Capítulo 53. Mercancía

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Durante aquel mes podría venir y decirles "Uy si todo mejoró con las cogidotas de Luis" bueno la verdad en parte pero tampoco hacen milagros, Altagracia ya no soportaba estar en su casa, a pesar de que el cuarto de Dani ya estuviera vacío por completo y las paredes pintadas de blanco de nuevo, sabía lo que una vez hubo allí, por esa razón implementó su busqueda de una hacienda, fue a varias con su marido lindo que siempre la llevaba del brazo, pues la chiquita aquí, quería ir en sus horarios de almuerzo, ya se la podrán imaginar en sus taconazos tratando de caminar por el césped, por suerte tenía a un marido fuerte dispuesto a reírse pero también a sostenerla.

Así fueron viendo varias propiedades hasta que encontraron la perfecta, era inmensamente grande en cuanto tierras hablábamos, bueno la casa también era grande pero ustedes entiende a lo que quiero llegar, tenían acceso a algo parecido a un bosque, eso fue lo que les empujó a comprarla, podían ir a perderse por ahí para hacer cosas sucias, osea caminatas, esas en las que te llenas de lodo, sudor y te pican bichos, gente puerca ustedes pensaban otra cosa seguro. Aprovechando que se venía un fin de semana largo, ya que el lunes era feriado, decidieron hacer maletas, saldrían temprano ese viernes por la tarde, todo estaba en el coche de Luis, el sólo debía pasar por ella a la constructora.

Cómo el lugar no estaba lejos, ya que si un día se les cantaba podían irse por una semana, no querían que les llevará tanto tiempo llegar a las constructoras, era sólo un pequeño rincón de felicidad dónde podrían escapar, ya que nadie sabía de la existencia de aquella hacienda todavía, estaban siendo algo presionados para convivir en familia pero Altagracia no tenía ganas de ver a su hermana o a su vientre que ya empezaba a crecer, los celos la estaban poniendo algo inestable por eso lo mejor era huir, Luis no tenía problema con eso, disfrutaría con su esposa al máximo, que mejor cosa que eso?





- Que quieres hacer al llegar? -- indaga mientras seguía el camino para llegar a la hacienda

- Usar nuestro espectacular baño -- sonríe -- Y esperarte desnuda en la cama

- Amo nuestro fin de semana -- dice seguro

- Te confieso que yo también -- ríe -- Mañana podemos ir al bosque, nos hace falta caminar un poco

- Si, este mes y el pasado no pudimos hacer ejercicio -- concuerda

- Comprar la hacienda fue lo mejor que hemos echo hasta ahora -- juega con su cabello -- Ya lo tienes largo de nuevo

- Me crece rápido amor -- sonríe -- Lo quieres cortar?

- Me dejas? -- dice emocionada

- Claro que sí -- ríe -- Antes me lo cortabas en el departamento

- Ay pero sólo cuándo se te olvidaba ir al salón -- rueda los ojos -- Fueron cómo unas tres veces

- Bueno pero no lo hiciste nada mal -- da de hombros

- Mi vida, tengo manos de artista -- dice con aires de grandeza -- Todo lo que hago con estás manitas me sale bien

- Confirmó -- le guiña

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