HUBO MUCHAS MEJORAS EN ESTE CAPÍTULO Y NO SON TAN SIGNIFICATIVOS; PERO LE RECOMIENDO LEERLO NUEVAMENTE.
Narrado por Ezequiel
Había pasado una semana desde que me la volví a encontrar y desde que tuvimos nuestra última conversación en la dirección de esta escuela. Desde ese entonces entra todos los días a mi clase, pero no me ha dirigido la mirada y ni la palabra. Sin embargo, yo tampoco me he atrevido a acercarme a ella, más allá de lo permitido en clase y me he mantenido al margen de ella. Estoy seguro que es lo mejor para nosotros, porque así no levantaremos sospechas y todos seguirán creyendo que nos conocimos en la clase.
Sin embargo, no sé si Isabel la recuerda de la vez que me le acerque en el centro comercial; pero ese día Valentina hizo bien en darme las gracias por ayudarla, porque así mi hija creerá que solo ha sido una coincidencia. El mundo es grande, pero aún así pueden haber coincidencias y reencontrarme con Valentina es una de ellas. O al menos que sea una mala coincidencia nuestro encuentro y con el único fin de recordarme mi error con esa niña constantemente. Nunca me he arrepintiendo de esa noche y ni de haberla conocido. Sin embargo, no puedo dejar que mi gusto por esa niña me ciegue a tal grado de cometer otra locura como aquella noche y mandar a la mierda todo lo que me impide estar cerca de ella.
Camino por el pasillo en dirección hacia el salón comedor de los profesores, entró por la puerta y tomó asiento en una de las sillas disponibles. Los presentes, al sentir mi presencia, me observaron por unos segundos para luego continuar con su conversación. Comienzo por quitar el nudo a la bolsa de plástico y luego saco mi almuerzo para dejarlo sobre la mesa. Antes de comenzar a comer levantó mi cabeza y observo a todos mis colegas.
-¡Buen provecho! -les artículo amablemente.
Porque al ser el nuevo profesor, tengo que comenzar a ganarme la confianza de mis colegas y tratar de conocerlos un poco más. Siempre es bueno conocer gente nueva con la cual conversar diariamente y que con el tiempo se llegue a forjar una bonita amistad.
-¡Igualmente, profesor! –exclamó la directora Harris y le asiento. Prosigo con bajar la mirada hasta mi plato para abrir el envase y comenzar a ingerir mi comida antes de que se me enfríe.
-Señora Harris, ¿es cierto que tenemos otra niña embarazada en este plantel? -preguntó la profesora Johnson y la señora Harris se quedó callada por varios minutos.
Alzó la mirada para mirar a todos los presentes y observó como la directora nos comenzó a observar seriamente. Como era un tema que no me importaba en lo absoluto llevo la mirada nuevamente a mi plato, porque yo respecto a todos mis alumnos por igual y no soy quien para juzgar sus errores. Por esa razón, continuó comiendo mi almuerzo y de vez en cuando alzaba la mirada para mirar a la persona que hablaba.
-Aprovecharé que están todos aquí reunidos para informarles y debo decir que es cierto. -Hace una pausa al escuchar la exclamación de asombro que hicieron algunas profesoras, pero yo vuelvo a llevar la mirada a mi plato. -La estudiante ha sido referida a la consejera escolar de nuestra escuela y seguirá asistiendo a sus clases diariamente.
ESTÁS LEYENDO
Dos Pequeños Desliz
General FictionConoce la historia de Valentina, una niña de tan solo 18 años. Para celebrar su cumpleaños número 18, decidió ir a un bar a pasarla bien junto a su mejor amiga y su hermanastra. Esta niña, esa noche conoció a un hombre mayor. Esa noche en el bar est...