Who You Wanna Be | John Egbert [Homestuck]

Capitulo 42: Lost Call

9th Enero
7:04 P.M.

∆

–Tú –Dave tenía sujetada a Casey con los brazos estirados, alejando al reptil de él pero de igual manera teniéndolo en sus manos–. Si puedes hablar hazlo, tú secreto está a salgo conmigo. 

La pequeña sólo dio un lengüetazo para limpiar su ojo, haciendo un ruidillo tradicional de ella y más más. Karkat veía todo con una cara que no le creía al rubio lo tonto que era ¿Cómo mierda iba hablar? Si es un animal.

– ¿Tú eres tonto? –Preguntó, arqueando una ceja.

–Él no nos entiende –Le murmuró a Casey, acercándola para abrazarla–. Puedes confiar en mí, no le diré a John si eso te preocupa.

–Ya déjala –Acercó sus manos para retirarle la lagartija de las manos, pero la alejó de su alcance.

– ¿Por qué eres tan celoso? –Sonrió con picardía– ¿Viste alguna película de mierda dónde alguien se enamora de una iguana? Que Casey no hace nada –Miró al animal– ¿O sí?

–Vale, vete a la mierda –Se cruzó de brazos y saco el teléfono celular.

Le dio la risa de golpe al Strider al ver el comportamiento tan errático del pequeño gruñón que tenía junto a él. Era la primera vez que lo veía desde que exploraron ciertos sentimientos en el otro, pero independientemente de aquello también existió un periodo algo largo de tiempo en el que se desacostumbró de su carácter.

–Es broma –Soltó a Casey para sujetar de los hombros a Karkat– ¿Por qué te espinas tan rápido?

– ¡NO! –Le dio un empujón– ¡Dije que te fueras a la mierda!

– ¿Así tratas a tu queridísimo novio? –Puso una mano en su pecho dramáticamente, fingiendo estar ofendido–. Debo admitir que no es la bienvenida que esperaba.

–No somos novios –Contestó un Karkat mal encarado mientras escondía la cabeza en su teléfono como si fuera una especie de escudo que lo sacaría de aquella situación.

– ¿Ah? –Preguntó notoriamente confundido.

– ¡No somos novios! –Exclamó, cerrando los ojos apretado por la vergüenza que le generaba decirlo.

"¿Por qué no?" Se preguntaba el rubio al no comprender lo que pasaba. Se habían dicho que se querían, que se gustaban, hablaban a diario y había un coqueteo notorio por ambos lados, entonces... ¿Por qué no?

Intento ponerse en los pequeños zapatos de Vantas, siendo su primera idea que posiblemente lo estaban terminando en ese preciso instante al negarlo... No tardó mucho en darse cuenta de que no podía terminarlo porque no había empezado. Era eso, el pequeño gruñón que devoraba películas de amor necesitaba que le preguntarán porque si no es que nunca iba a estar feliz con dejarlo en el aire.

Ambos sentados en el suelo para poder jugar con Casey. Uno con las piernas encogidas y abrazándolas por el nerviosismo mientras que el otro sólo tenía una pierna encogida y la preocupación dispersa.

– ¿No lo somos? –Preguntó el Strider, esperando información en lo que organizaba sus ideas.

–No –Lo miraba de reojo con un semblante triste, un poco bajoneado dentro del bochorno que sentía–. Nadie me preguntó si quería que lo fuera.

–Ya veo –Sonrió al ver esa luz de esperanza. Gateó hasta ponerse frente a Karkat, sentándose frente a él y tomándolo de las manos–. Bien, hagámoslo a tu manera.