Capitulo setenta.

9.5K 483 62
                                    

70.


Alcohol y niños ricos malcriados.


-Aviso: Quedan pocos capítulos.

 

El me besó en el cuello. Oh Dios. ¿Qué mierda importa? Si vamos a correr peligro lo haremos juntos. Como siempre debió ser. Justin se alejó un poco y me miró a los ojos. Se siente culpable porque anoche acepté eso de usar armas. ¿Pero cómo decirle que no? Simplemente no puedo. Podría dejarlo, alejarme de él pero el punto es que tampoco puedo. No quiero alejarme de él. Y me enfada tener que hacer esto, porque no lo culpo a él. Pero tampoco tengo a quién culpar.

—No quiero que te sientas obligada a hacer esto. —Me acarició el pelo. Estaba encima de mí. Cargando con su peso para no aplastarme. El sol iluminaba su habitación y suspiré porque hoy tendría que irme a casa. Había pasado ya dos noches fuera sin siquiera avisarle a papá. Aunque daba igual porque estaba en Canberra. Enredé mis piernas en sus caderas y suspiré.

 —No me siento obligada. —Subí un poco mi cabeza para besarlo.

—Júramelo. —Jadeo mientras me besaba de nuevo.

—Te lo juro. No estaría aquí si no quisiera estarlo. Y si vamos a pasar  por la mierda lo haremos juntos. Quiero estar contigo.

Me besó de nuevo. Pero con más intensidad apreté más mis piernas juntando nuestros sexos. Gemí y subi mis manos a su cabello. Esto era lo que quería. Estar con él.

—¿Sabes? —Zoey seguía aquí y ni si quiera había pasado tiempo con ella.

—¿Hmm? —Preguntó lamiendo y mordiendo mi cuello. Un gemido se me escapó y lo sentí sonreír contra mí.

—Zoey vino a verme y ni si quiera he pasado tiempo con ella. Bueno, en casa y dos salidas al centro comercial sin contar la fiesta del otro día. Hoy tengo que ir a casa Justin.

—Hm...—Suspiró. Y subió hasta mi mejilla dándome besos. —¿Qué pasa si te mantengo prisionera aquí?

—No sería prisionera porque no me resistiría. —Le dije mientras tomaba su labio inferior entre mis dientes. El gimió.

—Me pones cuando haces eso. —Me susurró al oído mientras mordía el lóbulo de mi oreja.

—Ya debo irme.  Mi padre no te ha matado porque estaba de viaje. Pero tengo el celular lleno de mensajes de Liam Zoey y Mark—Acaricié su cabello.

—Ve después. —Dijo enterrando su boca en mi cuello otra vez. —Hablé con Cassandra mientras dormías. Temprano, por la mañana. —Me dijo.

—¿Ah si?

—Si. Esta de acuerdo con esto de entrenarte. Es necesario.

—¿Puedo... puedo decirle a Zoey? Es difícil ocultarle cosas como cuando he salido contigo estos días. Lleva una semana aquí y esta cabreada porque no paso tiempo con ella. No dirá nada, de verdad.

 Él suspiró.

—¿Confías en ella?

—Si. —Respondí.

—Está bien. Entonces yo también. Pero dile que si abre la boca haré que Cassandra le...—Lo interrumpi dándole un beso.

—Ella no dirá nada. Y Cassandra no le hará nada.

BANG. (Justin Bieber) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora