Inseguridad

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-¿Lista para dormir Eri? -Solo asintió a través del espejo del baño- ven conmigo- la tomé de la mano y la llevé a una habitación para invitados- esta va a ser tu habitación cada que te quedes conmigo, ¿te gusta?

-Es muy bonita- parece un poco más alegre luego del festival y la sorpresa de Deku.

-Y esta a lado de mi habitación, por lo que si necesitas algo solo tienes que decir mi nombre y estaré aquí antes de que lo tengas que repetir ¿bien?- ella asintió- tu ropa esta en el closet, pero hay un poco de ella en las maletas que te llevaras con Aizawa. Luego compraremos más cosas, ropa, juguetes y todo lo que quieras, por ahora, a dormir.

La subí a la cama, la arropé y besé su frente mirándola con ternura, ¿Cómo puede ser alguien tan tierno y lindo?

-Yo también me voy a dormir, ¿necesitas algo? ¿te dejo la luz prendida? O ¿Necesitas un cuento para dormir? ¿Agua? -ella solo negaba con la cabeza- ¿Prefieres que deje la puerta abierta? Quizá te sientas más segura así- recordé que el día anterior no durmió tan bien, esta vez asintió- si quieres podría quedarme contigo, así no duermes sola- lo pensó un momento.

-¿Podrías?

-Por supuesto, solo dame un segundo- salí de su habitación y fui a por black- suele dormir conmigo porque tampoco duerme bien si lo dejo solo.

Me acomodé con ella y comencé a hacerle mimos hasta que se quedó dormida abrasándome, esto me hiso sonreír.

Siempre estaba distante y temerosa y ahora a logrado abrazarme y pedirme algo, o bueno, algo así por que tampoco es como que lo haya pedido ella. Al poco rato también caí en los brazos de Morfeo.

Para mi mala suerte desperté a la media noche con la garganta reseca, así que tuve que bajar por un vaso de agua, pero cuando estaba por subir de nuevo escuché un ruido. Había alguien más en la casa.

No puede ser Eri porque ella estaba dormida y no suele hacer nada sin decirme, de haber despertado se habría asomado a las escaleras y quien quiera que entro esta evitando aparecer por ellas.

Tomé un cuchillo de la cocina. Si es Eri solo lo escondo y lo guardo, ya luego hablaré con ella para que no me de estos sustos. Pero, si no es ella, alguien va a salir de aquí con una nueva cicatriz.

Subí las escaleras con mucho cuidado y silencio, había alguien metido en mi habitación, lo sé porque la puerta esta abierta y yo la había dejado cerrada antes de ir con la niña. Con cuidado entre a la habitación revisando todo con la mirada, al no encontrar al intruso cerré la puerta tras de mí sin hacer ruido.

Seguramente esta en el baño, puedo detenerle aquí y así Eri no se entera. Pero si no lo logro y sale de la habitación despertaremos a Eri, Aizawa me mata por generarle otro trauma y luego me mato yo por no poderla proteger.

Abrí la puerta del baño de una patada arrojando al suelo a quien quiera que entro, me avente sobre él tomando sus manos y colocándolas tras su espalda al tiempo que ponía el cuchillo por su garganta. Me acerque para susurrarle.

-¿Quién eres y que quieres? Habla rápido y no hagas mucho ruido que hay niños en la casa, y si despierta te degolló.

-Tranquila, s-soy yo. ¿babybird? -me paré en menos de un segundo y encendí la luz del baño a la vez que cerraba la puerta para que la luz no invada toda la habitación.

-¿Qué carajos haces aquí a esta hora? ¿Eres consciente de que te pude haber matado? -le medio grite susurrando.

-Créeme que me ha quedado claro- susurro asustado de vuelta- pero, ¿Qué te pasa a ti? ¿un cuchillo? ¿en serio?

Amor alado (Hawks x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora