CAPITULO 51 VENGANZA

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     Maratón. 2o. de 3 capítulos

_ Yusuf Alkan. - dijo Roberth con voz pausada. - era el nombre del hombre que pagó por mí, cuando me llevaron a aquel centro para menores, desde el primer momento en que me tuvieron, él y sus tres hijos, hicieron de mi vida un infierno, hicieron lo que quisieron conmigo. - ella lo miró con Angustia. _ solo hubo algo que jamás les permití. - dijo adivinando por donde iban sus pensamientos. _ ni a ellos ni a nadie. - continuó. _ muchas de las muertes que debo se deben a que jamás deje que ningún degenerado fuera hombre o mujer me pusiera sus cochinas manos encima.

Ella se estremeció ante su confesión, no sabía que le causaba más dolor, si escuchar de sus propios labios que era un asesino o enterarse de las situaciones por las que tuvo que pasar sobre todo siendo un niño. Sentía ganas de llorar, pero se contuvo, por él.

_ Desde el primer momento intenté escapar y desde el primer momento fui castigado sin piedad después de que me daban caza.

Fue a los dieciséis años, cuando era ya un delincuente consumado, <<el mejor de sus chicos>> decía Yusuf, que me encontré con los que serían mis padres adoptivos, eran una pareja de americanos, ambos de Estados Unidos Joseph y Adele Hunter, eran un matrimonio nacionalizado en ese país, tenían años recogiendo niños y jóvenes de las calles, les daban todo lo que requerían para reintegrarse a la sociedad y valerse por sí mismos, ropa, comida, un techo, estudios y lo más importante amor y valores, tenían éxito porque el gobierno los apoyaba y porque de verdad buscaban el bien de esos chicos, yo tuve la fortuna de ser uno de ellos, incluso me adoptaron y me dieron su apellido, lo curioso es que no me encontraron ellos a mí, yo los encontré a ellos, mi objetivo era asaltarlos y robarles todo lo que traían, pero ellos me robaron el corazón, ese encuentro cambió mi vida, lo poco o lo mucho de bueno que hay en mí, se los debo a ellos. - su voz se quebró. _ellos decían que darían la vida por sus chicos y por mi lo hicieron... Literalmente. - se detuvo porque no podía seguir. _ esos bastardos me dieron caza una vez más, solo que esta vez les costó cinco años el poderme ubicar, <<era su mejor hombre>> <<no me podían dejar>> Me confesó Yusuf una vez que me tuvo de nuevo en su poder, pero les costó la vida a mis padres, y yo no pude hacer nada, no estaba presente. - dijo con la mirada perdida. Lidia supo que estaba reviviendo una vez más los acontecimientos. _ me encontraba en clases, en la universidad.

Cuando ellos me rescataron se ocuparon tanto de mí, que se propusieron normalizar mi educación, empezaron desde cero porque yo no sabía nada más que lo que había aprendido hasta los ocho años que estuve con mis padres biológicos, lo lograron y cuando llegó el tiempo de entrar a la universidad lo hice pero fue en el segundo año cuando me encontraron de nuevo, yo no lo supe hasta que fue demasiado tarde, cuando llegué esa tarde a casa y ellos estaban muertos, los habían asesinado, alcance a mi padre con vida y me dijo que no me rindiera, que jamás lo hiciera y esas palabras son las que me han sostenido a lo largo de mi vida.

Acababa de morir, aún lo tenía en mis brazos cuando la casa estalló en llamas, ellos no sabían que yo estaba adentro, salí como pude por la parte de atrás, y ahí estaba Ryad, mi hermano, también adoptado por ellos, era más pequeño que yo, en esa época él y yo éramos los únicos que quedábamos en su casa, le dije que huyera, mientras yo entretenía a Yusuf y sus hijos, después de todo era tras de mi, tras de quien iban, y aunque nunca pudieron tocar a mi hermano porque el gobierno lo protegió, siempre me amenazaron con ir tras de él si intentaba escapar de nuevo y no lo hice porque sabía que podían hacerlo. Así que me quedé con ellos, seguí aprendiendo todo lo que pude de su mundo, hasta que logre ser superior que ellos, conocí y me relacione con gente que ellos ni idea tenían, me metí a lugares que ellos ni en sus más locos sueños podían imaginar, conseguí armas que ellos en su vida verían siquiera y aprendí a usarlas, me esforcé tanto que logré ser superior a ellos y cuando estaba en la cima, los enfrenté, antes nunca tuve una  oportunidad real contra ellos, siempre estaban juntos y no sólo era él y sus hijos, eran todos los hombres que los rodeaban y los custodiaban, pero con lo que sabía y tenía a la mano logré aislarlos, neutralice a su gente, me metí a su propio territorio y ahí cuando solo estaban los cuatro, los enfrente, todos me atacaron a la vez, pero yo ya no era el mismo y sin dudarlo les di lo que merecían. - su voz se volvió más ronca. Les di muerte. Lo peor o lo mejor. - la miró a los ojos. _ es que no me arrepentí, ni me arrepiento ahora, y si tuviera la oportunidad, lo volvería a hacer. De lo único que me arrepiento es de que no lo hice antes.

Después de eso huí, las autoridades me buscaron por mucho tiempo. No me encontraron porque nunca supieron quien lo había hecho. Después de ellos siguieron muchos más, los más allegados, los más fuertes, los más perversos, hasta que los que fueron quedando huyeron despavoridos, porque ni siquiera sabían de donde, o quien estaba terminando con ellos. Ellos creyeron que escapaban, pero las autoridades tenían la información suficiente como para que nada ni nadie pudiese defenderlos de ir a parar a prisión, cuando terminé, no había quedado nadie de ese grupo, desde el más grande hasta el más chico hablando de poder, o estaban muertos o estaban en prisión, sin posibilidades de algún día volver a levantar esa maldita organizacion.

Así fue mi vida hasta antes de conocer a Gustavo. - dijo. _él fue la segunda tabla salvavidas que llegó a mi vida y aunque lo dudé y me resistí por mucho tiempo, después me aferré a ella. Fue como llegué hasta aquí, Gustavo más que mi jefe es mi mejor amigo, es mi hermano.

Lidia lo escuchaba consternada, mientras más sabía de él, más sentía que lo quería, era un hombre increíble, había superado todo, aunque nada había sido fácil. Lo admiraba por su sinceridad, por su valentía, sabía que se estaba exponiendo a que ella lo rechazara, pero no lo haría... Jamás lo haría... Lo amaba... No había duda en ella. Lo abrazó, luego sin previo aviso lo besó, fue un beso cálido, tímido, pero cargado de promesas.

_ Te amo - susurró con los ojos cristalizados. _ deseo tanto que todo eso quede en el pasado. - lo abrazó.

_ Si estoy contigo, si me aceptas como soy, con toda la basura que hay en mí, te prometo que todo quedará en el pasado, tú serás mi tercera tabla de salvación.

_ Lo seré... Si, lo seré. - se aferró a él con desesperación. Estaba llorando.

El limpió sus lágrimas no quería verla llorar, pero él también estaba llorando, nunca imaginó que después de todo el infierno que había pasado, que después de todos esos largos años de soledad, dolor y tinieblas, al fin podía ver la luz, al fin su corazón era rescatado y de verdad ya nada importaba, su niñez, su juventud, su pasado, su soledad, su abandono, nada importaba, ella lo llenaba todo.

CORAZÓN ATORMENTADO. No.8️⃣/SERIE HOMBRES DE LA SIERRA. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora