Valentina
Después de una semanaCaminaba hacia la entrada de la escuela, mientras observaba todo a mi alrededor y me detengo un segundo para observar el reloj en mi muñeca izquierda. Apenas eran las siete de la mañana entonces sigo mi camino hasta el banco; pero me detuve de golpe al ver a Ezequiel. Continuó observándolo sin que se diera cuenta, pero justo Ezequiel giro su rostro y yo tomé asiento en el banco. Maldita sea, casi me descubren espiando sus movimientos y yo no quería que me descrubiera haciendo esto. ¿Pero porque tuvo que ser él, el profesor nuevo?
Respiro profundamente mientras saco mi móvil del bolsillo del abrigo y dejó la mochila a un lado de mí. Al llegar tan temprano, no habían muchos compañeros y la escuela se encontraba tan solitaria y muy aburrida. Desbloqueo el celular, entro al chat de Abigail y comienzo a escribirle; pero no pude ni darle a enviar al mensaje. Porque el celular comenzó a vibrar justo en mis manos y levantó la cabeza para observar hacia su dirección; pero Ezequiel ya no se encontraba allí y entonces vuelvo a bajar la mirada a la pantalla del celular.
E
-Por favor ven a mi salón, pero asegúrate de que nadie te vea subir.Luego de leer su mensaje salgo del chat, bloqueo el celular y observo todo a mi alrededor. No sabía que debía hacer, si subir o quedarme sentada en este lugar. Desde hace dos semanas que lo volví a ver y todo esto es demasiado confuso para mí. Cada vez que lo escucho hablar o reírse en clase, siento como late mi corazón de prisa. Mierda, yo también quería subir; pero no debería hacerlo ahora.
Rápidamente solté una sonrisa baje la mirada a mi abdomen y lleve mis manos a el. Al ser flaca, no se me notaba mucho mi barriguita y eso era lo mejor de todo. Porque yo no quería que nadie se diera cuenta de mi embarazo y todos los días me colocaba este abrigo para ocultarlo. Vuelvo a sentir vibrar mi celular y llevó la mirada a la pantalla. Desbloqueo el celular nuevamente y todavía se encontraba la conversación abierta con Ezequiel.
E
-Tu intención es ignorarme siempre, porque te recuerdo que eres mi alumna y que tendrás que hablarme en algún momento del año.Suelto un grandísimo suspiro, tomo mi mochila y me dirijo hacia la entrada del edificio. Cuando estoy cerca de entrar al edificio escuchó una voz que está gritando mi nombre y me tuve que girar para ver a quién pertenecía.
-Valentina... Valentina, ¿a dónde vas? -preguntó Isabel y tragó saliva. No puedo decirle a nadie a donde iría menos a ella y ahora tendré que mentirle.
-¡Hola Isabel! Voy al baño un momento, pero espérame justo en aquel banco. Porque no me tardaré y volveré rápido. -le digo sonriendo y luego le señalé hacia el lugar en donde me encontraba unos minutos antes.
-Te espero. -me contestó Isabel y yo le asentí.
No tardo nada en darme la vuelta y comenzar a caminar a toda prisa hacia el edificio. Rápidamente entro al edificio y comienzo a observar todo a mi alrededor. Los nervios no tardaron en aparecer justo cuando se comenzaron a escuchar voces en el pasillo y me apresuro a caminar hacia las escaleras. Según el reglamento escolar no se puede subir al segundo piso hasta que no sonará la campana y yo acabo de romper esa regla.
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Dos Pequeños Desliz
Ficção GeralConoce la historia de Valentina, una niña de tan solo 18 años. Para celebrar su cumpleaños número 18, decidió ir a un bar a pasarla bien junto a su mejor amiga y su hermanastra. Esta niña, esa noche conoció a un hombre mayor. Esa noche en el bar est...