Capítulo 20: ¿Por qué lloras hija mía?

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🚫 ADVERTENCIA: 🚫ESTE CAPÍTULO CONTIENE CONTENIDO SEXUAL, QUEDA A SU DISCRECIÓN LEER O NO

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ESTE CAPÍTULO CONTIENE CONTENIDO SEXUAL, QUEDA A SU DISCRECIÓN LEER O NO. 

Tres días después

Hoy era viernes y había conseguido el permiso de mamá para que me dejará salir a entregar algunos currículum. Ayer luego de llegar de la escuela, mi madre me ayudó a realizarlos y obvio después de exigirme terminar todas mis tareas escolares.

Como si yo no las fuera a hacer después de que ella me ayudará, pero no la contradije y hasta me senté en la mesa del comedor para que me viera. Sin embargo, tenía un pequeño escritorio en mi habitación, pero cuando tenía que usar la computadora y varios libros a la vez, usaba la mesa que era más grande.

También me advirtió que si bajaba las calificaciones perdería la autorización para ir a trabajar y que debía ser responsable con ambas cosas. Tanto como con mis estudios, como con el trabajo y que tampoco debía olvidarme de las tareas del hogar. No crean que porque estoy embarazada no me ha tocado seguir barriendo, trapeando y fregando cuando mamá me lo asignaba. Porque deben saber que si y de eso no me salvaré nunca. 

También me notificó, que si le demostraba que era una chica responsable con las tres cosas que mencioné anteriormente, iba a tomar en consideración quitarme el castigo de no salir de casa y se pueden imaginar la emoción que sentí al escuchar esto. Al terminar de amarrar mi último tenis, camino hacia la sala en donde se encontraba mi madre sentada junto a su esposo y hago una mueca de disgusto al verlos besarse.

-Mamá por favor, para eso tienen su habitación. -los regaño. Ambos se separaron y me miraron sonrientes.

-Ya no eres una niña Valentina y esto es algo normal entre dos personas que se aman. -me contestó mi madre, pero continuó caminando hacia la puerta de la salida.

-Te espero en el auto y así podrán besarse todo lo que quieran. -les conteste y ambos volvieron a soltar carcajadas. 

No tardó en salir por la puerta de la entrada y me detengo justo antes de llegar al auto. Desbloqueo el celular porque me acaba de llegar una notificación y me doy cuenta que era un mensaje de Ezequiel. El día anterior le había dicho lo de mis planes del día de hoy por mensajes privados y él se ofreció a acompañarme. No es que habláramos todos los días por mensajes, porque como nos vemos diariamente no es necesario hacerlo o eso creo yo.


-Muñequita dejó a Isabel en casa de mi madre y luego llegó allá.

Yo
-Saldré de casa ahora mismo.

Cuando escuchó el ruido del carro, bloqueó el celular de inmediato y abro la puerta del pasajero. Ahora solo me tocaría convencer a mi mamá, para que no se antoje a acompañarme o me diga que se quedará en el estacionamiento a esperarme. Mi madre sube al auto, lo enciende y después lo pone en marcha.

Dos Pequeños DeslizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora