Tiritas del tiempo

Capítulo 33. Marido y Mujer

Capítulo dedicado a _Vaalen_

- Hola pulga -- sonríe -- Estás bellísima

- Ay mi amor -- aprieta leve su mano

- Eh permitime el ramo -- dice Eunice

- Si -- asiente y se lo da -- Ya puede comenzar señor -- sonríe

- Claro que si -- concuerda comenzando con el típico sermón -- Mientras dicen sus votos pueden colocarse los anillos -- informa

- Yo José Luis -- toma el anillo que su padrino le entrega -- Te tomó a ti cómo mi legítima esposa -- se lo pone -- Prometo ser el hombre que te abrace durante las noches, incluyendo las que tienen tormentas porque se que te asustan un poco -- besa su mano -- Prometo estar a tu lado para sostenerte la mano en nuestros peores y mejores momentos, estaré allí cuándo se te ocurra ver esas películas que tanto te hacen llorar -- ríe entre lágrimas -- Y hacer todo lo que este en mi -- se toma unos segundos -- Para que seas feliz y te sientas amada, todos los días -- cierra los ojos cuándo ella le limpia las lágrimas -- Te amo

- Yo Altagracia -- dice con la voz ronca por las lágrimas mientras le pone el anillo -- Te acepto a ti cómo mi esposo, en las buenas, en las malas y en las peores -- humedece sus labios -- Mi vida, prometo estar ahí en tus días de frustración, dónde sientes que ya no hay salida -- seca su mejilla -- Ser quién te impulse a mejorar y quién te escuché llorar -- suspira dejando salir las lágrimas

- Te ves hermosa aún cuándo estás llorando -- susurra limpiando sus lágrimas 

- Prometo despertarte cada mañana con un beso y un te amo, para que nuestro día comience de la mejor manera -- continúa -- Cuándo regreses a casa recibirte de igual manera y a veces -- ríe bajo -- Cantarte un poquito porque se que te encanta, te amo mi cielo -- seca sus lágrimas para luego apoyarse en su pecho

- Por el poder que se me fue concedido por la Santa Iglesia -- pronuncia -- Yo los declaró marido y mujer, puedes besar a la novia -- sonríe

Luis la tomó de la cintura trayendola a el para luego proceder a besarla, sintió cómo ella lo rodeaba con sus brazos y sin pensarlo una vez más la tomó en brazos suspendiendola en el aire, al dejarla de nuevo en el suelo sólo pudieron verse por unos segundos antes de volver a darse otro beso esté ya acompañado de lágrimas, con el simple detalle que estás eran de felicidad, los aplausos no tardaron en aparecer junto a la ovaciones por los recién casados, claro que tuvieron que tomarse unos segundos para firmar los papeles pero ya por fin eran esposos.