Black

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Salí de mi casa para conocer un poco más los alrededores mientras entreno un poco.

Iba corriendo por la acera y viendo todo a mi alrededor, tiendas de servicio, minimercados, incluso una pequeña plaza y una agencia de héroes. Quizá luego me pase por ahí.

Mientras continuo me doy cuenta que he llegado algo lejos, a una pequeña playa. Me quito los zapatos y me permito disfrutar el tacto de la arena entre los dedos de mis pies, comienzo a caminar por la orilla del mar. Disfrutando del amanecer, creo que salí demasiado temprano.

Llego a la parte de debajo de un muelle en donde puedo estar medio oculta de los que vengan a la playa, aunque parece bastante solitaria.

Decido hacer sombras un rato e intento sacar mis alas, pero no lo logro. Sigo así por una media hora, cuando ya no puedo más decido irme de nuevo a casa, esta vez trotando.

No tengo ganas de cocinar, así que me voy a dar una relajante ducha caliente y luego de vestirme y arreglarme un poco salgo a caminar, hasta llegar a una tienda de comida rápida.

Pedí una cubeta grande de pollo frito para llevar, pero cuando me estaban atendiendo alguien entro a la misma tienda, llamando la atención de todos, a excepción de mi y el chico que me atendía.

-Su pedido, su ticked y su cambio. Vuelva pronto señorita- me lo dio todo junto con una sonrisa muy amable que le devolví.

-Gracias- me di media vuelta y cuando estaba por salir alguien me detuvo, el que llamo la atención de todos nada más llegar.

-¿No saludas? -sonrió coqueto otra vez.

-¿Te conozco? -alce una ceja solo para joderlo, algunas chicas ahogaron un grito mientras otras tantas me miraban con odio y envidia.

-¿Qué acaso tienes Alzheimer? O como fue que te olvidaste de una cara tan hermosa, sobre todo luego de lo de anoche.

-Idiota- yo sé que se refiere a que me ayudo, pero esta claro, por las caras de todos, que se ha malinterpretado por completo, y él disfruta del malentendido, ni siquiera se molesta en ocultarlo- Quizá no te recuerdo porque en realidad no pasó nada.

-¿Nada? ¿Quieres que te lo recuerde? -se acerco a mi oreja y susurró- estas más roja que mis plumas, eso no te ayuda, linda- me separe.

-No necesito que me recuerdes algo tan malo.

-Malo- dijo con sorpresa y burla.

-Si, no me gusta hablar de malas experiencias, en ningún aspecto- le sonreí burlándome- deja de ponernos en vergüenza, lo de anoche, fue demasiado malo- Salí del establecimiento con una sonrisa burlona en el rostro.

Eso le enseñara a no jugar conmigo, quiso avergonzarme frente a todos y termino siendo él quien quedo mal parado.

Llegue pronto a casa, esta bastante céntrica. Saqué un plato para comenzar a comer y le di una buena parte de las piezas de pollo a black.

Cuando terminamos nuestro almuerzo alguien tocó a mi puerta. Fui a abrir, pero apenas ver las plumas rojas volví a cerrar la puerta con fuerza. El chico al otro lado grito de dolor.

-¡Abre la puerta por favor!

-¿Por qué habría de hacerlo?

-Mi plumita- miré al marco de la puerta donde estaba una de sus plumas atorada, enseguida abrí de nuevo la puerta y la tomé en mis manos.

-Perdona- dije apenada dándole su pluma en las manos- no me fije.

-Me di cuenta- hiso morritos y su pluma volvió a su espalda junto a las demás.

Amor alado (Hawks x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora