Capitulo cinco.

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                                05.

Spaguetti.

 Juntin’s POV.

 El día sábado quedé en que al otro día pasaría a buscar a Leah para llegar juntos al internado. A las cuatro debíamos estar allá, por lo que pasaría por ella más o menos a las tres y media.

—Nos vemos mañana, muñeca.

Ella cortó la llamada, y suspiré. Me senté en el asiento de cemento en el Parque. Cerca de la fuente.

El nombre ‘’Roseland park’’ se destacaba en la entrada, sostenido y arqueado por una reja negra. Me coloqué en una posición más relajada, y acomodé mis lentes de sol. Desordené mi cabelló, y abotone el ultimo botón de mi camisa roja.

Patrick entró al parque. Y cuando vi a una chica trotando con ropa deportiva, y hablando por el reloj de su muñeca supe que debía irme antes de que alguien pudiera verme. El FBI estaba aquí. Patrick llamó por teléfono, y apagué mi celular. Si lo detenían, y me llamaba sería una persona que tendrían como sospechoso si ocurría algo más.

Mierda. Debía eliminar las llamadas que condujeran a la policía hasta mí. Necesitaba que Patrick me diera el Degas en cuanto antes. Me coloqué un guante negro en la mano derecha, y caminé hacia donde estaba Patrick, un tipo del FBI se le acercó a Patrick, y mientras llamaba a los demás choqué estúpidamente con Patrick.

Mi mano derecha sacó su teléfono celular y él se dio cuenta de eso. Me conocía, y sabía lo que intentaba hacer. Pasó su mano por su corbata, alisándola y miró al federal.

—Lo siento, señor. —Le dije sin expresión alguna.

Seguí mi camino, y un poco más allá encendí el celular de Patrick. Borré todas las llamadas que nos incluyeran a mí y a Damon en algo. Entonces vi que Patrick corría por el parque para que los federales no lo atraparan. La chica que trotaba con ropa deportiva sacó su placa, y su arma. Al igual que otros federales encubiertos.

El me miró, y me hizo una seña de que dejara su teléfono en la banca. Eso hice, y salí sin más del parque.

Damon se sacó los lentes de sol, y se me puso al lado. Caminamos por las calles de Sidney.

—Joder, se han llevado a Patrick. —Murmuró.

—Lo sé.

Media hora después Damon y yo estábamos en nuestro departamento. Era bastante grande como para dos adolescentes, y prácticamente éramos los únicos jóvenes que vivían en este lugar. La mayoría de nuestros vecinos era gente mayor, y eso nos facilitaba la vida.

El lugar tenía una vista increíble. Era igual de alto que todos los edificios del centro de Sydney y daba a la costa. Ya estaba oscureciendo, y Sydney estaba iluminándose. Era realmente precioso. Damon se me acercó con una copa de vino, y admiramos la vista. El departamento tenía un gran ventanal.

—Bordeaux. —Murmuré luego un sorbo. Damon sonrió.

—Si. Château Haut-Brion. 1855.—Contestó.

—Sabes, me gusta Leah. —Murmuró de repente.

—¿Qué?

—Hey, amigo. Relájate. Me refiero a su personalidad. Me gusta como es, y como persona. Lamento haberla embriagado el otro dia.

Me reí.

—No vuelvas a hacer eso.

—Hemos hablado de un millón de cosas. No deberías jugar con ella. Es una buena chica.

BANG. (Justin Bieber) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora