ADVERTENCIA: Este capítulo contiene contenido sexual, está a su discreción leer o no.
(Continuación del capítulo anterior)
-Valentina, colócate el vestido ahora mismo, porque recuerde que soy un hombre. Pero, aunque mi deber sea respetarla y no mirarla con otros ojos, mis instintos de hombre se están haciendo presente. -ordenó Ezequiel, pero deje caer el vestido.
Quizás, trataba de imitar lo que veía siempre en las telenovelas. Cuando las mujeres malas de la historia seducían a los hombres hasta que estos caían, pero creo que con Ezequiel no funcionara.
-Está bien. -dije doblándome en su dirección y tomando mi vestido. Cuando enderece mi cuerpo y me gire a observar su rostro. Pude darme cuenta de que Ezequiel no hacía más que observarme el cuerpo, pero con su rostro serio. -Ezequiel, quiero ir al baño. ¿Dónde queda el baño?
-La primera puerta a la izquierda. -me contesto Ezequiel.
De inmediato caminé hacia el baño, entré y cerré la puerta con cerradura. Luego me coloqué el vestido nuevamente, fui al lavamanos y me coloqué agua en la cara. Al terminar volví a abrir la puerta nuevamente y solté un grito, pero Ezequiel me colocó su mano en mi boca.
-No grites, porque los vecinos te van a escuchar y lo menos que quiero es que llamen a la policía. -Hablo quitándome la mano de mi boca.
-Pues no me vuelvas a asustar así, pero ahora llévame a casa.
-¿Sabes? No deberías jugar así con un hombre, porque yo no soy un niño a lo que tú estás acostumbrada. -me contestó Ezequiel con su rostro serio.
-Ahora quiero ir a mi casa, porque ya no tengo nada más que hacer aquí. -le dije empujándolo por su pecho.
Caminé un poco para irme, pero sentí como me jalaban del brazo y con su cuerpo me pegó a la pared. Yo ahogué un grito y ese acto provocó que me asustara bastante. Mi corazón late más deprisa, cuando acercó lentamente su rostro al mío, pego si frente a la mía y mi cuerpo tiemblo cuando comencé a sentir un roce en mi muslo. Al mirar a esa área, veo que pasa unos de sus dedos por esa área lentamente y eso provoca nuevas sensaciones dentro de mi.
-Mira niña solo te voy a decir una cosa y quiero que te quede claro. Nunca vuelvas a provocar a un hombre de esta manera. Te lo digo como si fuera tu padre porque eso está mal o tu intención es terminar siendo una chica violada. Porque créeme, que no todos tienen la misma capacidad que tengo yo para soportarlo. -En ese instante retiró su dedo de mi piel y se separó de mí. -Ahora lárgate de mi casa y no vuelvas...-lo interrumpí, acercando mis labios a los suyos para dejarle un beso corto.
-Aquí tú no eres mi padre y ya tengo dos padres para que me den consejos.
En ese mismo momento sus suaves labios se apoderaron de los míos y nuestras lenguas comenzaron a jugar entre sí. De inmediato me tomó en brazos y enredé mis piernas en su cintura. Sin más camino conmigo hasta la habitación, abrió la puerta y la cerró con un pie. Prosiguió su camino hacia la cama y me dejó en ella con suavidad. Después, se detuvo para observarme por unos minutos en silencio y volvió a hablar.
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Dos Pequeños Desliz
General FictionConoce la historia de Valentina, una niña de tan solo 18 años. Para celebrar su cumpleaños número 18, decidió ir a un bar a pasarla bien junto a su mejor amiga y su hermanastra. Esta niña, esa noche conoció a un hombre mayor. Esa noche en el bar est...