Capítulo 25. Estás listo?

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Año nuevo fue fantástico, tuvieron la oportunidad de ir a una buena fiesta en la ciudad, bailaron mucho, conocieron personas y después en la madrugada casi amaneciendo llegaron congelados, de regreso a México les dio una santa gripa que mejor ni les cuento, pero debían mejorarse pronto, Luis tenía una fiesta con los demás corredores, todos los que habían pasado a la siguiente ronda asistirían, pero no sólo por eso era importante mejorarse, existía otro motivo del cuál ahora se estaba encargando, aprovechó que Altagracia estaba en su clase y que los abuelos charlaban en el comedor mientras bebían una taza de café.




- Don César -- se acerca -- Doña Amanda, yo quisiera comentarles algo

- Claro muchacho -- mueve la silla -- Siéntate aquí con nosotros

- Es algo grave? -- se interesa Doña Amanda -- Pasó algo entre ustedes?

- No, no pasó nada -- juega con sus dedos nervioso -- Verán, está noche vamos a una fiesta

- Si, Altagracia ya nos dijo -- asiente -- No la traigas muy tarde muchacho -- advierte en un tono protector

- No se preocupé Don César -- sonríe leve -- Yo quería pedirles permiso y si no es mucha molestia, su bendición -- los encara -- Quiero proponerle matrimonio a Altagracia

- Dime que no la embarazaste -- se levanta

- No -- niega -- Yo la amo de verdad y estoy dispuesto a esperar por ella, hasta que cumpla la mayoría de edad

- Estás seguro? -- dice Doña Amanda -- Casarse no es un juego Luis, de verdad estás dispuesto a enfrentar lo que es un matrimonio? -- ríe

- Se que no es sencillo pero no imaginó mi futuro con alguien más -- dice sincero

- Cuándo lo quieres hacer? -- pregunta Don César -- Y en que te podemos ayudar?

- Eso significa que si? -- sonríe

- Es un tal vez! -- aclara -- Primero quiero escuchar lo que tienes planeado y luego vemos

- En una semana tendrá su primera prueba en la disquera -- explica -- Saliendo de allí quiero llevarla a un sitio especial para ambos, unos amigos me ayudarán en dejarlo bonito para poder proponérselo

- Ya tienes el anillo? -- sonríe Doña Amanda

- Hoy tengo que ir a buscarlo, es que los dedos de Altagracia son muy finos -- ríe -- Tuvieron que hacerlo más pequeño

- Las manos las heredó de su abuela -- comenta tomando la mano de Amanda -- Es realmente difícil conseguirle anillos, bueno nosotros no somos nadie para meternos entre ustedes Luis -- dice sincero -- Si tú crees que estás listo para llevar la relación al siguiente nivel...

- Nosotros los apoyamos -- lo interrumpe -- Nos caes bien Luis, sólo te pedimos que continúen estudiando va? Se pueden casar cuándo quieran pero se me van a la Universidad

- Claro que si Doña Amanda, de verdad muchas gracias -- sonríe -- Ustedes son muy importantes para Altagracia, no quería hacer nada sin que lo supieran antes

- Admiro eso de ti muchacho -- asiente -- Es bueno que nos tuvieras en cuenta para lo que quieres hacer pero recuerda que ella tiene padres, debes hablar con ellos también

- Si pero eso lo puede hacer ya después -- le resta importancia Amanda -- Ahora lo importante aquí es lo que ella te responda -- ríe -- Aunque estoy segura que dirá sí, la tienes muy enamorada

Tiritas del tiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora