Capitulo treinta y cinco.

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                                                             35.

Francia, peleas, y más.

La adrenalina aún corría por mis venas. Quería pelear de nuevo. Probablemente peleara con cualquier persona que se cruzara en mi camino. ¿En qué me había convertido? Jamás había golpeado a alguien. Tal vez a Liam, ciertas veces.

Pero, el problema era que Krista me sacaba de mis casillas.

Y no aguanté más. En la hora del almuerzo cuando me llamó zorra roba-novios por tercera vez en el día, me había lanzado encima de ella y habíamos peleado.

No algo grave. Solo unos jalones de cabello. Pero habían llamado a mi padre. Liam me había tomado a mí por la cintura y me había traído donde él, mientras los chicos intentaban calmarme. A ella la sujeto Steve, un chico del equipo.

—¡Y además de ser una zorra roba-novios ni si quiera sabes pelear muñequita! —Gritó.

—¡Ahora sí te arranco el cabello! 

Con fuerza me zafé de Liam y me tiré encima de ella de nuevo. Todos nos miraban. Jalé su cabello con fuerza, y le arranque un mechón. Ella gritó, y me golpeo en la mejilla. Sentí que me agarraron, y ahora no eran los brazos de Liam. Si no, los de un prefecto.

Dos prefectos nos separaron, y nos llevaron al despacho de la directora.

Y es allí, donde me encontraba ahora. Estaba sentada mirando mis zapatos. La madre de Krista estaba furiosa, y mi padre me miraba decepcionado. Luego de un sermón, y un montón de miradas desaprobatorias, la directora nos hizo disculparnos, y nos dio un pequeño castigo, que era ayudar a pintar escenografías para la graduación, durante toda la próxima semana.

Mónica que había venido con papá me estrechó en sus brazos.

—¿Estás bien cariño? ¿Te duele algo? ¿Debo llevarte a un doctor? —Dijo preocupada. Acaricio mi mejilla, y me estrechó otra vez en sus brazos. A veces, Mónica era muy parecida a mi mamá. Y sabía que solo por eso, papá se había enamorado de ella.

—Estoy bien, Mónica. —Respondí.

—Nos has dado un susto de muerte. —Sonrío. Liam se nos acercó con una sonrisa.

—¡Un piojo guerrero! —Papá, que había estado serio y mirándome triste, soltó una risa con las palabras de Liam.

—¿Cómo te encuentras? —Me dijo. —Papá, debo decir que yo la agarré la primera vez. Pero entonces la puta esa la insultó de nuevo y Leah se le tiró encima.

Papá negó con una sonrisa en sus labios.

—Diecisiete años, y solo había tenido problemas con tu hermano. —Suspiró mirándome.

—¿Estas enojado? —Murmure bajando mi cabeza.

—No enojado… pero si un poco decepcionado. Tú madre y yo te enseñamos valores al crecer. A ambos. —Dijo mirando a Liam. — Y uno de esos valores, es que a las personas se les respeta, y las cosas no se solucionan a golpes.

—Ya me disculpé. Y eso, no corre cuando alguien te molesta. Cuando era pequeña, tú una vez dijiste que le pegara a Sarah Kavannagh, a los seis años. Porque jalaba mi cabello en clases.  Y también dijiste que si me reprendían dijera que tú me diste el permiso para golpearla. ¿No es lo mismo?

—Tenías seis años…—Murmuró. Luego sonrió discretamente.

—Krista me dijo algo inadecuado.

BANG. (Justin Bieber) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora