran dañarlo a través de gente inocente.
_ Atenlos gritó y llévenselos de aquí. Si algo le pasaba a Lidia o a Roberth a ese hombre no le alcanzaría la vida para pagarlo.
Tomó de nuevo su teléfono y empezó a hacer llamadas.
*****
Bruno supervisaba las acciones para el rescate, no sabía cómo le había hecho Santiago, pero el lugar se había llenado en tiempo récord de un impresionante equipo especial de rescate. Aunque los sobrevivientes se encontraban cerca de la salida, estaba totalmente bloqueada y eso implicaba que tenían que crear un nuevo acceso, lo que no sería fácil ni rápido debido a las viejas condiciones de la mina, cualquier error podía hacer que esta se desplomara sobre ellos.*****
Habían transcurrido varias horas de lo sucedido, en el lugar ya se encontraba Santiago, Gustavo había llegado más temprano, también Lorenzo Maldonado se había presentado con su mejor equipo anti desastres. Uno de los nuevos giros de su negocio era la minería y contaba con lo mejor de lo mejor.Él, junto con Gustavo estaban buscando la manera de llegar hasta Roberth y Lidia, mientras los demás intentaban rescatar a los otros, no sabían si estaban con vida, pero no se rendirían hasta llegar a ellos. Justin y Gloria también venían en camino.
*****
_ Damián, por favor actúa con sensatez. - empezó Santiago a desesperarse. _ el que estés aquí no va a ayudar en nada. - dijo a su hermano que estaba al otro lado de la línea. _ y dejar a Laura sola tampoco la ayudará, ten en cuenta por todo lo que han pasado. - hablaba de tres secuestros por los que había tenido que pasar ella, uno él, así como un muy reciente accidente aéreo en el que casi pierden la vida ambos. Sabía que Laura desearía estar ahí, apoyando a su hermana, pero si eran realistas, en estos momentos estorbarían más que ayudar, ya había demasiada gente y estaba tentado a desalojar el lugar y dejar a la gente estrictamente necesaria. No necesitaba observadores que sólo complicaba las maniobras de rescate._ Trataré de mantener a Laura en casa. - aceptó por fin Damián. - sabía que Santiago tenía razón, pero estaba desesperado por no poder ayudar a su cuñada y a su amigo. Roberth siempre había estado para él cuando lo necesitó.
*****
Amanecía cuando por fin los primeros hombres fueron saliendo uno a uno, todos los presentes aplaudieron con emoción, sin embargo había un pequeño grupo que desde lejos observaba lo que sucedía, sus rostros a pesar del gusto por los rescatados era sombrío._ ¿Crees que sigan con vida? - interrogó Lorenzo.
_ Tienen que estar vivos. - dijo Santiago tratando de convencerse a sí mismo.
_ No hay señales de vida ahí abajo. - dijo uno de los ingenieros que supervisaba la búsqueda.
_ ¡Vivos o muertos los vamos a traer a la superficie! - estalló Gustavo.
Todos lo miraron sorprendidos, él siempre se mantenía ecuánime, era la sensatez andando, era tan raro verlo perder la compostura, pero su gran amigo... Su hermano estaba ahí abajo, quizás luchando por su vida, no lo dejaría ahí, bajaría él mismo, de ser necesario. Miró a Santiago y supo que tenían el mismo sentimiento.
_ No los dejaremos. - dijo Lorenzo, luego se dirigió hacia sus hombres dando órdenes, aunque le costara la vida apoyaría a sus amigos. Miguel lo miró de lejos, estaba con él... Como siempre... En las buenas y en las malas... Sabía que no lo dejaría.
*****
Aureliano Montero estaba atento. Los hombres rescatados habían salido, varios estaban heridos, ayudó a ubicarlos en lugares seguros para que Mariana su esposa los atendiera, la clínica, que ella dirigía y que se encontraba en su territorio estaba muy retirada del lugar, como para trasladar a los más graves, pero ella les daría los primeros auxilios ahí en la mina y luego verían hacia donde los trasladaban dependiendo de su gravedad. Una vez hubo terminado de ayudarla se centró en el único sobreviviente de los hombres que trabajaban para Lucas Salas, sus heridas eran leves, permanecía atado de manos. Su rostro cargado de odio le mostraba el desprecio que sentía hacia él y todo aquél que tuviera que ver con Santiago Moran._ Ya deberían de largarse de aquí. - dijo con desprecio. _ los que quedaron allá, adentro ya están muertos o pronto lo estarán. - una sonrisa burlona se dibujó en su rostro.
Un escalofrío recorrió el cuerpo de Aureliano. Supo que había más... Miró hacia donde se encontraba Santiago, estaba demasiado lejos de ellos. Quiso gritarle, pero no lo escucharía y no había tiempo.
Tomó su celular._ Tienen que salir de ahí. - grito a través de la línea.
Santiago lo busco con la mirada y dio la orden de alejarse del lugar.
Todo sucedió en fracción de segundos. Un fuerte estruendo se escuchó.
Santiago sintió el suelo moverse a sus pies, y una enorme nube de polvo se levantó frente a ellos.
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CORAZÓN ATORMENTADO. No.8️⃣/SERIE HOMBRES DE LA SIERRA.
RomansaRoberth gritó desesperado. _ ¡Sálvala! - extendió el cuerpo inerte de la mujer que amaba. Los brazos del médico la tomaron y él con dolor de su corazón tuvo que entregarla. Se resistía, a hacerlo, como se había resistido toda su vida a hacer lo que...