Conoce la historia de Valentina, una niña de tan solo 18 años. Para celebrar su cumpleaños número 18, decidió ir a un bar a pasarla bien junto a su mejor amiga y su hermanastra. Esta niña, esa noche conoció a un hombre mayor. Esa noche en el bar est...
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-Entonces cierra con seguro la puerta, porque yo tengo las llaves conmigo. -Habló Ezequiel con una sonrisa y volví a subir los escalones para colocarle el seguro a la puerta. Al llegar al último escalón pase mis manos por encima de sus hombros y lleve mis labios a los suyos en un beso corto.
-No sé porque termino siempre accediendo a tus locuras muñequita, porque si Isabel o mi madre se dan cuenta de que estás aquí conmigo. Estaré en un graves problema y ya deberías entender nuestra situación.
-No se darán cuenta, te lo juro.
-¿Y la niña que está durmiendo contigo, no se dará cuenta de que no estás en la cama?
-Abigail no dirá nada, porque ya ella lo sabe.
-¿Como? Valentina te dije que no podrías contarle a nadie, nada de lo que sucede entre nosotros. -me dice separándose de mí y tomando asiento en un sofá cama.
-Yo no se lo dije, fue que ella nos vio cuando ambos salimos del almacén de la biblioteca y tuve que contárselo todo. -digo llegando hasta él y tomando asiento a su lado.
-¿Y porque no me lo había dicho antes? No debiste ocultarme esa información muñequita y ven acercarte más a mi. -me pidió Ezequiel pasando su mano por mi espalda y yo recosté mi cabeza sobre su hombro.
-Porque yo pensé que me ibas a dejar sola y te alejarías de mí de nuevo. -le confieso bajando mi rostro y él pasó su mano a mi barbilla para hacerlo mirarle.
-Eso no volverá a pasar, pero no me vuelvas a esconder nada. -me pidió y le asiento. -¿Confías mucho en esa niña?
-Es mi mejor amiga desde el preescolar y sé que no le dirá nada a nadie. Ella nunca haría algo que pudiera lastimarme y se aseguró que ese día, no nos hubiese visto nadie más.
-Me tocará confiar en lo que dices de ella y en ella también. De ahora en adelante debemos tener más cuidado cuando nos encontremos en ese lugar y estar completamente seguro que nadie nos verá entrar, ni salir. ¿Entendido hermosa? -dijo con una sonrisa y le devuelvo la sonrisa.
-Sí y te extrañe mucho estos últimos días. -le confieso.
-Yo también extrañe tenerte a solas conmigo y poder besarte. -Habló Ezequiel y yo sonreí grandemente. En ese momento me coloqué a horcajadas encima de él y Ezequiel llevó sus manos a mi trasero. -Valentina por favor, contrólate o me harás perder mi juicio.
En ese momento pase mis manos por detrás de su cabello y lo bese. Porque me moría por besarlo desde que lo vi llegar a su casa, pero este beso era muy lento y pausado. En otras palabras no hubo lengua de por medio y no lo subí a ese nivel. Porque yo solo quería sentir sus labios sobres los míos y por un tiempo bastante largo. Porque no quería cortarlo antes por mi falta de aire y por eso lo estoy besando con mucha calma.
