Ola de recuerdos

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Tres días más pasaron desde aquella pelea. (T/N)_____ no sabía nada de Hawks ni de Dabi. Dabi le había perdido el rastro a (T/N)_____ después de buscarla en su habitación y no encontrarla, como lo habría esperado. Hawks por su lado, no sabía ni de sí mismo.

El plan de Dabi era sencillo de comienzo a fin. Engatusar a (T/N)_____, ponerla en contra de Hawks, usarla como la estratagema de manipulación perfecta en contra de Hawks y luego dejar que el héroe y su fama se marchitaran por sí solos, pudriéndose en la culpa del alado por todo el daño que (T/N)_____ y Dabi le causarían juntos.

Hawks también tenía un plan, o más bien, le habían dado un plan del cuál ya solo tendría que seguir ordenes estrictas. Infiltrarse en la liga de villanos, llegar a ellos lo mejor posible, tener conocimiento de sus planes antes de que pudieran llevarlos a cabo y frustrarlos de paso para después desmantelar aquella organización criminal que tantos problemas les había traído a todos.

(T/N)_____ era la única que nunca había hecho un plan real. Actuaba de acuerdo a sus impulsos, luego se inmiscuyó demasiado en las labores heroicas de Hawks y tuvo que seguir órdenes de él y de la comisión. Terminó olvidando todo aquello y, de nuevo, formando no un plan propio, sino parte del plan de alguien más: el plan de Dabi.

Ahora, dentro de las instalaciones que servían de guarida al frente de liberación paranormal, Shigaraki exigía hablar con (T/N)_____ antes de su partida, saber el por qué de su ausencia en los últimos días, días cruciales para el futuro venidero, cabe mencionar, pero Dabi solo rodaba los ojos fastidiado y bufaba con molestia ante cada reclamación de su jefe y evitaba contestarle por dos simples razones: la primera, que faltaban solo horas para que pudiera deshacerse de él por al menos el próximo mes; y la segunda, que él tampoco sabía absolutamente nada de la chica.

Casi del otro lado del país, los héroes también terminaban preparaciones. La U.A. se estaba convirtiendo poco a poco en una zona tanto o más fuerte que la mismísima prisión Tartarus con la finalidad de que ahí se llevara a cabo una pelea inevitable, pensada con el peor contexto, inicio y fin, si es que llegaba a tener alguno.

Mientras tanto (T/N)_____ vagaba de un lado a otro por calles que no conocía o no recordaba, sitios en los que sentía haber estado o haber visto en el pasado, pero que aún se sentían extraños para ella.

Entre tanta caminata y sin poder si quiera ver bien hacía donde estaba yendo, terminó al frente de una guardería, preescolar o algo parecido. La fachada era como cualquier otra: limpia y con personajes caricaturescos en las paredes, lindo y con pinta de que cualquiera podía divertirse ahí dentro.

Otro recuerdo llegó a ella. El pelinegro que no salía ya de su memoria llevaba de la mano a una pequeña niña de mechas plateadas y ojos rojos con un tierno cuernito en la frente. Eri, ese era el nombre de la niña.

El recuerdo despertó en ella alguna especie de sentimiento maternal que le adoleció más la cabeza y la obligó a recargarse contra una barda cercana.

-¡(T/N)_____! -recordó la sonrisa leve de la niña cuando ella corría en su dirección- el profesor Aizawa dice que debes acompañarnos ahí dentro.

-¿Yo? -preguntó (T/N)_____ divertida antes de dirigirse al maestro- ¿no que tu podías solo con todo esto? -se burló un poco- no me vallas a decir que te dan miedo los niños de ahí dentro.

-A estas horas ya no hay niños -contestó él con su típico tono adormilado- y si pudiera lo haría yo solo, pero tu contactaste con la directora de este sitio, lo normal es que seas tú quien hable con ella respecto a Eri.

-¿Y qué harás tu mientras tanto?

-Llevaré a Eri a explorar –(T/N)_____ echó una mirada de nuevo a la fachada, donde una mujer de avanzada edad los veía desde la entrada.

Amor alado (Hawks x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora