Helado

130 13 2
                                    

-¡HAWKS! -la puerta fue abierta de una patada alertándonos y despertándonos en segundos.

-¡¿PERO QUE TE PASA?! ¡LOCA! ¡SAL DE AQUÍ! -con ayuda de sus alas y una rapidez inhumana se cubrió antes de que Mirko viera algo que no debía.

-Oh~ no sabía que tenías visitas- se quedó mirándome con una sonrisa pícara.

-¡DEJA DE MIRAR A MI NOVIA! -me giró en sus brazos tratando de cubrirme también. Rumi se acercó y movió el ala de Hawks descubriendo mi espalda.

-Pero que buen trasero chica- rio.

-¡M-M—MI-MIRU-KO! -eso sí me había tomado por sorpresa.

-¡QUE LA DEJES EN PAZ! ¡MIRONA! -con algunas plumas sacó a Rumi a rastras de la habitación.

-¡SI TE DESCUIDAS NO SERÁ MÁS TUYA!- gritó antes de que la puerta fuera cerrada por otra pluma.

-Mejor vistámonos antes de que vuelva a entrar- estaba sobando sus cienes, pero cuando hablé se quito la mano de la cara y sonrió.

-Te ves muy tierna así de rojo- volvió a subirse a la cama y gateo hacia mí, reí y me incliné un poco hacia él.

-Y tu tienes suerte de que no estamos completamente desnudos- me alejé y me puse de pie buscando mi ropa- ¿Qué hace Rumi aquí?

-Ve tu a saber. Cada tanto se aparece por aquí sin avisar.

-Ya, pero ¿no es algo temprano?

-En realidad pasa del medio día, por eso vine.

-¡MIRKO! -volvió a cerrar la puerta- ¡Espera un maldito segundo allá afuera! -no pude evitar reír- ¿te causa gracia esto? -estaba molesto, si, pero no conmigo, y lo marcaba al sonreírme para no sonar tan duro.

-Si- dije sin tapujo- tu y yo semidesnudos cuando otra mujer llega y se burla de nosotros. Como dos adolescentes siendo descubiertos por su madre u otro adulto.

-Si, pero una madre te sermonearía. Rumi es más como la tía irresponsable que te ayuda a zafarte del sermón- reímos terminando de vestirnos y salí de la habitación con Hawks tras de mí.

-¿Se divirtieron anoche? -siguió con sus burlas sin dejar de mirarme.

-Primero que nada, buenos días a ti también Rumi, ¿ya desayunaste?

-¿Desayunar? Querida- señaló el reloj en la pared- ya pasó la hora de la merienda.

-¿Qué quieres? Sigue siendo muy temprano para nosotros, que por si no lo has notado acabamos de levantarnos- le soltó un golpecito en la frente.

-Pues claro que lo noté, pollo tonto, pero fuiste tú quien me citó. Lo olvidaste ¿No?

-Tal parece que no tiene ni idea de lo que estas diciendo- ambas mirábamos burlescas al ojiambar, aunque Mirko más con molestia que burla.

-Serás idiota Hawks- se le notó una vena de la frente y tomo a Hawks de la camisa sacudiéndolo- ¡ESTUVE ESPERANDOTE TODO EL DÍA AFUERA DE TU OFICINA!

-Espera, espera- la detuve- lo vas a dejar más tonto. Mejor te invito un café, ¿sí? -le tendí una taza que tomó, aunque con algo de molestia.

-Y se supone que me estas defendiendo o te unes a ella para atacarme.

-Cuando se trata de ustedes dos no tengo bandos y lo sabes. Si tenias una cita con ella debiste poner tu alarma- le di a él también una taza con café y me recargué en la barra de la cocina mientras tomaba de la mía.

-¿Por qué te pones de su lado? ¿Eres su novia o la mía?

-Si te descuidas la hago mía- musitó tomando a su taza. Hawks solo la miró mal.

Amor alado (Hawks x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora