Capítulo 38: ¿Cómo es que se llama tu amiga?

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Ezequiel

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Ezequiel

Flashback

Siento unos toques en la puerta de mi habitación y gritó un: "adelante". Porque estaba seguro que la persona detrás de la puerta era mi hija Isabel y le sonrió cuando la observó entrar. Isabel no detiene su caminar hasta subirse a mi cama y sentarse a un lado de mí. Sonrió abriendo mis brazos para recibirla y le dejó un beso sobre su cabello.

—¡Buenos Días, princesa! ¿Cómo has dormido?

—Dormí bien, papá. ¿Y tú?

—Pase una buena noche, hija. —Sonrío cuando tomó mi rostro para dejarme un sonoro beso en mi mejilla y luego vuelve a abrazarme como al comienzo. —Quiero decirte que en la noche iré a dormir con mi amiga a su casa y a ti, te llevaré a casa de tu madre. Isa, ya está informada y feliz de que pasarás la noche con ellas.

—Está bien, papi —me contestó acomodándose en la cama y quedando sentada. —Puedo hacerte una pregunta, papá.

—Hazla, princesa.

—¿Por qué casi nunca me hablas de tu amiga? ¿Por qué aún no me has confirmado si viene a mi fiesta? —me pregunta y suspiro sin perder de vista la pantalla del televisor.

—¿Qué quieres saber de ella, Isabel?

Suelto esa pregunta, porque: ¿qué podría decirle yo que ella ya no lo sepa?

Así también me da tiempo de pensar en las respuestas que le diría y es que Isabel me comentó hace unos días atrás que Valentina reaccionó de una forma diferente cuando ella le estaba comentando la noticia del embarazo de su madre y que no le gusto, porque no entendía su reacción. Recuerdo que le pedí que me contara todo y es que así, se me sería más fácil entenderla.

Al finalizar de contarme recuerdo que le dije, que sus amigas tenían razón y es que ella no debe andar juzgando a las personas sin conocerlas primero. También le he pedido que dejará de decir que mi amiga no la quiere conocer, porque esa no era la verdadera razón y que la razón era porque yo había acordado con mi amiga, el no presentarle a mi hija hasta que la relación avanzará. Porque hasta el momento solo nos vemos para irnos a la cama y luego cada quien sigue por su lado.

Joder, no me gusta tener que decir que veo a Valentina solo por sexo y es que la verdad no es así. No obstante, sólo estoy tratando de arreglar la metida de pata de Valentina. Isabel me miró muy sorprendida, pero con esto había logrado que no me preguntará nada más hasta esta mañana.

¿Cuándo mi muñequita aprenderá a no hablar de nosotros con nadie? Maldición, ¿acaso busca que termine en una maldita prisión alejada de ella y de mis hijos?

Joder, ¿cuándo Valentina entenderá la gravedad de este asunto?

—¿Dónde la conociste y hace cuánto llevas hablando con ella?

Dos Pequeños DeslizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora