Capítulo 28. La fuga

332 58 116
                                    

- Altagracia! -- entra a la habitación Darlene -- Vi que tus abuelos ya se iban, les dijiste todo? -- toma asiento sobre su cama

- Si, ya mañana saldré de aquí -- abre las cortinas -- Por fin!

- Me alegro mucho por ti -- sonríe leve -- Aunque voy a extrañarte y bueno a tu música

- Ay Darlene -- la va abrazar -- Pronto saldrás de aquí, mándame cartas cada que quieras si?

- Vale -- ríe -- No voy a olvidar esa canción que escribías en el jardín

- A la de cuándo creí que me olvidó porque no sabía nada de el -- asiente

- Ves, si regresó a ti -- toma su mano -- Cantala otra vez porfi -- pide

- Traete mi guitarra -- accede

Acá es dónde producción y yo nos inspiramos por escuchar la canción, así que están obligadas a leerla y si la conocen pueden cantarla.

Cuántas promesas se van con el tiempo
Hoy yo me ahogó en un mar de recuerdos
Yo construía un castillo de sueños
Que pronto se derrumbó
Cuándo te vi en aquel bosque encantado
Un duende dijo que tú eras mi príncipe azul
Cómo si fuera por arte de magia
Llenaste mis días de luz
Pero todo acabó
Ya nada quedó entré los dos
Porque cómo en un cuento un enorme dragón
Nos robó el corazón
Por favor, dónde estás?
Tú eres mi otra mitad
Siempre estaré esperando
Y yo sé que algún día regresarás
Larala, lala lala lalarala
Algún día regresarás

Y nuestra historia se pierde a lo lejos
No encontraré tu mirada en secreto
Y dibujando mi olvidó en silencio
Con el color de un adiós
Yo me inventé todo un cuento de hadas
Pero al final nos ganó esa bruja tan cruel
Lo que soñamos quedó en el olvidó
Y todo tu amor se perdió
Pero todo acabó
Ya nada quedó entré los dos
Porque cómo en un cuento
Un enorme dragón
Nos robó el corazón
Por favor, dónde estás?
Tú eres mi otra mitad
Siempre estaré esperando
Yo sé que algún día regresarás

Pero todo acabó
Ya nada quedó entré los dos
Porque cómo en un cuento
Un enorme dragón
Nos robó el corazón
Por favor, dónde estás?
Tú eres mi otra mitad
Siempre estaré esperando
Yo sé que algún día regresarás
Narana lala lala lalarala
Algún día regresarás
Regresarás

- Ay amo esa canción -- suspira cuándo la acaba de cantar

- Bueno al menos la escuchaste una vez más -- ríe -- Te dejaré la letra para que la cantes cuándo quieras

- No será lo mismo pero está bien -- concuerda


Con el pasar de las horas, la noche llegó Altagracia daba vueltas en la cama, emocionada por el día de mañana, por fin lo volvería a ver y estarían juntos, trató de mentalizarse que debía dormir para tener fuerzas mañana, no podía estar cansada sino lo daría todo por echo, casi una hora después consiguió quedarse dormida, al amanecer preparó una mochila con sus cosas más importantes, la guitarra se la dejaría a Darlene cómo recuerdo, se puso su uniforme y bajo para desayunar, tuvo que realizar sus quehaceres de aquel día pero media hora antes de las cuatro se escabullo a su cuarto para tomar la mochila.

Darlene iba a ayudarla con lo del celador, así que juntas fueron hasta ese salón de clases, ya habían terminado de limpiar ahí por lo que se encontraba vacío, abrió la ventana aventando la mochila por ahí, faltaban unos cuántos minutos para que Luis llegará, Darlene le entrega la ropa que usaba el día que ingresó al internado y se cambia lo más rápido posible, arreglo su cabello varias veces pues estaba nerviosa, la vería por primera vez en meses, quería estar bonita para el, escuchó el ruido de las ramas rompiéndose cada vez más cerca lo que indicaba que el ya estaba a nada de llegar.


- Cómo me veo? -- dice nerviosa

- Estás hermosa -- ríe -- Relájate que te va a dar algo

- Es que tengo muchos nervios -- agita las manos

- Lo notó -- sonríe -- Pero todo va a salir bien, podrás estar con el y en unos días serás mayor de edad

- Tienes ra... -- se gira al escuchar que chiflan -- Es el!

- Dame un abrazo y ve con el! Ya no pierdas más tiempo -- ríe

- Ay Darlene -- la abraza -- Gracias por todo! Si no me volví loca es porque estabas aquí también

- Bueno pero ya vete -- sonríe -- Que te andan esperando!

- Si -- se separa yendo a la ventana -- Mucha suerte Darlene -- dice antes de dejarse caer

- Hey! Para dónde muñequita -- dice Luis al sostenerla

- Mi amor! -- dice boba

- Te extrañe pulga -- la baja con una sonrisa

- Ay yo más poste de luz! Pero ahora tenemos que correr antes de que se den cuenta -- lo toma de la mano para comenzar a correr


Se escabullen entre los árboles yendo en dirección hacía la carretera, dónde los esperaba Don César, de un momento a otro Luis deja de correr haciendo que ella también parará, Altagracia pensó que había visto algo o que escuchó pasos pero antes de que pudiera preguntar fue jalada a el y recibió su primer beso después de tanto, fue un beso cargado del amor que no pudieron demostrarse durante esté tiempo lejos, uno que expresó cuánto se habían extrañado, duró apenas unos cuántos segundos pero se sintió cómo meses, con una sonrisa Luis volvió a correr llevándola, unos metros después vieron la camioneta estacionada y a Don César apoyada en ella esperando verlos.

Decidieron ya ir caminando pues las piernas ya no daban para más, varias veces Luis se tropezó con las raíces de los árboles, no las veía por andar con la vista al frente para no perderse, una vez estaban frente a la camioneta Altagracia saludo a su abuelo con un buen abrazo y luego partieron de regreso a casa, claro que sólo pasarían la noche en casa de Luis, cuándo las monjitas notificaran su huida el primer lugar al que buscarían sería en casa de los abuelos por lo que la mejor opción era la casa de el, pero primero irían a visitar a Doña Amanda, recuperar un poco de ropa y claro comer, aprovechando que Don César estaba al volante, la parejita se acomodó atrás aprovechando el tiempo perdido con besos, algunas lágrimas escaparon de los ojos de ambos pues aún no creían que estaban juntos por fin.

Tiritas del tiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora