Capítulo 77. No pude

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Mientras Mónica se preparaba para jugar con su prima, Altagracia daba vueltas en su silla, en uno de los cajones tenía una caja con pañuelos, ya estaba abierta, su papelera estaba llena de ellos, tenía 2% de esperanza en que Mónica reaccionara y dijera que no, continuo llorando hasta que la puerta de su despacho se abrió, fingió estar leyendo una carpeta para evitar que su nariz roja se viera, pero sólo se trataba de su hermana así que no hacía falta fingir, dejo la carpeta sobre su escritorio y la encaro, ella enseguida la fue abrazar sabía que no estaba bien.



- Que paso? Mónica te volvió a decir algo feo? -- la ve -- Altagracia tienes que hacer algo, sino esto va a empeorar y...

- Se ira a vivir con Luis! -- la calla -- Hace no tanto salí de una reunión, donde lo decidimos

- Se la vas a dar -- se sienta en el escritorio -- Altagracia es tu hija

- Es de ambos Regina -- seca sus mejillas -- Mónica no quiere estar conmigo, yo ya no puedo lidiar con esto

- Claro que puedes! Eres su mamá! -- le recuerda

- Ella no lo ve así! -- grita -- Mi hija me detesta! -- se recarga en la silla -- Quiere a su papá, me duele mucho que lo prefiera pero así es esto, Mónica vivirá con Luis

- No te entiendo -- suspira negando -- Tanto que querías ser mamá, ahora que lo eres sólo se la tiras a Luis?

- Regina! Cállate -- se levanta -- Tú no estás pasando por lo que yo! No espero que ninguno entienda, ella es mi hija! Yo decido que carajos hacer con ella -- vuelve a gritar -- Ahora sal de aquí! Fuera!

- Bien! Calmate que las niñas te pueden escuchar -- va a la puerta

- Que me escuchen! -- golpea su silla 



Durante toda la tarde se mantuvo encerrada en ese despacho, sólo salió cuando no quedaba de otra pues Mónica estaba sola, además debía intentar que comiera de nuevo, tendría otra oportunidad a la hora de la cena pero sería mucho tiempo, así que se colocó gotas en los ojos y salió, ambas volvían a estar en el comedor, Mónica se estaba resistiendo cómo normalmente, así que la dejo hacer su berrinche mientras pensaba cómo proceder, ahora mismo no tenía paciencia, pero no podía gritarle a su hija de tres años, sólo respiro profundo mientras esperaba que se cansará y su berrinche perdiera fuerza.



- Mónica necesitas comer -- la ve -- Escucha, vas a ir con tu papá, pero mientras eso pasa necesito que las dos podamos convivir

- Viviré con el? -- talla sus ojos

- Si, bueno es lo que vamos a intentar -- asiente -- Enves de que papá venga a verte y vayas a su casa los fines de semana -- explica -- Lo haré yo, pero vas a dormir en casa de el todos los días

- No mientes? -- la encara

- Crees que jugaría con esto? -- suspira -- Amas mucho a tu papá, no te diría una mentira así sólo para que comas

- Puedo hablar con papi? -- pregunta

- Puedes -- asiente yendo por el teléfono -- Hola... -- dice luego de varios segundos

- Que tienes? -- se endereza en el sofá

- Mónica quiere hablar contigo, estuve intentando que coma -- informa yendo al comedor -- Inténtalo tú también -- pide

- Lo hare -- asiente -- Puedo ir a la casa si quieres, me quedo hasta la hora de la cena

- No, sólo convencela de que coma -- suplica -- No quiero que me prohíban poder visitarla por no ser capaz de... -- suspira -- Te la paso -- le entrega el teléfono

Tiritas del tiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora