Amor alado (Hawks x Lectora)

Miedo

!-ALERTA DE ESCENAS GRÁFICAS DE VIOLENCIA. LEER CON DISCRECIÓN Y BAJO SU PROPIO RIESGO.-¡

Abrí los ojos con lentitud. No había nada de luz, pero si un ruidito intermitente. Yo conocía ese ruidito, era el de pequeñas piedras golpeando mi ventana.

Esbocé una sonrisa poniéndome de pie, me estiré un poco antes de abrir la ventana, me asomé para verlo, pero él no estaba. Fruncí el ceño, el aire frío de la noche me golpeó la cara y volví a la cama solo para quedarme sentada ahí mirando la cortina tambalearse con el aire nocturno.

Luego de un buen rato suspiré y me levanté de vuelta, le di la espalda a la ventana para salir de la habitación, pero entonces me detuvo abrazándome desde atrás.

Reí leve ante su tacto sin los guantes y me giré en sus brazos mirándolo a los ojos, pero había algo distinto. Su mirada se clavó en la mía, la poca iluminación no ayudaba en nada, todo su rostro parecía mucho más sombrío y su mirada era afilada.

-¿Hawks? -lo miré ahora con duda, no parecía ser el mismo con el que me la pasaba charlando y bromeando.

Él no contestó, en cambio me tomó de nuevo por los hombros y prácticamente me arrastró hasta estamparme contra de las paredes de la habitación.

-Hawks, ¿Qué haces? -traté de forcejear solo logrando que su agarre se apretara aún más- Hawks. ¡Hawks! -lo tomé por los brazos arañándolo- Hawks me haces daño.

Me separó de la pared y volvió a golpearme contra ella un par de veces, grité y pataleé, pero no me soltó en ningún momento, no se inmutaba siquiera, sabía que me hacía daño. Era obvio que se daba cuenta de lo que pasaba, pero aun así no titubeo ni un poco ni un segundo en ninguno de sus movimientos.

Me soltó un instante solo para pasar sus manos de mis hombros a mi cuello, presionando con fuerza. Trataba desesperadamente de tomar aire, lo golpee varias veces, el estómago, los brazos, el rostro, cualquier parte de su cuerpo que lograra atacar con piernas y manos; pero de todas formas parecía no reaccionar.

Como un robot con la única orden de asesinarme. Entonces recordé.

Hubo una vez en que preguntó si lo dejaría de amar aún si mataba a alguien. ¿Es que acaso le pidieron que lo hiciera? Los de la comisión, ¿serían capaces de ordenarle que me asesine? y aún si ellos son capaces, ¿Él va a cumplir? ¿Así sin más?

Mi vista se nubló, mis piernas flaqueaban y mis extremidades no tenían fuerza. Al poco tiempo, me sentí desfallecer.

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Abrí los ojos con lentitud. La luz del sol golpeaba directamente mi rostro y no había el más mínimo ruido. No reconocí el lugar. Estaba tumbada sobre algo duro, el suelo quizá. Me levanté de a poco y cuando quedé sentada pude ver con claridad, la luz contra mi rostro no es la del sol, sino más bien de una lampara que al momento fue movida de lugar dejando de dañar mi vista para tratar de enfocarla en la persona tras la lampara.

-Mira eso, la pequeña (T/N)______ despertó al fin.

-¿Hawks?

-No pongas esa cara, sigue bajo el efecto mínimo de mi quirk.

-Mirko -hablé en un susurro- ¿Qué pasó? ¿Dónde estamos? -tenía la garganta reseca y me dolía todo el cuerpo.

-¿Cuánto tarda en dejar de hacerle efecto?

-No debería tardar, dale agua -escuché movimiento y poco después sentí como el agua se vertía sobre mi- así no idiota.

-Hey, pst, niña -chasqueó sus dedos frente a mí.

-No eres Hawks.

-¿En serio? -alzó una ceja divertido- no me había dado cuenta -habló con obviedad.

-¿Que hago aquí? ¿Quién es él?

-Según tú, él es Mirko, aunque viéndolo bien, no parece tener el aspecto de una heroína -el hombre corpulento sentado a unos metros de nosotros le dio una mala mirada.

-Tienes que alimentarla si quieres mantener tu plan como lo dijiste, y procura no maltratar tanto su cuerpo, aunque sea tu rehén sigue siendo tan humana como nosotros.

-De todas formas, la voy a matar luego -se enderezo quedando de pie a lado del otro tipo.

-¿Entonces para que este show cito?

-Para joder al pollo -esbozó una sonrisa con superioridad y ambos salieron del lugar.

Siguieron hablando, pero no tenía ganas de escuchar mucho, y aunque la tuviera, tampoco hubiera podido porque apenas salir de la habitación deje de escuchar hasta los susurros. 

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"Un lápiz sin tinta me observa desde el papelero. Que ironía, se ha quedado como yo, sin nada que decir entre hojas sueltas."

-Anónimo.