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~Ay por favor Astrid, déjame ir, me matas a este paso.

Pronunció el castillo ante el berrinche de su mujer, lo volvía loco cada vez que ella no se dejaba acompañar. Astrid Hofferson era para desesperarlo, pero aún así la amaba.

~Hipo sabes que no te dejare que vengas commigo, digo puedo ir sola.

Reprochó algo molesta con su novio, era una persona necia, pero si hablaramos de necesad Hipo le ganaba a aquélla chica de ojos azules.

~Astrid, dejame ir contigo, no quiero que te lastimes o que te hagas daño en lo que éstas en la Isla Gusafuego.

~Puedo cuidarme sola Abadejo.

~¡Deja de ser tan necia por el amor de Thor!

Grito Hipo ya desesperado por la conversación con su amada, Astrid miro a Hipo con una mirada sería, ella era conciente de que Hipo dejo de razonar las cosas al 10% de lo que antes hacía, ser Jefe lo tenía bastante estresado, y no es como sí él se dejara ayudar sí quiera un poco.

~Hey, calma, dejaré que vengas conmigo con la condición de que te dejes ayudar y que descanses un poco, ¿trato?

Ella lo tomo con calma, quería ayudarlo en lo posible y así aprender un poco de como sería ser Jefa.

~Esta bien..

Suspiro pesadamente, para abrazarla, hundió su cabeza en el cuello de ella, ella gustosamente acepto el abrazo, Astrid era lo suficientemente fuerte como para cargar a Hipo, y en ese instante no dudaría en cargarlo. Ella al poner sus manos bajo las rodillas de Hipo para mejorar el agarré, no le importa que la gente de Berk los viera así, Hipo se durmió en los brazos de su amada, el cansancio le consumió casi que en minutos. Ella lo llevó hasta su cabaña donde lo recosto, el medianamente abrio los ojos antes de que su amada se fuera.

~Quédate..

Susurro con pereza, ella sonrió ampliamente aceptando la invitación de su amado, se recosto al lado de él, ambos rendidos por el calor del otro.

᭙ꫝꫀ𝘳ꫀ ꪀꪮ ꪮᥒꫀ ᧁꪮꫀ᥉. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora