Capitulo quince.

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                                                                15.

¡Leah, estoy perdido!

En toda la noche no había parado de pensar en lo que había dicho Justin cuando creyó que estaba dormida. Joder, había escuchado todo. Suspiré, y me apoyé en el balcón mirando la piscina. El sol estaba saliendo, y me había costado dormir por la diferencia de horario, y mis pensamientos sobre Justin. Miré el reloj, y eran las nueve y media de la mañana.

Hoy era veintitrés de diciembre, y mañana era noche buena. Me ponía nerviosa el saber que habría más integrantes de mi familia, y de la de John mañana por noche.

Me miré al espejo, y até mi cabello en una coleta. Había salido de la ducha hace media hora, y ya era hora de bajar. Después del baño me había vuelto a poner mi pijama. Mi cabello estaba totalmente ondulado. Y pequeños mechones se salían de su lugar formado rulos.

—Buenos días. —Murmuré.

En la mesa estaban todos, incluyendo a Justin, desayunando.  John me sonrío, y se levantó rápidamente a la cocina. Me trajo un vaso, y un plato con hot cakes recién hechos.

—Hoy armaremos el árbol de navidad. —Mamá dio pequeños aplausos emocionada.

—¿Por qué nos han esperado? Hubiera sido mejor para nosotros que hubiera estado armado para cuando llegáramos. —Dijo Liam echándose un pedazo de hot cake a la boca.

—No seas así Liam. Debía armar el árbol de navidad con mis hijos presente. Y además ahora Justin nos ayudará. —Le sonrió cálidamente a Justin, y este le devolvió a la sonrisa.

—Con Cristiane estábamos pensando que tú y Leah fueran al centro comercial a comprar más adornos y ese tipo de cosas. —Dijo John abrazando a mi mamá y clavando su mirada en Justin.

—¿Y yo? —Preguntó Liam.

—Después te daré una tarea Liam.

Eso significaba, que Liam tenía que ayudar con el árbol. Comencé a reír. Y que mamá nos encargaría un regalo adicional para John, y este uno adicional para mamá.

—Así Justin puede conocer un poco la ciudad. ¿Estás de acuerdo Leah? —Yo asentí.

—¿Te molesta que yo vaya, Justin? —Preguntó Liam.

—Claro que no. —Contestó Justin tomando un poco de jugo.

—Pero a mí sí. —Respondí con una sonrisa en mi rostro.

—Cállate piojo. No te he preguntado. —Me dijo Liam devolviéndome la sonrisa.

—A las diez nos vamos. —Me levanté, y di las gracias. Luego corrí a mi habitación.

Cuando salimos, Liam condujo, Justin fue de copiloto y me dejaron a mí atrás. Bastardos. Al principio, Justin se iba a subir conmigo atrás, y francamente quería que lo hiciera, pero Liam le dijo que las chicas iban atrás,  y los ‘’hombres’’ adelante.

Me puse mis lentes de sol, eran las diez de la mañana y hacía un calor inmenso. Estaba usando unos shorts negros de tiro alto hasta la cintura, zapatos de tacón negros, y un top de líneas azules y blancas. Usaba un pequeño bolso negro channel, y me había maquillado suavemente.

Cuando llegamos al centro comercial, fue un milagro que Liam pudiera estacionarse. Cuando nos bajamos, Justin caminó a mi lado y discretamente tomó mi mano.

—Hey, no te acerques tanto a mi hermanita, Bieber. —Liam se pasó la mano por el cabello, y luego metió ambas manos en los bolsillos de sus Jeans. Justin negó sonriendo, y entrelazó nuestros dedos.

BANG. (Justin Bieber) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora