Capítulo 2. El tejado

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Una semana después de aquella charla con su abuela recibió sus calificaciones, al estar más tranquila frecuento el parque pero el molesto muchacho no estaba por ningún lado, supuso que ya la había olvidado, claro así fue hasta que escuchó el ruido del motor de una motocicleta afuera, sería posible que fuera el? Dejó el libro de lado yendo a la ventana y si, ahí estaba, por lo visto quería morir, le hace señas para que la esperará.

El se mueve de la entrada al ver llegar a los guardias esperándola dónde el vecino, mientras que ella se arreglaba rápido, por suerte se bañó hace unos minutos, sólo debía cambiar su pijama y maquillarse un poco, estuvo lista en diez minutos, bajó las escaleras con rapidez avisandole a su mamá que saldría por un rato con Eunice, aunque mucho caso no le hizo, estaba concentrada en su revista, al salir los guardias la miran por un rato pero al ver que seguía por el camino de la izquierda ya no se preocuparon.

Tal vez iría al centro comercial que estaba cerca, quien sabe mientras ellos no recibieran órdenes de cuidarla no debían meterse, después de caminar un poco sonríe al verlo estacionado esperándola en la moto, después de saludarse con dos besos en la mejilla por iniciativa de Luis, recibe el casco minutos después estaban en el estacionamiento del centro comercial asegurando la moto, mientras lo esperaba trataba de formular una pregunta en su cabeza sin ser tan obvia, claro que estaba fallando horriblemente pero bueno.


- Si te continúas mordiendo el labio -- se levanta -- Vas a lastimarte

- Que película veremos? -- deja de hacerlo

- Pues ni idea de lo que hay en la cartelera -- camina a su lado -- Te parece si la escogemos juntos y luego compró las palomitas?

- Bueno pero déjame pagar mi parte -- camina

- No -- ríe


Después de escoger la película y comprar las palomitas, pasan a la sala de cine, escogieron una cómica por ser su primera salida juntos, saliendo de allí compraron helado hablando de cualquier cosa, Luis anotó su número dandoselo y Altagracia también, cómo la fue a buscar algo tarde lo mejor era regresarla ya antes de que la castigarán.

Al llegar a casa dejó las llaves en su sitio, siguió a la sala cuándo escuchó la voz de su papá al teléfono, seguro concretando un negoció al acabar se acerca con una sonrisa dándole un abrazó, es verdad que Altagracia era cariñosa pero hoy parecía algo diferente, aún así aceptó el abrazó gustoso, por el trabajó estaba un poco ausente en casa, así que al llegar el fin de semana siempre se dedicaba de entero a su familia.


- Vienes llegando hija? -- la ve cuándo se separan

- Si, salí con Eunice al centro comercial -- explica -- Se nos hizo algo tarde

- Lo importante es que llegaste media hora antes de cenar -- ríe -- Ya sabes cómo se pone tu mamá

- Si, por eso nos apuramos -- suspira -- Bueno papi te dejó seguir con tus llamadas y contratos -- los señala en la mesita -- Yo iré a terminar ese libro

- Está bien -- sonríe -- Luego me cuentas si es bueno -- la deja ir

- Obviamente -- ríe subiendo las escaleras


Tiritas del tiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora