Tiritas del tiempo

Capítulo 23. Silencio

En lo que restó del año, Altagracia se mudó a la escuela de Luis, después de realizar los exámenes de las asignaturas más importantes consiguió entrar a la misma clase, Eunice también se salió de la escuela, pero fue a parar a la de su más nueva conquista, uso la escusa de que su mejor amiga se mudaba y milagrosamente funcionó, la verdad no esperaba eso, después de eso Amanda se encargó en tratar de reunir a la familia, lo primero fue un viaje a las afueras, se quedaron en una bonita casa que estaba en medio de la nada, pudieron hacer caminatas por el bosque, vieron una cascada en la que Luis y Altagracia se les ocurrió meterse por el "calor" claro que no salió muy bien pero al menos nadie murió, ahora pasarían navidad en Zúrich - Suiza.

Al principio no sabían si Luis iría, seguía siendo menor de edad por un año, pero Don Manuel firmó el permiso sin hacer ningún revuelo, el pasaría Navidad en Estados Unidos con su hijo mayor, no quería estar en casa ese año, se quedarían en Zúrich hasta el año nuevo, escogieron ese destino porque tenían unas montañas espectaculares, además de nieve, en Navidad la ciudad se llenaba de luces, era un espectáculo total, además se supone que la Navidad une a las personas, porque es tiempo de perdón y otras cosas más, claro que si las cosas no funcionaban, Lucía podía regresarse a casa cuándo quisiera, pero Amanda no estaba dispuesta a abandonar todo porque le puso mucho esfuerzo para planear esté viaje.

Después de un montón de horas en el avión, dónde Luis y Altagracia se la pasaron viendo películas, tomándose fotos para el recuerdo o simplemente charlando de cualquier pendejada, por fin se quedaron dormidos, al momento de aterrizar le tocó despertarla y ponerle el cinturón ya que ella aún no entendía que estaba pasando, cómo que su cerebro se había apagado, en lo que esperaban a que las demás personas se empujaran para salir, Altagracia volvió a dormirse sobre las piernas de Luis, el sólo sonrió dedicándose a cuidarla en lo que esperaban, ya después se despertó del todo cuándo les tocó salir, se perdieron un poco en el gran aeropuerto buscando sus maletas pero una vez todos las tenían fueron a buscar al chofer que los esperaba.

El frío era bastante fuerte pero por suerte vinieron preparados, después de encontrarse con el chofer suben a los respectivos coches que los llevarían a la casa dónde pasarían los siguientes días, tuvieron la oportunidad de echarle un vistazo a la ciudad, te daba la impresión que estabas en una de esas películas que se mostraban en aquella época del año, gente abrigada a más no poder con sus compras de último momento, la ciudad forrada de adornos y lucecitas, las calles con nieve, lugares dónde se vendían galletas, en otras palabras todo bien cliché pero bonito.