Capitulo sesenta y siete.

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67.


La vida es demasiado corta para despertar con resentimientos.

Le subí un poco el volumen a la televisión. Moderadamente. Eran las tres de la mañana y papá estaba durmiendo. Zoey también, y parecía un jodida muerta. Mark y Liam estaban abajo tomando cerveza y viendo un partido atrasado de futbol. Suspiré.

En la televisión daban un especial de DJ Snake. Justo ahora, pasaban Lean on. Hace un día que no veía a Justin y me sentía desesperada. Él había dicho que me amaba, y yo no había respondido. Solo había salido corriendo como una completa idiota. Dios, yo también lo amaba y de eso estaba segura. Me pillo por sorpresa al decirlo. Sonreí conscientemente. Justin Bieber me amaba. Me causaba gracia que él n fuera de hacer esas cosas y aun así me lo haya confesado. Brevemente recordé que yo fui la primera en decirle te quiero, pero a diferencia de mí él había respondido al instante con una mirada suave y un ''Yo también te quiero muñeca''

La canción era pegadiza y me dieron ganas de bailar árabe. Mi ventana sonó, haciéndome saltar en la cama. Fruncí el ceño, y me volví a concentrar en el video de la canción. La ventana, volvió a sonar. Entonces me di cuenta de que alguien estaba tocándola. Trague duro. Obviamente, era él. Me levante cautelosamente y abrí un poco mi cortina de color rosa. Si, ahí estaba él. Su cabello estaba un poco húmedo. Creí que la lluvia había comenzado de nuevo como ayer pero no, había parado hoy por la mañana. Él coloco la palma de su mano en el vidrio, y levanté la mía también colocándola justo encima de la suya por el otro lado del cristal. Con las manos temblorosas quité el seguro de la puerta y le hice entrar. Nos quedamos así, parado uno en frente del otro sin decir nada y solo siendo iluminados por el brillo de la televisión. Estiró su mano derecha y la pasó por toda la longitud de mi brazo mientras suspiraba. Lo miré a los ojos. Me sentía culpable, ¿Cómo había sido capaz de dejarlo colgado? Me mordí el labio, y entonces el llevo su pulgar allí para liberarlo de mis dientes.

Una de sus manos se enredó en mi cabello mientras me jalaba hacia él. Su otra mano se deslizó por la mi espalda y sobre mi trasero. Puse mis manos en su pecho y las deslicé hasta sus hombros musculosos. El no me alejó, ni me detuvo. Las bajé de nuevo, desabrochando lentamente su abrigo de color azul marino. Él le dio un rápido vistazo a Zoey e hizo una mueca. Sonreí levemente y entrelacé nuestros dedos para ir a una de las habitaciones para invitados. Desgraciadamente, era la que quedaba justo al lado de la habitación de papa, la otra era ocupada por Mark. Pero justo ahora, no me importaba estar al lado de mi padre. Solo quería estar con Justin.

Su abrigo cayó al suelo. Debajo usaba un delgado sweater de color gris. Se dejó hacer. Y tomé el dobladillo de abajo para quitárselo. Toque su pecho nuevamente y sentí como los músculos de su pecho se relajaban ante mi tacto. Sus manos volvieron a mi espalda baja, y me apegó a él. Subí mi rostro para encontrar sus labios.

-Hazme el amor-Dije en su boca.

Él me levantó y me cargó hasta la cama. Acostándome suavemente justo en el centro de esta. Su boca permaneció con la mía y se alejó solo unos centímetros.

-¿Estás segura de esto? -preguntó en un murmullo. Sabía que pensaba en lo ocurrido el día de la fiesta. Pero estaba bien. Intentaba no pensar de eso, y estaba segura de que él jamás me haría daño. No, el jamás lo haría. De esto se trataba todo lo que tenia que sentir y hacer. Era una adolecente y tenía que aprovechar eso. Cometer locuras, como hacer el amor por ejemplo, con mi padre durmiendo en la habitación de al lado. Ahogando los gemidos, tal y como ahogue él te amo el día de ayer. Quería disfrutar de mi amor con Justin. Quería hacer el amor, quería volar, quería abrazarlo y besarlo en cada oportunidad que tuviera. Quería gritar que lo amaba. Quería escapar con él. Quería vivir como cualquier adolecente. Quería vivir del amor.

BANG. (Justin Bieber) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora