BANG. (Justin Bieber)

Capitulo once

                                                       11.

Contacto con la naturaleza.

Justin's POV.

Sentí mi cabeza chocar con la pared. Demonios, eso dolerá luego. Gavin estaba ahorcándome. Levanté mi pierna derecha, y le pegué justo en su zona delicada. Él se quejó y sacó sus manos de mi cuello, entonces, mi puño chocó justo en su mejilla, y luego otro cerca de su frente.

—¡Joder, que ella no sabe nada! —Le grité.

Él se levantó, y respiró agitadamente. La adrenalina de la pelea aun corría por todo mi cuerpo, y deseaba molerlo a golpes.

—Cuando Isaiah se entere de esto, estarás fuera Justin.

 Me reí en su cara.

—Soy su mano derecha, Gavin. ¿A quién piensas que va a creerle?

Llevaba casi ocho meses haciendo trabajos para Isaiah. Y cada día que pasaba, Damon y yo estábamos más cerca de nuestro objetivo. Robaría cada peso que tuviera Isaiah Helliwood en su caja fuerte. Uno de nuestros más grandes golpes. Gavin uno de los socios me exigía saber quién era la chica con la que me había visto el otro día. O sea, Leah.

—¡Le han disparado a tu auto cuando esa chica rubia iba contigo dentro Justin! —Me gritó. —¡Y el jodido de Dominic ha vuelto!

—¡Cállate Joder! —Le grité. —Yo me las arreglaré. ¿Oíste? Tú solo, no te metas.

—¡Y será mejor que vuelvas a esa jodida escuela! ¡Aline no la paga para que te escapes!

Joder, y es que este últimamente se metía en todo lo que respecta en mi puta vida. Si no quería que le rompiera la nariz de un golpe, sería mejor que se quedara callado.

—¡No te metas en mi jodida vida!

Entonces, Isaiah estaba en frente de nosotros con uno de sus hombres de negro que siempre lo acompañaban. Me miró, y sonrió.

—Justin… Justin… Justin… siempre tan impulsivo. Ven aquí, hijo.

Él solía llamarme hijo. Isaiah estaba en sus cuarenta, era extremadamente rico a costa de los demás, y jamás se había casado. Jamás había tenido una familia tampoco. No me importaba que lo hiciera mientras me ganara su confianza. Le di una mirada de superioridad a Gavin, que le estaba sangrando la frente. Mi puño prácticamente le había abierto la piel. Uno de los hombres de Isaiah se le acercó, y se lo llevó a una de las habitaciones de la gran casa que poseía.

Caminamos hasta su oficina. Él se sentó detrás de su escritorio malditamente caro, y me dio una sonrisa.

—¿Cómo van las clases? —Preguntó.

—Bien. —Me encogí de hombros.

—¿Y Adeline?

—No la veo hace dos semanas. Pero hablamos por teléfono, ella está bien. —Respondí.

—Mándale mis saludos. Ahora dime, ¿Qué ha sido esa pelea?

—Gavin tiende a decirme aspectos de mi vida que no me gustan. Odio que se metan en mi vida, y odio especialmente que él lo haga.

—Hablaré con él con respecto a eso. No te preocupes. Ahora, quiero que me hables de la chica, y que pasó con Dominic.

Isaiah tenía el cabello oscuro, castaño oscuro. Siempre usaba trajes formales, y corbatas de colores gris, rojo, y verde. En ocasiones, azules. Sus ojos eran también oscuros, y totalmente intimidantes. Era alto, y extremadamente formal para ser un criminal. Cuando nos conoció a Damon y a mí nos había cambiado completamente. Toda mi vida fui algo clásico. Pero usualmente, los trajes y las corbatas no iban conmigo.