Capítulo 24. Noche Buena

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Durante los tres siguientes días, se dedicaron a comprar obsequios, conocer la ciudad y dar paseos por el bosque, cómo tan sólo faltaban horas para la noche buena, Doña Amanda estaba a full con las personas que estaban encargadas de preparar la comida, mientras que los demás se encargaban de sus cosas, Altagracia y Luis se encontraban en la ciudad, la verdad no compraban obsequios, sólo querían estar un tiempo a solas sin que fueran observados cada instante, entraron a una bonita tienda de regalos, ambos les llevarían un detalle a Clarita, Magda y Matamoros, ya luego con las compras echas pasean por un rato agarrados de las manos, terminaron en lo que parecía ser una plaza dónde había una enorme pista de patinaje.




- Quieres tener moretones está noche? -- amarra sus agujetas -- Porque si es así, te los hago yo en la cama -- ríe

- Sé patinar -- rueda los ojos -- Tú terminarás con moretones

- Antes patinaba -- se levanta -- No voy a terminar con moretones fuera de la cama

- Eso veremos -- sonríe -- Sabes, es raro que no muchas personas estén aquí -- ingresa a la pista

- Bueno hoy es un día ocupado -- la sigue -- Sólo nosotros dos no tenemos que hacer

- Bueno yo sí -- toma su mano -- Pero no tengo prisa

- Que vas hacer? -- sonríe

- Es una sorpresa -- le guiña

- Te vas a disfrazar de mama Noel? Porque yo puedo ser tu papa Noel -- ofrece

- Que!? -- ríe -- No, no involucra disfraces

- Ahs, ya me había ilusionado -- se queja




Lo que quedó de la tarde se la pasaron en esa pista, Luis cayó un par de veces jalando a Altagracia con el, por suerte terminó sobre el, parece que sólo Luis tendría moretones después de todo, al regresarse para la casa, todo el caos que había durante la mañana pues ya no estaba, lo de la comida estaba resuelto, los obsequios ya se encontraban bajo el árbol, incluso los que ambos compraron ayer, Luis sugirió que compratieran de nuevo la tina hoy pero Altagracia lo mandó solito, no le quedó de otra que obedecer ya que el si se estaba muriendo de frío, además estaba cubierto de nieve, una vez desapareció por las escaleras, con prisa se interno en la cocina sacando la pequeña libreta que había dejado la noche anterior en uno de los cajones.

Una de las ama de llaves fue por ella al mercado consiguiendole todos los ingredientes necesarios para las galletas, sí iba a prepararle esas mismas galletas que Doña Angela hacía, no sabía si está era una buena idea, ya que todo continuaba siendo muy reciente, tal vez el se terminaba molestando o sólo se ponía triste, pero ella tenía una promesa que cumplir, además no sé le ocurrió un mejor regaló que ese, obvio le compro otra cosa pero fue sólo en un arranque de desesperación, por si no conseguía todos los ingredientes, colocó el horno con la temperatura necesaria y se puso a preparar la masa, está iba a ser la primera vez que las hacía, tenía un tremendo temor que no quedarán igual, porque sino de que servía prepararselas si al final no quedaban igual.

Cerca de una hora después sacaba la charola con galletas del horno, la verdad al menos si olían igual que cuándo Doña Angela las sacaba, menos mal llegó a probar las originales, así sabía si le quedaban igual, cuándo fueron está mañana a la ciudad en un momento que Luis se distrajo viendo un show que pasaba en la calle, se escabullo a una tienda dónde se vendían todo tipo de cosas, encontró esas "cajas" de metal, dónde las abuelas te mandaban sus galletas, consiguió una sin dibujos, era de color verde y cuadrada, después de pasarle una manita de limpieza por si las dudas, colocó las galletas ahí dentro, había comprado también un lazo de tela blanco, hizo un bonito moño para después poner la típica tarjetita que venía con un hilo dorado, la amarró con el lazo y con una linda caligrafía escribió el nombre de Luis.

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