Amor alado (Hawks x Lectora)

Otra misión

Parece que quienes sean que llaman se pusieron de acuerdo para arruinarnos la mañana. El celular de Hawks y el mío comenzaron a sonar hace un buen rato al mismo tiempo y ambos teníamos ya varias llamadas perdidas.

Tardamos demasiado en despegarnos de la cama y luego tratar de buscar nuestra ropa para recordar que la habíamos regado por todo el apartamento y terminar ambos con no mas que una camisa suya, aunque el sí encontró sus bóxeres por lo menos.

El problema ahora es que no encontramos ninguno de los celulares por ningún lado, y ambos siguen sonando con insistencia, fácilmente cuento unas siete llamadas perdidas por celular, que serán ocho si no los encontramos en los próximos quince segundos.

-Lo encontré- dijimos al unisonó y cambiamos los aparatos con gracia en nuestras caras al ver que encontramos el del contrario- si no te importa iré a la habitación.

-¿Problemas?

-Tengo más de ocho llamadas perdidas de Aizawa Shouta, esto es peor que problemas- reí mientras contestaba y entraba a la habitación, así ambos teníamos algo de privacidad- Aló

-¿Aló? ¿Cómo que Aló? ¿Tienes idea de la hora que es? -hablo el amargado al otro lado de la línea.

-Perdón, no encontraba mi celular, por eso me tarde en contestar- bufó molesto.

-¿Te olvidaste cierto?

-No- No tengo ni la más remota idea de que se supone que debería estar haciendo o de que habla siquiera- Ya voy en camino, lo prometo- pareció más pregunta que afirmación.

-¿A si?

-¿Si?

-¿Se puede saber a dónde te diriges entonces? -lo pensé un momento pero definitivamente mi cerebro aún no estaba lo suficiente despierto como para recordar donde se supone que este. Suspiré derrotada.

-No, no logro recordar, perdón- suspiró enojado.

-Mejor que llegues pronto, ya vienes tarde. Te quiero en la U.A. en menos de cinco minutos.

-Estoy a diez minutos volando.

-Tu problema- y colgó. Siempre tan emotivo.

Salí de la habitación encontrándome con Hawks en pantalones y recogiendo nuestra ropa.

-¿Por qué Aizawa Shouta te llama tan temprano? -preguntó apenas me vio.

-Primero que nada, buenos días.

-No aplica porque tu y yo sí dormimos juntos- besó mi frente interrumpiendo- además ya pasa del medio día.

-Como sea. Creo que tengo una cita en U.A. pero no logro recordar para que y me llamó para decirme que voy llegando tarde- le quité mi blusa de sus manos.

-¿Por qué todos tienen tu número? -me miró haciendo morritos mientras me sacaba su camisa para ponerme mi ropa.

-No empieces, él me conoce desde mucho antes que tú.

-Lo dudo.

-Me conoció cuando tenía unos tres o cuatro años, no recuerdo muy bien- nos miramos terminando de arreglarnos- larga historia, luego te cuento- me acerqué y besé su mejilla.

-¿Te veo aquí en la noche?

-¿También saldrás?

-Ya te lo dije linda, el mal no descansa y soy el único que puede con esto- reí separándome del beso que me había dado, si seguíamos así seguro volvíamos a terminar en la cama.

-Te veo en la noche entonces- ambos salimos por la ventana y comenzamos a volar en direcciones opuestas, logré hacer seis minutos de camino volando lo más rápido que pude. Nuevo récord.