Mitzuha

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La última semana había estado todo muy tranquilo, tanto que era fácil aburrirse estando sola en la habitación en la que ahora me quedaba. Después de Dabi, Toga era la persona con la que más tiempo pasaba y le había tenido confianza suficiente para contarle de mis jaquecas recientes.

Gracias a esa conversación había pasado una cita algo incómoda con el médico de la liga en la que perdí el conocimiento dos días. No sé porqué y tampoco recuerdo la mitad de la consulta, pero al menos me recetó unas pastillas muy buenas para el dolor de cabeza.

-Shigaraki quiere que nos reunamos con él -Toga había entrado jugueteando a mi habitación- o bueno, quiere que tú hables con él y con Dabi según entendí. Al menos a Spiner, a Jin y a mí no nos quieren ahí.

-Creo que Dabi está consiguiéndome más trabajos con Shigaraki -le expliqué yo- algo me habían dicho ya de enviarme un poco más lejos para algunos encargos, puede que sea por eso.

-Que aburrido -hizo pucheros y se dejó caer a mi lado en el sofá- Dabi parece tu niñera y a nosotros no nos dejan hacer nada.

-Es por seguridad de todos nosotros. Tenemos que conseguir a más reclutas para asegurarnos la victoria y el único que trató de reclutar a alguien fue Twice. Ya sabemos como salió eso para todos -ella asintió a mi lado.

-¿Y tú quieres ir más lejos de los dominios de Redestro? -asentí con la cabeza.

-Siento que sería una buena oportunidad de tratar de reconocer algún lugar que frecuentaba antes. Tu sabes que me encantaría recuperar al menos un poco más de mi memoria.

-No va a funcionar -habló algo seca- siempre estábamos todos escondidos en la guarida de Shigaraki.

-Pero yo era una vigilante -recordé- seguro que pasé por mucho antes de trabajar con ustedes.

-No en este país -eso me confundió un poco- la mayor parte de tu vida estuviste por el mundo haciendo quién sabe que cosas. Cuando llegaste a Japón trabajaste con nosotros y ya te he contado el resto de la historia.

-Te ves rara cuando hablas con tanta seriedad -le piqué la mejilla- no lo hagas.

-Lo siento -sonrió cual gato de Alicia en el país de las maravillas- no me gusta que quieras irte tan lejos. No es divertido.

-No voy a dejarte sola -le sonreí amable. Al final, solo nosotras dos éramos chicas en una organización saturada de villanos hombres y poco empáticos- quiero conseguir más dinero y conocer de nuevo parte de Japón, así podremos ir de compras juntas como solíamos hacerlo.

-Eso me gustaría mucho -mantuvo su sonrisa y se abrazó de mi brazo- ¿podríamos conseguir algo de sangre para mí en el camino de vuelta?

-Toda la que quieras, aunque tendríamos que hacer un par de desviaciones y cuidar cuantas bolsas cargamos de camino.

-Podemos llevar a Jin para que cargue las bolsas -sugirió contenta.

-Ya veremos cómo le hacemos -antes de poder continuar la conversación, Dabi abrió la puerta con cara de pocos amigos.

-Acompáñame a la sala de abajo -ordenó.

-¿Para qué?

-Tenemos que hablar con Itzumi y algún idiota al que trajo para reclutarlo.

-Pensé que Shigaraki y tu se encargaban de eso.

-Shigaraki tiene cosas más importantes que hacer -le dio una mirada algo extraña a Toga, que seguía abrazada a mí en el sofá.

-¿Por qué yo tengo que ver a un nuevo recluta?

-Porque es una mujer y el pollo idiota lo pidió así. Además, si llevo a Toga va a tratar de sacarle la sangre antes de que lleguemos a un acuerdo.

Amor alado (Hawks x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora