¿Mirko?

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Y un par de días después, aquí estaba yo. Otra vez encerrada en el apartamento sin poder hacer más que mirar por la ventana y ver alguna serie en el celular y con audífonos puestos.

Si antes había tenido que mantener un perfil bajo, ahora era mucho peor. Hacía un par de días habíamos recibido otra buena serie de amenazas, esta vez, exigiendo que se expusiera al público la ubicación en tiempo real de todos los héroes o estos comenzarían a morir.

Era más que obvio que no podíamos permitir algo como eso pues, si bien algunos civiles estarían de acuerdo con la idea, era la cosa más riesgosa para nosotros pudiéndonos exponer a millones de ataques del tipo terrorista o personales más de lo necesario.

Las pasantías de Tsukuyomi terminaron por aplazarse a orden y acuerdo de Aizawa y Hawks esperando que algo así no afectara demasiado al chico. Y hablando de aves super poderosas, Hawks había vuelto a desaparecer luego de recibir las últimas amenazas hacia los héroes. De no ser por los mensajes que sigue enviando al grupo de mensajes con Rumi, hasta podría pensar que murió.

De cualquier forma, a como estaban las cosas, la actividad de varios héroes que habían sido directamente amenazados, como Hawks y Mirko, se había tenido que reducir por mucho que a ellos les pesara. Ya ninguno salía a menos que fuera estrictamente necesario.

Solo Hawks, que parecía ser el más involucrado en todo esto seguía manteniendo la misma actividad social, pública y heroica que antes, según él para no dejar que el pánico surgiera entre los civiles.

Mientras los capítulos de la aburrida serie seguían reproduciéndose, una notificación nueva me llegó al celular. La aplicación que me ayudaba a recordar cuando llegaría el periodo había dado el aviso de que estaba por terminar, pero ni siquiera había empezado.

Me paré en seguida con un terrible sentimiento en el pecho y el calendario abierto en el celular. Estaba contando los días de uno en uno recordando lo que había pasado en el último mes entero mientras tomaba mi chaqueta para salir de inmediato.

Terminé de ponerme la chaqueta, me aseguré que Black estuviera en el sillón y tomé las llaves del departamento para ir a la farmacia más cercana, que para mi mala suerte estaba a unas seis cuadras de donde estaba ahora.

Cuando iba a medio camino, luego de contar por décima vez los días de mil formas posibles, recordé enviarle un mensaje a Rumi, pero esta vez al chat privado, para avisarle que saldría solo un momento. Si se trataba de lo que estaba pensando no podía levantar falsas esperanzas o miedos. Ni siquiera estaba segura de como Hawks podría recibir una noticia así. Necesitaba asegurarme bien de lo que estaba pasando y pensar en lo que haría a continuación.

Ella contestó casi enseguida preguntando a donde iría, le dije que iba a la farmacia y volví a recordarle que no tardaría, volvió a contestar, pero yo ya me iba acercando a la farmacia y preferí contestar después.

Cuando entré pedí sin miramientos tres pruebas distintas de embarazo. No eran lo más seguro, pero si lo único que podía conseguir a semejantes horas de la noche. Mañana temprano iría a tomar una prueba de sangre al hospital para terminar con las sospechas.

Pagué evitando conectar mirada con cualquiera ahí y salí dejando el cambio. Solo podía pensar en lo que pensaría Hawks del asunto si salía positivo y en lo que haría yo. ¿Sería buena madre? ¿Él querrá ser padre? ¿Y si no quiere? O en todo caso, tal vez si quiere ser padre, pero puede que no de un hijo mío.

Tarde me di cuenta que alguien me había estado siguiendo desde que salí de la farmacia. A veces lograba escuchar sus pasos y el alambrado público me dejó ver su sombra más de una vez, pero tan distorsionada que no sabía de quien se trataba o si lo conocía.

Amor alado (Hawks x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora