Capítulo 10. A lo Mexicano

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- Ya hablé con sus padres -- le entrega un sobre -- Dijeron que no hay problema, ahora explícame cómo le harás para llevartela a Oaxaca

- En la tarde -- ríe tomando el sobre -- Ella quiere despertarse tarde, además así viene a almorzar para pasarla un rato con la familia -- explica Eunice

- Que escusa le darás? -- se sienta

- Si quiere su regalo vendrá -- sonríe

- Espero que te funcione -- ríe -- Bueno sabes que a ella siempre le interesó ir a Oaxaca, cerca de la hacienda hay muchos lugares dónde pueden ir

- Quiero llevarla a pintar alebrijes -- asiente -- Y otras cosas más

- Sabes que si puede aprender algo nuevo lo amara -- ríe -- Quienes más van a ir?

- Pues mi novio, el chico que a ella le gusta, aunque eso es sorpresa también -- ríe -- Y una amiga más -- eso era mentira nada más lo dijo para que no se preocupara

- Diviertanse mucho -- asiente -- Y por favor no destruyan la hacienda




Pasados los dos días que faltaban para el cumpleaños de Altagracia, su deseo de despertar tarde, comer rico, se hicieron realidad, la película o serie estaba pendiente aún pero por ser su cumpleaños fueron a almorzar con los abuelos, que le tenían un regalo preparado, claro que recién luego de la comida sería visto.

Don César cubrió sus ojos con una venda conduciendola a la salida, Doña Amanda evitaba que su nieta chocara con algo o terminará en el piso, estando ya ahí se la quitan dejando que viera su coche, después de gritar cómo loca dando brinquitos, abraza a sus abuelos llenandolos de besos mientras les agradecía por el regalo.

A Raúl no le gustó mucho la idea pero Lucía lo convenció de que era algo bueno, quedaron en que mientras no tuviera su permiso de conducir, Matamoros seguiría siendo su chofer, Altagracia no se opuso pues manejar aún le daba algo de miedo, claro que eso no evitó que revisará de arriba abajo su nueva adquisición, con ayuda de su abuelo aprendió cómo encenderlo, iba a enseñarle a dar una vuelta pero Eunice ya había llegado.

Para no hacer todo muy obvio pasaron a comer un pedazo de pastel, charlar un poco, mientras que afuera Matamoros cargaba la maleta de Altagracia al coche de la señorita Eunice, quién adentro hacía que la cumpleañera se despidiera para poder ir a buscar el supuesto regalo, eso no se le hizo raro ya que Eunice no perdía la cabeza nada más porque la tenía pegada al cuerpo.

Después de varios minutos en el coche se dio cuenta que no estaban nada cerca de su casa, acaso el regalo estaba en otra parte? O su mejor amiga había enloquecido y ahora la estaba secuestrando? Dudas que no serían respondidas hasta parar en el siguiente semáforo fueron formándose en su mente.




- A dónde me estás llevando -- la ve

- A tu regalo -- sonríe -- Ahora relájate, ponte cómoda que pasaremos un tiempo aquí en el coche

- No me darás una pista si quiera? -- se acomoda -- Es mi cumpleaños, no seas mala

- Va a gustarte mucho -- hace su risa malvada -- Y me amaras por siempre

Tiritas del tiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora