Capítulo 64. Metiche

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- Mi amor estoy de tu lado -- se acerca -- Vine a cuidarte, no puedes andar exaltandote así!

- Te mandó el verdad -- se lleva las manos a la cintura maldiciendo bajo

- Estaba muy preocupado por cómo saliste de la casa, no quiere que te pase algo o a la princesita -- acaricia su vientre con una sonrisa

- Ay! Hasta eso te dijo el infeliz! -- camina al baúl que estaba frente a la cama y se sienta

- Altagracia, cuida tu lengua que te están escuchando -- la regaña -- Quédate aquí tranquilita, yo iré a prepararte un té de tilo está bien?

- No quiero té abue -- se queja

- Ahorita vengo! -- camina a la puerta

- Bueno pero entonces quiero pastel! -- dice antes de que se fuera

- Primero te me calmas! -- se escuchá en el pasillo

- Ahora hasta pastel me niega -- baja la mirada a su vientre -- Perdóname princesita -- suspira -- Pero tu papá se porta mal, debería de tener ojos sólo para mi -- hace puchero -- Pero ahí anda el, con secretarías

- Eso no es verdad! -- entra con la taza de té

- Lo hiciste muy rápido no? -- la ve

- Puse el agua a hervir cuándo vine -- se la entrega

- Ya no lo defiendas abuela -- le da un sorbo -- El está con la vista en faldas que no son las mías y eso no es correcto

- Mi amor no es así -- se sienta en la cama -- Podemos hablar de eso luego que te acabes tu té o cuándo gustes, ahora quiero saber de esa pequeñita que anda creciendo allí

- Bueno cómo ya sabes -- se gira para verla -- Es una niña, está sana y aún no se mueve -- le entrega la ecografía

- Y que me puedes contar sobre tu presión? -- sonríe boba viéndola -- Ay pero que cosita tan preciosa

- Tengo que calmarme -- toma de su té -- Medirmela todos los días y descansar

- Entonces eso vamos a hacer -- asiente -- Más al rato tendrás tu pastel

- Abue, no puedo acostarme aún -- la ve -- Debo pasar por un lugar antes

- Altagracia no puedes manejar así -- niega

- Hoy si hay personas aquí abue, le pediré a alguien que me llevé -- se pasa a la cama -- Es importante

- Si es de trabajo puede esperar -- acaricia su cabello

- No, es personal -- dejá la taza sobre el baúl -- Hoy se cumple un mes más de la muerte de Dani, tengo que ir al cementerio

- Tienes razón -- hace que acueste la cabeza en sus piernas -- Quieres que te acompañé?

- Volveré pronto, sólo quiero ir a dejarle flores y a pedirle que me cuide a su hermanita -- juega con su dije de candado -- Para que se quedé aquí conmigo -- dejá la mano sobre su vientre

- Ella se va a quedar -- la mima -- Después vas andar rogando para que llegué el día en que tenga que nacer -- ríe

- Es lo que más quiero -- sonríe leve -- Aunque soy muy ansiosa, sólo quiero que ella llegué en sus términos, el día que sea a la hora que se le cante la regalada gana

- Así va a ser -- besa su cabeza -- Bueno si saca tu carácter, si es el de Luis ni cuenta se dará que ya es hora de salir

- No hablemos de el -- cierra los ojos -- Mejor mimame, así cuándo despierte tendré pastel

- Bueno pero quítate esas botas y todo lo que te cause incomodidad -- le da palmadas en la cadera

- Te vas acostar un ratito conmigo? -- obedece

- Claro que si, veré si puedo hacer que está chiquita se empiece a mover en lo que tú duermes -- ríe

- Suerte con eso, llevó intentándolo toda la mañana -- se acuesta

- Y no se movió ni un poquito? -- la abraza

- No! Ni siquiera cuándo golpee a su papá -- se queja

- Que raro -- ríe -- Generalmente se ponen del lado de ellos

- Será que mi hija es la única que no me traiciona? -- cierra los ojos

- Y dale con eso -- rueda los ojos -- No te traicione, estoy aquí cuidandote y a punto de hacerte un pastel

- Pero fuiste enviada por el -- se queja

- Por qué no sabía dónde estabas -- la cobija -- El me dijo que te viniera a buscar aquí

- Pudiste llamarme, estoy enojada con el, no con el mundo -- murmura

- Dejá que el té haga efecto -- acaricia su cabello -- No luches contra el sueño

- No me aprietes mucho el vientre cuándo la molestes -- pide -- Está sobre mi vejiga

- Shshshsh -- la calla -- Necesitas descansar -- susurra comenzando a tararearle algo



En cuestión de minutos Altagracia se había quedado bien dormida, además de que el té hiciera su trabajo, llevaba cansada varios días pero tenía cosas importantes en la constructora, por esa razón no se tomó días libres pero ahora tenía órdenes de su obstetra para dormir todo lo que se le cantará, iba a tener que hablar con el resto de la familia sobre su embarazo, Don César ya sabía, pensaron que Doña Amanda se lo iba a guardar a el? Pero claro que no, la única razón por la que se los contaría es por que iba a pedirle a su padre que la sustituyera en lo que quedaba del año y quién sabe que podría pasar en el siguiente, estaban en noviembre, todo dependía de la bebe ahora, que según los cálculos llegaría en abril.

A pesar de los muchos intentos de Doña Amanda, nomas no se pudo, esa bebé sin duda tenía el carácter de Altagracia, terca cómo la mamá, ni modo mejor se iba a preparar el pastel, en lo que se encargaba de eso, su metiche interior comenzó a cobrar vida y le marcó a Luis para contarle que todo estaba bien, también le dijo para dónde Altagracia pensaba ir, a ver si el muchacho se ponía experto, tenía que pedirle perdón de la manera que fuese, aunque eso significará agarrarse de las hormonas que la tenían tan dominada ahora, una vez el pastel se enfrió pasó a cubrirlo con una capa de chocolate, parecería mentira pero a penas terminó, Altagracia ya andaba atravesando la cocina, es cómo si alguien le hubiera avisado que ya estaba listo para ella, se sentaron en el comedor para disfrutar de una rebanada antes de que le tocara salir para el cementerio.

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