Capitulo cincuenta y nueve.

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                                                                  59.

Antes que nada, les pido que por favor pongan atención a todos los personajes nuevos que aparezcan en este, y los siguientes capitulos ya que todos tendrán un rol fundamental mediante pase el tiempo:). 

Cassandra Dean.

Hoy era el cumpleaños de Kendall. Desperté con una sonrisa y tome una ducha. Papá no trabaja hoy, así que desayuné junto a él, Monica, y Liam.

—Hoy está de cumpleaños Kendall. —Comencé a decir mientras tomaba un poco de jugo de naranja. —Y haremos algo con ya sabes, Damon, Justin, el idiota de aquí, Rose, Cedric y Peach.

Liam sonrío. Él y Rose llevaban una estupenda relación. No era tan unida a Rose ahora. Pero cuando venía a casa, se la robaba a Liam y pasábamos horas contadonos todo lo que no nos podíamos contar en otros momentos.

—Tienes que llevarme dentro de una hora a su casa. —Dije mordiendo mi sándwich. Papá asintió mientras tomaba un sorbo de café, de una taza que decía ‘’El mejor papi del mundo’’

—Oh, esa chica es tan linda, y tan simpática. —Dijo Mónica. Asentí con una sonrisa.

Después de desayunar, fui a vestirme. Normalmente, tomaba una ducha, y me volvía a colocar mi pijama para desayunar. Me maquille ligeramente, y amarré mi cabello en una coleta. Antes de bajar para que papá me llevara, revisé que todo en el regalo de Kendall estuviera en orden. Le había comprado un bolso negro marca Gucci. Tenía una G gigante en medio, y en vez de tiras dos lindas cadenas de color dorado. Dentro había una pequeña caja de color celeste, que contenía tres esmaltes de uñas de colores que, según yo, Kendall no tenía.

Besé la mejilla de papá antes de bajar.

—Justin, eh. —Dijo rodando los ojos.

—No seas celoso. Siempre serás el mejor hombre en mi vida. —Le sonreí y lo abracé. Amaba a mi papá más que a nada. Bueno, obviamente quería a Justin, pero no era la misma clase de amor.

—Lo sé. —Respondió orgulloso. —Tengan cuidado. Te llamaré por la noche.

—Recuerda que me quedaré con Justin.

—Demonios. —Soltó.

—Tengo 18. —Reí. —Puedo hacerlo. Adiós papá, te amo.

—Te amo también.

Bajé del auto y caminé hasta la madre de Kendall que me esperaba en la entrada con una sonrisa.

—¿Cómo está señora Hamilton? —Pregunté mientras me separaba de su amoroso abrazo maternal.

—Muy bien querida. Kendall aún está durmiendo.

—Y a mí me hace levantarme temprano. —Dije riendo. Ella rió junto a mi, y entonces saludé al padre de Kendall. Dejé el regalo de Kendall en el sofá junto a mi bolso con ropa. El hermano de Kendall, Josh estaba tirado en el sofá mientras veía una película. Tenía doce años, y era muy simpático, aunque con Kendall peleaba mucho. Normal, supongo.

—Hola Leah. —Me sonrío.

—¿Cómo estás Josh? —Le dije. Él me sonrío de nuevo, y levanto su pulgar.

La madre de Kendall tomó el pastel, y subimos los cuatro a la habitación de Kendall. Llevé el regalo conmigo, y Josh llevaba el regalo que le darían ellos, un nuevo celular. Kendall estaba como muerta. Sus extremidades ocupaban toda la cama. Su pelo estaba desordenado, y su boca abierta. Josh y yo soltamos una carcajada, y el comenzó a grabar.

BANG. (Justin Bieber) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora