Capitulo cuarenta y dos.

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                                                   42.

 Antes que nada, esta semana no subiré porque me voy de vacaciones:(

Larguémonos de aquí.

Me desperté atada a una silla. Miré a mi alrededor, y lo más gracioso es que me encontraba en mi habitación. Todas eran iguales, pero Kendall y yo habíamos escrito nuestros nombres en la ventana que estaba justo en frente de mí.

Kendall yacía en otra silla a mi lado.

Dominic estaba sentado en la cama que fue mía durante los últimos meses, junto a un chico. Lo miré, y suspiré como pude. Estaba amordazada, y atada por las manos.

—Despertaste, cariño.

Dominic se levantó. Y se paró justo en frente de mí. Lo miré con asco, y el quitó suavemente la tela que cubría mis labios. Tomé una bocana de aire, y él sonrío.

—Te odio. —Musité.

—Y yo odio a Justin, así es como funciona. —Me guiñó un ojo. —¿Es tu mejor amiga, no?

Lo miré sin responder. Entonces, el sacó una navaja de su bolsillo trasero, y se acercó a Kendall.

—¡No! —Grité. —¡No le hagas nada!

El pánico me invadía. Comencé a tiritar inconscientemente, y fue entonces cuando el otro chico se me acercó, y me amenazó para que dejara de gritar. Las lágrimas llegaron a mis ojos y los cerré durante un segundo. Kendall había despertado, y lo miraba con temor.

—Dominic, por favor no.

—Veo que es muy importante para ti. —Sonrío. —Divirtámonos un poco. ¿También tiene alguna conexión con Justin? —Preguntó mirándome a mi, y luego a ella.

Ambas guardamos silencio, y entonces el soltó una risa.

—Oh claro. Dos, y dos. Eres la chica de Applewhite.

Kendall abrió sus ojos al máximo, y sus lágrimas comenzaron a caer. Dominic jugueteo con la navaja, pasando la punta suavemente por el rostro de mi amiga. Bajando por su cuello, su torso, y luego la pasó por sus brazos.

—¡No! —Exclamé. Él no dudo, y mirándome a los ojos le enterró la navaja a Kendall en el brazo. Kendall gritó del dolor, y se retorció en su asiento. Sus manos aún estaban atadas, y eso solo empeoraba la situación. La sangre comenzó a correr.

—¿Dónde estará el héroe? —Suspiró Dominic.

Entonces, la puerta calló, y aparecieron Justin, Damon, y Adrián. Los últimos dos no dudaron, y se lanzaron encima de Dominic para golpearlo. Justin corrió hacia mí, y trató de sacarme. Me sentía debilitada. En mi cabeza aún retumbaba el golpe que me había dado y a ratos todo se me daba vueltas.

—No… saca a Kendall.

Sus ojos se volvieron a ella, y entonces notó que estaba herida. La desató rápidamente, y tomó su brazo con cuidado. La tomó en sus brazos, y la colocó en la cama. De reojo vi como Adrián agarraba al tipo que estaba con Dominic y se tiraban al piso mientras se golpeaban.

Justin se sacó la corbata con un movimiento rápido, y apretó la herida de Kendall. La acomodó allí, y me desató.

—Todo estará bien.

Todo fue rápido. Justin tomó mi mano, Damon agarro a Kendall entre sus brazos, y vi como Dominic se levantaba y corría hacia nosotros. Gritó que me mataría en cuanto tuviera la oportunidad, y un nudo se formó en mi garganta, y mi estómago.

BANG. (Justin Bieber) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora