John tenía un don que Doyoung envidiaba. La niña parecía completamente confortable con el caballero y parecía más contenta que nunca. John conseguía de alguna forma calmar a las personas de su entorno al igual que le conseguía calmar a él. La niña siguió correteando por el lugar, no la dejaron saltar en ningún momento las hogueras por mucho que ella suplicase.
–Siempre pensé que serías un buen padre– Taeyong apareció finalmente. Estaba bastante cambiado, su piel había cambiado debido a pasar meses bajo el sol de Onaona y parecía más feliz. Ya no tenía su gran panadería como la de la ciudadela pero parecía haber construido una nueva en la aldea pesquera.
–No te adelantes. Simplemente la estamos protegiendo, ella es diferente tiene un aura parecida a la de las sacerdotisas tan solo que mucho más poderosa. Temo que puedan dañarla o que ella llegue a dañar a alguien sin querer– Taeyong no pareció prestar mucha atención al primer comentario p, Doyoung y John se estaban comportando como padres aunque no tuvieran que tener responsabilidad sobre Riu.
–Me alegra volver a verte, espero que no estés molesto por que Jae y yo nos fugásemos sin decir nada.– Doyoung no se había dado cuenta de que aún no había hablado con Taeyong sobre ello. John le había comentado lo que ocurrió con el padre de Jaehyun, aún estaba debatiendo si ir a castigar eternamente al padre del caballero.
–No es la primera vez que alguien que quiero se va sin decir nada.– Cuando John se fue estuvo muchos años enfadado– Sin embargo, entiendo lo que provocó que partierais sin poder decir nada. Taeyong eres mi mejor amigo y haría cualquier cosa para ayudarte, sé que odias pedir ayuda por ello no te recrimino que no me hablases sobre lo ocurrido. Simplemente me alegro de ver que ahora estáis bien y sois felices juntos.–
Taeyong sonrió e hizo un gesto como si estuviera pidiendo permiso a Doyoung para darle un abrazo, este asintió y abrazó al panadero quien aguardó el abrazo como si hubieran pasado décadas desde el último momento en el que se abrazaron.
Poco después de haber intercambiado un par de palabras aparecieron John y Jaehyun. Ambos llevaban vino de Tabanta y no debía de ser la primera copa que habían bebido. Los cuatro se sentaron cerca de una de las hogueras mientras observaban a la niña jugar con otros niños y conversaban.
Pasaron bastantes horas hasta que tuvieron que dejar a Riu en la cabaña durmiendo. Igualmente volvieron a juntarse nada más asegurarse de que la niña se encontraba durmiendo y segura. Jaehyun parecía haber bebido bastante en la ausencia de la pareja y eso dio lugar a que John tratase de igualar al caballero. Aunque John no tuviera gran resistencia al alcohol con el paso de los años parecía poder aguantar al menos dos copas sin caer completamente tumbado. En esos instantes llevaba dos y aún quedaba noche.
Taeyong y Doyoung permanecieron al margen con¡versando sobre como habían estado estos últimos meses. El panadero parecía muy contento sobre su trabajo en la aldea y afirmaba que la vida en la aldea era mucho más tranquila que en la ciudadela. No hablaron sobre lo ocurrido con el padre de Jaehyun, Taeyong no parecía estar nada cómodo hablando sobre ello.
Fue en la tercera copa de John cuando el pelinegro comenzó a dejar de hablar coherentemente. Todo el grupo se sorprendió ante la repentina resistencia de John al vino del lugar aunque había que destacar que el vino de Onaona era bastante suave.
–Creo que va a ser la ultima noche de descanso hasta dentro de un tiempo– John estaba ebrio, completamente. El cuerpo del caballero no respondía correctamente y por ello apoyó su cabeza en el hombro del rey. Podía sentir la respiración del mayor en su cuello, no sería algo malo aquello si a Doyoung no le afectase tanto esa sensación.
–Doyoung, por favor– Jaehyun no pareció escuchar las súplicas de John y Taeyong quien ya se encontraba cansado se había tumbado en el regazo de Jaehyun. El rey miró a Jaehyun.
–Voy a dejar a John en la cabaña. Es mejor que descanse después de todo lo que hemos bebido.– El caballero asintió y se despidió de ambos con un saludo.
John al ver que el rey había aceptado sus ruegos no podía evitar sonreír. Sin embargo no hizo nada, mantuvo sus manos quietas el tiempo suficiente para que ambos llegasen a la cabaña. El silencio se mantuvo una vez dentro. La niña seguía dormida y nadie podría entrar en la cabaña.
John permanecía sentado en la cama, le seguía con la mirada mientras trataba de desatar el lazo de la camisa pesquera que llevaba. Doyoung permanecía sentado en la mesa tratando de deducir si John estaba completamente borracho o no.
–Por favor– John no parecía desesperado pero su tono le estaba delatando. Aunque eso no consiguió que Doyoung se llegase a mover. Doyoung solo se movió para desatarle el cordón pero nada más estar la camisa libre el peliblanco se alejó. John se quejó ante el movimiento de este, Doyoung estaba impacientándolo. Sus ojos permanecían fríamente fijos en él sin mostrar ninguna emoción.
–Hasta que no hables no sabré lo que quieres– A John le desesperaba completamente. El peliblanco se mantuvo fijo. Estaba jugando con él, como si le estuviera castigando por haber bebido. Torturándolo lentamente mientras se veía como un ángel inalcanzable a apenas un metro de él.
–Quiero que te acerques y dejes de mantener esa distancia como si todo el mundo nos estuviera mirando– Doyoung no respondió pero si se acercó a John. Su mano acarició el cuello del alto y este ladeó la camisa del rey para poder descubrir sus clavículas.
–Tus deseos son ordenes para mi– John no pudo evitar reírse pero la risa desapareció cuando finalmente Doyoung comenzó a desprenderse de lo que llevaba. Aún le costaba respirar al ver de aquella forma al príncipe.
–Por las diosas en piedad– Doyoung uno puedo evitar reírse ante el comentario. John parecía como si estuviera observando a un ángel y eso de alguna forma avergonzaba a Doyoung. Pero el rey cumplió su promesa y se acercó al alto.
–Tan solo no te dejaré dormir–
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𝐓𝐡𝐞 𝐊𝐢𝐧𝐠: 𝐉𝐨𝐡𝐧𝐝𝐨
FanfictionDoyoung es el heredero al trono, aún así vive en una aldea muy lejana al castillo. Solo cuando sea mayor de edad podrá volver a aquél gran palacio de colores blancos y dorados. John vive en una pequeña aldea. Todos los días son similares y eso es el...