Capitulo setenta y tres.

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73.


Juicio.

Justin's POV.


Tomo una larga respiración al salir del auto. No puedo creer que voy a hacer esto. Los policías, bueno, Steve Robinson y Billy Hoffman me habían llamado hoy por la mañana.

Habían pasado casi 15 días planeando dejar técnicamente el bar de Isaac hecho mierda. Planeaban arrestarlo y a toda su maldita mafia. Luego de que Leah pagara la fianza, y todo eso, había hablado más con ellos.

Ahora, luego de salir del tráfico los tenia de mi lado, y eso ayudaba considerablemente contra Isaac y sus hombres. El asunto de los robos había quedado un poco olvidado. Cerré mi amado Jeep y caminé hasta la estación. Damon se había estacionado a mi lado y comenzó a caminar junto a mí. Preguntamos por Steve Robinson en el gran mesón de la entrada y el apareció unos segundos después para llevarnos a una sala de juntas.

Había una gran mesa en una sala que solo era de cristales. Una gran pantalla al final del sillón y una serie de agentes federales sentados. Me dijeron que tomara asiento y lo hice junto a Damon. Hoffman nos miró y negó con la cabeza.

—Justin tu acá. Un par de segundos más juntos y harán explotar mi sala de juntas. —Dijo indicándome donde debía ir. Damon y yo nos miramos, y soltamos una carcajada.

—Oh agente Hoffman, no estoy en un trabajo. Tranquilo. —Le guiñe un ojo. Una chica bastante guapa entró al lugar y la miré de arriba abajo. Estaba jodidamente buena. Un muy buen cuerpo. Pero comparada con Leah, bueno, no llegaba ni a los zapatos.

—Ellos son Justin Bieber, y Damon Applewhite. Nos ayudarán con la detención de Isaac Hillwood. —Dijo Steve colocándose en frente de todos, junto a Hoffman.

La chica guapa abrió su boca.

—¿Es enserio Jefe? ¿Trajo a dos criminales a nuestra sala de juntas?

—Hayley...—Steve comenzó a hablar. Y me miró apenado. Le hice un gesto con la mano indicando que no nos importaba.

—¿Qué van a hacer? ¿Ayudarnos y luego robarnos? Probablemente solo estén aquí buscando información para luego dársela a nuestro objetivo.—Dijo ella frunciendo el ceño. Bien, ahora si se había pasado.

—¿Nos tienes miedo, guapa? —Le preguntó Damon enarcando una ceja. Ella se sonrojó por un instante, antes de fruncir su ceño de nuevo.

—Por supuesto que no.

—Entonces cierra esa linda boquita y escucha a tu jefe. Tal vez podamos hacer este trabajo mejor que tú.

La chica hizo una mueca de frustración y se quedó callada. Nadie dijo nada más, y entonces Hoffman carraspeo para luego encender la pantalla.

—¿Saben lo que es el programa de protección a testigos? —Preguntó Steve mirándonos.

—Un programa para criminales o personas que vendrán información a la policía. Con la condición de estar protegidos —Dije rodando los ojos. La misma frase lo decía todo.

—Ustedes serán parte de ese programa.

—No quiero ser protegido por ustedes. Ni por el gobierno. —Dije estirándome en la silla.

—¿Puedo saber porque?

—No nos interesa su protección. —Contestó Damon. Steve suspiró.

BANG. (Justin Bieber) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora