Borrachera

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Al llegar a casa tuve que aceptar la ayuda del taxista para bajar al borracho del auto y llevarlo al portal de la casa, pagué y agradecí antes de meter la llave en la puerta.

Tuve que soltar un poco a Hawks para poder abrir la puerta, pero cuando por fin la abrí Hawks calló de cara contra el piso.

-¡Ay no! Hawks, ¿Hawks? ¿Estas bien? -podrá no ser tan robusto como otros héroes, pero eso no evita que este pesado, solo lo giré en el suelo. Me acerqué un poco a su rostro para verlo mejor.

Me puse de pie para encender las luces y cerrar la puerta, regresé con él y traté de despertarlo con leves golpes en la mejilla.

En algún momento subió su mano a mi nuca y trató de acercarme más a él, pero como cada vez que estamos solos y cerca, Black se interpuso. Saltó en el pecho de Hawks pasando por entre nuestros rostros, golpeando el estomago del hombre bajo de mí y sacándole el aire, evitando así que nos besáramos.

-Solo diré, que he tenido mejores vistas al frente- Black se quedó parado en su pecho dándole una vista perfecta de su erguida cola. Yo carcajee.

-Eso te pasa por quererte aprovechar, ven, ayúdame a pararte- le di mi mano y trató de ponerse en pie, pero al parecer fue demasiado alcohol para su sistema, se calló otra vez, ahora de espaldas. Largo un grito de dolor- ¿Estas bien? -solo volvió a quejarse, creo que se lastimó un ala- ven acá.

Repetí la acción, esta vez moviéndolo hacia un lado para que se apoyara en la pared. Lo llevé a mi habitación y lo aventé a la cama. Le estaba sacando los zapatos cuando habló.

-Invítame un café por lo menos antes de arrojarme así a tu cama y desnudarme- tenia una sonrisa boba en el rostro.

-Idiota, cállate y duérmete.

-¿No me acompañas a la cama preciosa?

-No me hagas pucheros, voy a hacer algo del trabajo, tú te quedas aquí y te duermes.

No es que me atrasara con cosas del trabajo, más bien, quería aprovechar para enviar unas cosas a Fatgum sobre la investigación en la que estamos trabajando, y por el cambio horario, esta es la mejor hora para sacar algo de información de otros países para hacer comparaciones y de más cosas.

Me di media vuelta sacándome la chaqueta, pero me tomó por la misma y parte de mi antebrazo jalándome hacia él y haciendo que callera encima suyo.

-¿Qué haces?

-Quédate.

-Tengo trabajo- se acomodo de manera que quedó sentado atrás de mi abrazándome por la cintura, suspiré ya algo cansada.

-¿Me quieres? -tenia la cara escondida en mi hombro.

-Claro, eres mi amigo, como no voy a quererte.

-No me refiero a eso.

-¿A qué te refieres entonces?

-Quiero que me ames, como algo más que un amigo- su voz se escuchaba baja, casi susurros, comenzó a dejar un camino de besos por mi cuello hasta llegar a mi oído- ¿puedes?

Me quedé en blanco, sabe lo de mi incidente con mi espalda y quirk, pero nunca le dije una de las más fuertes razones por las que dejé el continente. Iván, un idiota que me destrozo por completo luego de mi accidente.

Para muchos podría sonar estúpido, ¿Por qué dejarías tu continente a causa de un malnacido que no sabe valorarte? Bueno, no solo fue él, la chica a quien consideraba mi mejor amigo también me arruino, mis padres son mi única familia y se la pasan viajando por todos lados, no tienen un lugar realmente fijo, entonces, ¿Qué diferencia hay entre mi país y japón? Solo que aquí no tendría por todos lados algo que me recordara a aquellos dos.

Amor alado (Hawks x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora